LA ASIGNACIÓN DE TAREAS EN EL MINISTERIO DE ACONSEJAR
Parte 2
Por Paul David Tripp
El miedo controlaba la vida Sue. Cuando fue a consejería, me dijo que había sacado todos los cuchillos de su casa porque tenía mucho miedo de que estando sonámbula fuera a lastimar a su esposo o a su hijo. Constantemente estaba preocupada porque pensaba que había contraído alguna enfermedad mortal. Desconfiaba irracionalmente de su marido. Ella tenía temor de que hubiera dicho o hecho algo que lastimara, enojara o alejara a sus pocos amigos. Tenía temor de iniciar la consejería porque “nadie entenderá lo que estoy pasando” y “me rechazarán”. ¿Cómo pueden penetrar las tareas esta pesadilla y ayudar a Sue a aprender a confiar tanto en Dios como en su consejero?
El Salmo 37 da a los nerviosos y temerosos alguien en quien confiar, alguien cuyo cuidado es más profundo que sus problemas. El Salmo 37 abiertamente discute las situaciones aterradoras de la vida. Y el Salmo 37 desafía a las personas temerosas a examinar sus propias vidas. Al final de nuestra primera sesión, le pedí a Sue que leyera este Salmo varias veces durante la semana y que se hiciera la pregunta: “¿Qué me está diciendo Dios?” En las semanas subsecuentes, el salmo 37 fue un vehículo para entrar al mundo de temor de Sue y para edificar una relación de consejo con ella. Otras tareas basadas en el Salmo sacaron las experiencias de temor de Sue y las pusieron al lado de las promesas del Señor. Sue enfrentó la causa de sus temores destructivos: su reacciones a los pecados de la gente a su alrededor revelaron sus propios pecados e incredulidad.
Ni Fran ni
Bill vinieron a consejería para ser aconsejados.[1]
Cuando les pregunté, en la primera sesión, qué es lo que pensaban que
estaba mal en su matrimonio, inmediatamente mencionaron el primer nombre del
otro. Cada uno vino a la consejería
para decirme cómo componer al otro. ¿Cómo
podrían las tareas enfocar nuestra recolección de información e irrumpir en sus
acusaciones y defensas mutuas?
Durante
nuestra segunda sesión discutí el principio de la “paja y la viga”, la gracia
de Dios y el camino al arrepentimiento.[2]
Le pedí a cada uno que elaborara una “lista de vigas”: ¿Qué estás
haciendo que es incorrecto y daña la unión que Dios ha ordenado para tu
matrimonio? Fran y Bill hicieron la
tarea; ambos se convirtieron en aconsejados esa semana (discípulos del Señor
Jesucristo). La resolución de problemas
en las sesiones subsecuentes se basó en las listas y los principios de la
Escritura que encontraron en esa tarea.
“¡No vas a
creer lo que descubrí al hacer mi tarea esta semana!” – fueron las primeras
palabras de Judy al comenzar nuestra quinta sesión. Le había pedido a Judy que llevara un diario de sus encuentros
con su esposo. Su matrimonio era una
zona de guerra, y Judy estaba convencida que todo era culpa de la “típica
respuesta egoísta que Jim tiene para todo”
Judy había “orado por años, y nada había cambiado”. ¿Cómo
podrían las tareas ayudar a Judy a tener una perspectiva bíblica de ella misma?
El diario
de Judy registraba cada discusión entre ella y Jim, específicamente haciendo
notorio lo que ella estaba pensando, deseando, sintiendo y haciendo en cada
encuentro. Judy fielmente llevó su
diario por tres semanas. En la cuarta
semana su tarea era leer su diario varias veces, buscando pautas de
pensamiento, motivos y comportamiento.
Ella comparó lo que encontró con pasajes bíblicos sobre las relaciones:
Santiago 4:1-6; Efesios 4:25-32; 1 Corintios 13. Yo sí sabía lo que Judy
había descubierto esa semana; La verdad de Dios había penetrado. Podía escuchar nueva humildad y nuevas
esperanzas en sus palabras; podía ver en su rostro y escuchar en su voz que las
palabras ya no eran sólo palabras.
Bart ha
estado alejado de su familia por muchos años.
En el proceso de consejería, su amargura e indiferencia fría dieron
lugar a la gracia de Dios. ¿Cómo podrían las tareas iniciar cambios en
el corazón y la actitud de Bart? De
tarea el escribió una carta de reconciliación a su madre, a quien no contactaba
desde hacía diez años. Le pedí que no
le enviara la carta, sino que la trajera a nuestra siguiente sesión para que la
evaluáramos juntos. Tanto él como yo
queríamos asegurarnos que la carta de Bart expresara el programa de cambio que
Dios tenía en la relación de Bart con su familia, los cambios que fluían del
cambio en la relación de Bart con Dios.
Podemos ver
en estas historias, cuatro ejemplos de tareas, cada una bastante diferente,
cada una buscando lograr un propósito diferente. Mi tarea con Sue fue un
medio para penetrar sus paredes de autoprotección y para edificar su relación
con Dios y conmigo. Para Fran y Bill,
la tarea fue un medio importante para poner en perspectiva el proceso de
recolección de datos. La tarea de Judy
fue autoreveladora: le ayudó a verse en el espejo de la Escritura. La tarea de Bart fue una instancia de
aplicación concreta del programa de Dios para su vida diaria.
Las tareas
son más que un estudio bíblico guiado que refuerza los aspectos de enseñanza en
la consejería. Las tareas para el
consejero bíblico no se limitan a un solo enfoque y un solo propósito. Las tareas, diseñadas con creatividad y
usadas apropiadamente, impulsa cada fase de la consejería. Si se usan bien, las
tareas no funcionan como algo adicional al proceso de consejería sino como
parte integral del mismo. Cada paso del
proceso de consejería continúa, aun cuando el consejero y aconsejado no estén
juntos, porque las buenas tareas mantienen en movimiento el proceso.
El
consejero bíblico debe preguntarse en cada fase de la consejería, “¿qué tipo de
tarea sería apropiada y útil? ¿Qué
reforzaría, apoyaría o avanzaría lo que estamos trabajando ahora?”
Para los
fines de este artículo quiero dividir el proceso de consejería en cuatro
“fases”. Por supuesto, en la práctica,
estas fases nunca son tan claramente divisibles como lo serán aquí. Las cuatro fases de consejería que guiarán
la discusión son:
1.
Bienvenida:
edificación de una relación piadosa con los aconsejados.
2.
Entendimiento:
Reunir información que nos lleve al corazón.
3.
Confrontación
y Consolación: Ayudar al consejero a verse bíblicamente y a abrazar las
promesas de Dios.
4.
Acción:
Aplicar en la vida diaria el plan de Dios para el cambio.
Para cada fase daré una meta
sintetizadora seguida de un ejemplo de tarea que fluye de cada meta. Este artículo tiene el propósito de abrir tu
apetito por buenas tareas; necesitarás desarrollar un menú diverso y completo
para tu propio ministerio de consejería.
Meta: Edificar una relación de
entendimiento y confianza con el aconsejado mientras que al mismo tiempo se
edifica su esperanza en Dios.
La consejería es una relación entre dos (o más) personas. La consejería es una relación que Dios, en Su soberanía, ha iniciado para lograr su propósito santificador.
¿Qué tan
importante es la vida y amor del consejero en la consejería? Pongamos atención
al ejemplo de Cristo, el Admirable Consejero.
En entró a nuestro mundo y se familiarizo íntimamente con nuestra
experiencia. El llegó a ser un Sumo
Sacerdote empático y comprensible, tocado por nuestra debilidades, tentaciones
y sufrimientos. Podemos acercarnos a Él
con confianza porque sabemos que el será misericordioso y lleno de gracia en
nuestro tiempo de necesidad.[3] Notemos el ejemplo de Pablo. Su amor evidente por aquellos a los que
ministraba y la honestidad con la que vivió delante de la gente, le dieron
integridad y fuerza persuasiva a todo su ministerio de la Palabra.[4]
En breve,
¿Qué es la consejería bíblica?: “hablar la verdad en amor para crecer en todo
en Cristo”[5] Los aconsejados necesitan saber que estás
hablando la verdad de Dios. Los
aconsejados necesitan saber que pueden confiar en ti: el que les habla está de
su lado. Como Cristo, debes mostrar
empatía, comprensión y humildad para que los aconsejados comiencen a poner en
tus manos la “vajilla fina” de sus vidas. ¿Saben los aconsejados que el consejo
que reciben viene de alguien que entiende su mundo y ha sido tocado por sus
debilidades? Esto acerca al aconsejado
a una participación confiada en el proceso de consejería.
¿Cómo se
relaciona esto con la tarea? Una meta
de las tareas durante esta fase inicial de la consejería es edificar las
relaciones que son los canales de la gracia transformadora. Yo deseo que el aconsejado sepa desde el
comienzo que Dios tiene algo que decir con respecto a su lucha. Yo deseo que mi aconsejado desde el comienzo
sepa que el consejero lo ha escuchado y lo entiende su lucha.
Al comenzar
la consejería, busco los asuntos que son de la “puerta del frente” que darán su
valor a la tarea y los comentarios iniciales.
Los que asuntos que son de la “puerta del frente”, frecuentemente son
aquellos “problemas presentados” con los que el aconsejado está luchando. Puede ser que no sean los asuntos centrales
con los que al final de cuentas se lidiará, pero éstos nos abren la puerta para
entrar a la vida de una persona. Los
asuntos de la “puerta del frente” ser tratados si deseamos que el aconsejado se
comprometa a cambiar y sea participativo en el proceso de discipulado. Me pregunto, “¿Con qué está luchando ahora
esta persona? ¿Qué tarea puedo darle que toque ese problema? Los ejemplos de
los asuntos de la “puerta del frente” incluyen el miedo, desánimo, enojo,
amargura, soledad y desesperanza.
Cuando los
asuntos de la “puerta del frente” son manejados bien por el consejero, a menudo
conducen a problemas más fundamentales.
Por ejemplo, Sue, cuya vida se estaba desintegrando por los temores,
necesitaba una seguridad básica: sus problemas eran comprensibles; no estaba
loca; Dios se interesa en ella; la consejería bíblica puede ayudarla. Subsecuentemente, emergieron problemas más
básicos: enojo, demandas, temor al hombre, egoismo, perfeccionismo, e
incredulidad. Desde el comienzo
habíamos creado un contexto de confianza y verdad que nos permitió lidiar con
estas cosas.
Al diseñar
y asignar tareas para tratar las preocupaciones de la “puerta del frente”, hay dos cosas que las tareas le comuniquen
al aconsejado. Primero, “Te he
escuchado y estoy tratando de entender lo que estás pasando con el fin de
ayudarte”. Segundo, “Dios se interesa
en ti; puedes poner tu esperanza en Él”.
A menudo, los aconsejados vienen a la consejería con poca o nada de
esperanza. Las tareas que proveen
esperanza dan una entrada natural a la relación con el aconsejado y estimulan
la confianza en Dios.
Sara era
una mujer soltera de casi treinta años.
Ella se describió en su Inventario de Información Personal[6]
como una “mujer pasada de peso solitaria e introvertida”. Sara odiaba su empleo, se sentía incómoda e
incomprendida en su iglesia, y estaba separada de su familia. Ella dijo que su mejor amigo era su
gato. Estaba convencida que su vida era
horrible, que ella era “uno de los errores de Dios”, y que no había escapatoria
más que la muerte. ¿Qué tarea podía
animar a Sara a pensar que tanto Dios como su consejero la entendían? Le asigné la tarea de 1 Corintios 10:13.
Esta tarea
debe ser presentada cuidadosamente por el consejero antes de darse. Implica estudiar 1 Corintios 10:1-14 con el
aconsejado durante la sesión en la que la tarea será asignada. El pasaje habla de personas en dificultades;
identifica reacciones pecaminosas comunes ante las dificultades de la vida;
habla de cómo Cristo el Señor está presente para bendecir en medio de la
tentación.[7]
¿Qué logró esta tarea en Sara? Primero,
me permitió entrar a la experiencia de Sara.
Segundo, ayudó a Sara a ver que su desesperanza tenía una causa
identificable. Estaba ligada a la
manera como ella veía a Dios, a ella misma y a su situación. Estaba ligada a la manera como ella
respondía. Y tercero, ayudó a Sara a
comenzar a reinterpretar las luchas que enfrentaba. Al ver sus problemas bíblicamente, creció su sentido de esperanza.
Haz tu
mismo este estudio. Fotocópialo y úsalo
en tu propia practica de consejería, o adáptalo.
Aquí hay
otros ejemplos tareas para asuntos de la “puerta del frente” y edificación de
relación:
1.
La esperanza
crece al ver el plan de Dios en tus sufrimientos y dificultades. Por ejemplo, estudia Romanos 5:1-11;
8:18-39; Santiago 1:2-27; 1 Pedro 1:1-2:3
2.
Enfócate en
tus recursos e identidad como hijo de Dios.
Por ejemplo, estudia Efesios y qué significa estar “en Cristo”.
3.
Usa las
narraciones bíblicas que enfatizan el ver a Dios en tu situación. Por ejemplo, Exodo 13-14; Número 11; 1
Samuel 17 se enfoca en si las personas se olvidaron o recordaron al Señor. ¿Qué dificultad están enfrentado? ¿Qué
piensa la gente en la situación acerca de lo que está pasando? ¿Qué sienten?
¿Cómo reaccionan? ¿Qué quieren? ¿Qué está haciendo Dios? ¿Qué indicadores hay
del involucramiento de Dios en la situación? ¿Cómo se hubieran comportado
diferente las personas si hubieran “visto a Dios” en la situación?
4.
Estudia a la
gente en la Escritura que cayó en desánimo,
Por ejemplo, Elías en 1 Reyes 19; Samuel en 1 de Samuel 8; Moisés en
Números 11. Enfócate entre preguntas:
¿Cuál fue la causa del desánimo? ¿Qué fue lo que Dios respondió alas personas
en desánimo? ¿Cuál fue la solución para el desánimo?
5.
Trata con el
miedo y la ansiedad como experiencias humanas comunes; por ejemplo Filipenses
4:4-10, Salmo 37; Salmo 46. Pregúnta:
¿Qué causa el temor? ¿Cuáles son los resultados del temor en tu vida? ¿Qué
soluciones al temor encontramos en estos pasajes? ¿Cómo afecta tu relación con
Dios tu temor? ¿Cómo sería diferente tu vida si vivieras sin temor?
Encontrarás asuntos de la “puerta del
frente” en las vidas de los aconsejados alrededor de los cuales se puedan
asignar tareas. Esta tarea le comunica
al aconsejado: “He escuchado tu preocupación.
La he tomado en serio. Estoy
tratando de entender lo que estás pasando.
Dios está involucrado. Puedes
encontrar esperanza y ayuda en él”. Al
salir Sara de la sesión se sintió entendida y animada porque la tarea le tocó
donde ella estaba luchando.
Meta: Llegar a
conocer al aconsejado, la situación en la que Dios le ha puesto, cómo está
respondiendo a la situación, y qué asuntos del corazón dan forma a esas
respuestas, mientras se es instrumento de Dios para que el aconsejado tenga una
mayor consciencia de sí mismo.
Las tareas deben cumplir el propósito doble de la fase de
recolección de información en la consejería: Tener conocimiento de primera mano
y reenfocar la atención en lo que es importante. Primero, es vital que establezca un entendimiento detallado de
esta persona y su situación. El pecado
y la obediencia nunca son generales.
Siempre son procesos particulares de la situación específica en la que
Dios ha puesto a la persona. La
consejería bíblica tiene el propósito de aplicar la Palabra de Dios de una
manera específica. Esto la distingue de
la predicación pública. Reúno
suficiente información para entender al aconsejado como persona y los detalles
de su situación con el fin de hacer aplicaciones concretas de la
Escritura. La recolección de información
es una actividad de encarnación. Tiene
que ver con entrar al mundo del aconsejado, llegar a familiarizarse con los
detalles de ese mundo, el ser tocado por sus realidades.
Segundo, la
recolección de información enfoca la atención en lo que en verdad es
importante. Me provee de una
oportunidad de enseñanza natural e interactiva. Al hacerles preguntas que surgen de una perspectiva bíblica de la
gente y sus problemas, los aconsejados se ven orillados a pensar mejor y más
bíblicamente acerca de ellos y de la situación que enfrentan. Mi meta aquí es llevar al aconsejado a una
consciencia de sí mismo más bíblica. Al
estar avanzando la recolección de información, el aconsejado debe aprender
cosas nuevas aun antes de que cualquier instrucción se lleve a cabo. No sólo estoy reuniendo información para
encontrar en dónde debe realizarse el cambio, sino la buena recolección de
información llega a ser parte del proceso de cambio. La recolección de información es instructiva. Las buenas preguntas comienzan a enseñar al
aconsejado a organizar, interpretar y explicar bíblicamente su mundo.
Yo quiero
que las tareas asignadas durante esta fase de consejería impulsen estos dos
propósitos fuera de la sesión semanal.
Una de las mejores herramientas para recabar datos es llevar un
diario. Sería abrumador y
contraproducente hacer que el aconsejado escriba todo o cualquier cosa. Sin embargo, puede ser muy útil asignar un
diario estructurado y específico. Aquí
presento cómo lo estructuré para Judy, la aconsejada que pensaba que todos los
problemas eran culpa de su esposo:
1.
Le pedí que
compre una libreta de bolsillo que pudiera llevar fácilmente. Esta libreta serviría para anotar algunas
cosas para referencias ulteriores.
Quería que Judy la tuviera a la mano todo el tiempo. Podía escribir un
par de palabras que le ayudarán más tarde a recordar la situación cuando se
sentara a llenar su diario.
2.
Le pedí que
escribiera en su diario acerca de las situaciones de conflicto con su esposo
Jim.
3.
Le pedí que
respondiera cinco cosas en cad incidente:
·
¿Qué pasó?
·
¿Qué sentiste?
·
¿Qué estabas
pensando?
·
¿Qué querías?
·
¿Qué hiciste?
4.
Le pedí que
llevara este diario por tres semanas.
Después de este período, la tarea de Judy fue leer su diario, buscando
temas repetitivos y pautas. En las
siguientes sesiones comparamos sus descubrimientos con la Escritura.
El diario de Judy me dio toda clase de
información detallada acerca de ella y de sus luchas. También me ayudó a ver apropiadamente a su situación y cómo
interactuaba con ella.
Existen muchos otros tipos de tareas
útiles para recolectar información. Por
ejemplo, a menudo uso listas y cuestionarios que guían al aconsejado en una
autoevaluación:
·
Una lista de
“Vigas” como mencioné con respecto a Fran y Bill al principio del artículo;
·
“Las maneras
como me gustaría ver que cambie mi matrimonio”;
·
“Si pudiera
oprimir un botón mágico y mi vida pudiera ser simplemente de la manera como yo
quiero, ¿Cómo sería?”;
·
Wayne Mack en
su libro “Homework Manual for Biblical Counseling” tiene algunas tareas muy
útiles para la evaluación matrimonial.
Un ensayo de evaluación a menudo es
útil para lograr que la gente describa sus vidas.
·
Estoy infeliz
con mi vida porque . . .
·
La cosa más
importante en mi vida en este tiempo es . . .
·
Los años de mi
crecimiento en mi hogar fueron . . .
·
Mi matrimonio
sería mejor si tan sólo . . .
Úsalos como ejemplos y adáptalos a las
personas con las que trabajas.
Para algunos aconsejados, las historias
y los cuadros les permiten comunicar cosas que serían difíciles de describir
con palabras. Cuando estoy reuniendo
información de su historial, a menudo le pido al aconsejado que escriba acerca
del origen de su familia en forma de una historia, “Mi vida en la familia
______”. Los dibujos también son
útiles; por ejemplo, le pido al aconsejado que hago un dibujo que describa las
relaciones en su familia de origen. Le
pido al aconsejado que explique e interprete el dibujo durante la siguiente
sesión.
Una de mis tareas favoritas para
recabar información es la que llamo la tarea del “Cuadro Completo”. Presento la tarea leyendo con el aconsejado
Lucas 6:43 en adelante y le presento el concepto de “fruto y raíz” . Le digo que no quiero que la consejería se
enfoque sólo en la situación y sus dificultades, o en otras personas, o en sólo
la conducta. Yo quiero que nos
detengamos un momento y obtengamos el cuadro completo: situación, fruto y
raíz. De esta manera, le pido al
aconsejado que escriba un respuesta a las cuatro preguntas de la página de
tarea.
Escribir una carta puede ser una herramienta
útil para hacer que el aconsejado exprese honestamente lo que está
pasando. Aquí la carta que el
aconsejado escribe no es para ser
enviada. Se escribe con el propósito de
recabar información. Es una manera de
lograr que el aconsejado ponga sobre papel su agenda o programa. Esta tarea funciona bien cuando el
aconsejado está batallando con una relación en particular. Le pido al aconsejado que escriba la carta
de sus sueños, siendo honesto acerca de los pensamientos y emociones con
relación a la relación. Obviamente, es
muy importante que esta carta no sea enviada.
Es para el uso del consejero y el aconsejado como un medio para reunir
información acerca de los verdaderos deseos e intenciones del aconsejado.
John, ya de veinte años, soltero y
enojado, escribió la carta para su madre que le pedí que escribiera. ¡Qué carta! ¡Era de diez páginas! La carta fue muy útil para mí; a través de
la carta logré enterarme de qué era lo que movía a John. Pero hubo algo más. John comenzó a conocerse él mismo. John se vio a si mismo escrito en
papel. La carta y las preguntas que
salieron de ella comenzaron a abrir ventanas de autoconsciencia y convicción
para John. Las tareas para recabar
información dirigieron a John en los primeros pasos del cambio: “Soy una
persona molesta. ¿Cómo puedo cambiar?”
Las tareas proveen oportunidades de
mantener el movimiento de la recolección de información aun más allá de la
oficina de consejería. Involucra al
aconsejado en un proceso activo de autoexaminación. Las tareas mantienen al aconsejado involucrado, no sólo siendo
conocido por otra persona, sino asumiendo responsabilidad de la autoexaminación
y aprendiendo a pensar acerca de sí mismo en nuevas maneras bíblicas.
Meta: Ayudar a los aconsejados a
verse bíblicamente y a abrazar las promesas de Dios.
Debido al engaño del pecado, todos necesitamos ser confrontados. Debido a la culpa, el poder y la miseria del pecado, todos necesitamos ser consolados en Cristo. Necesitamos personas que acepten el llamado de Dios de “hablar la verdad en amor”. La confrontación ha tenido una mala reputación en nuestra cultura. La confrontación ha llegado a tener la connotación de decir algo con “tosquedad” o “aspereza”. Pero la Escritura presenta la confrontación como un acto de amor: palabras que son amorosas, perceptivas y cándidas, motivadas por la necesidad de mi vecino y no por mi conveniencia.
Similarmente,
el consuelo y el ánimo han adquirido connotaciones que confunden: tolerarlo
todo, afirmarlo todo, adular para promover la autoestima, “apoyo”
incondicional. Pero el consuelo bíblico
está lleno de la verdad, con el evangelio del Salvador crucificado y del poder
del Espíritu Santo para cambiarnos.
Permite que
tres aspectos del “hablar la verdad”
bíblico guíen tu pensamiento acerca del proceso de confrontación – consolación,
y cómo usar las tareas como parte de él.
Primero, capta la atención de tu
aconsejado. Segundo, mantén en alto y
mantén firmes las palabras de Dios para tu aconsejado. Tercero, trata los asuntos del corazón como
también los asuntos del comportamiento.
Primero,
¿cómo puedes captar la atención de tu aconsejado, alguien que tal vez este
reacio hacia la verdad? 2 Samuel 12:1-25 es un ejemplo. El profeta Natán confrontó a David por su
adulterio y asesinato. Notemos la
metodología de la confrontación de Natán.
El creó un diálogo, en vez de poner a David inmediatamente a la
ofensiva. Su historia captó la atención
de la consciencia de David; penetró las paredes de autoengaño y
ocultamiento. Natán dijo luego, “Tú
eres ese hombre”. Esta confrontación
franca y oportuna no encontró resistencia, engaño o excusas. El Salmo 32 y 51 describen la dinámica
interior del arrepentimiento de David ante la confrontación habilidosa de Natán.
Natán fue
también un consolador habilidoso y oportuno.
No le dio a David ningún mensaje incondicionalmente positivo, de
tolerancia o para aumentar su autoestima.
Pero amó a David y trajo la esperanza de Dios a David: ”Jehová ha puesto
a un lado tu pecado; no morirás”. David
le creyó con todo su corazón. Natán más
adelante trajo otro mensaje divino de consuelo para David: “Jehová ama a
Salomón”. Por lo tanto, Salomón obtuvo
un segundo nombre, Jedidías (Amado por el Señor).[8] El Salmo 32 y 51 describen la fe de David en
las promesas de gracia que Natán le comunicó a David. La confrontación y la consolación que ofreces en la consejería
pueden ser beneficiosas siguiendo el modelo interactivo de Natán.
El segundo
aspecto de la confrontación – consuelo bíblico se encuentra en el primer
capítulo de Santiago: mantén en alto el estándar de Dios y mantén firmes las
promesas de Dios. Santiago 1:22-24
compara la Escritura con un espejo.
Esto describe maravillosamente cómo la confrontación se realiza en la
consejería. En la fase de la consejería
de “hablar verdad”, yo quiero ayudar a los aconsejados a verse reflejados con
precisión en la Palabra de Dios. A
menudo se han estado viendo en espejos distorsionados de autoengaño y la
opinión de otras personas. Tienen
visiones distorsionadas de ellos mismos.
La confrontación pone el espejo de la Palabra enfrente de los
aconsejados para que ellos se vean tal y como son. El consejero bíblico efectivo no siempre tiene que decir las
palabras de reprensión. Sencillamente,
levantan el espejo. Usan la Escritura
de tal manera que las palabras de Dios rompen la ceguera y ponen bajo
convicción a la persona. El
autoconocimiento verdadero nos lleva al verdadero arrepentimiento y la
confesión.
Santiago 1
también abunda en consolación.[9]
El corazón del consuelo bíblico no es la afirmación humana para aumentar la
autoestima, el substituto fraudulento del mundo: “Estoy contigo. Creo en Ti.
Estás bien”. El consuelo también
viene de Dios. Si la confrontación
levanta el espejo de Dios, el consuelo reafirma las promesas de Dios. “Y si alguno de vosotros tiene
falta de sabiduría, - si tu necedad y pecado emergen cuando eres probado - pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Esa es una promesa que los aconsejados pueden abrazar y aplicar.
El tercer aspecto crucial de la fase confrontación – consolación de la consejería también está presente en Santiago 1. Los versículo 14 y 15 muestran cómo los deseos pecaminosos dan a luz un estilo de vida pecaminoso, el cual tiene como resultado la miseria de la maldición de Dios. Sue, Fran y Bill, Judy, y Bart, experimentaron miseria, confusión e infelicidad. Todos expresaron pecados específicos en su actitudes, acciones y palabras. Todos se habían alejado de Dios en sus corazones, sirviendo a creencias falsas y deseos de la carne. Debes exponer esos asuntos del corazón al igual que los comportamientos que resultan de ellos.
¿Cuál es el programa de Dios para las vidas de las personas? Consideremos Joel 2:12-13:
“convertíos a mí con todo vuestro
corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros
vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y
clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del
castigo.”
El profeta se refiere a la costumbre
del Antiguo Testamento de rasgar las vestiduras en señal de dolor. Rasgarse las vestiduras era una señal
externa de una respuesta del corazón.
Dios no desea “arrepentimiento” sólo al nivel del comportamiento. El desea arrepentimiento que comienza con y
fluye de un corazón que regresa a Él.
El quiere recapturar y gobernar el corazón del aconsejado, de esta
manera, cambiando la manera en la que vive.
El consuelo de la consejería invita a la gente a regresar al Dios
misericordioso de todo corazón. El
“hablar la verdad” en la consejería debe dirigirse tanto al corazón como al
comportamiento.
La consejería necesita ser
interactiva, bíblica y penetrante.
¿Cómo pueden ayudar las tarea? Las tareas que asigno en esta fase de la
consejería cae en dos categorías: la tarea de instrucción y la tarea de
autoconsciencia. Discutiremos cada una
de éstas y daremos ejemplos de tareas.
Yo asigno las tareas de instrucción
porque muchos de mis aconsejados han sido enseñados pobremente. No conocen o entienden conceptos,
categorías, principios, mandamientos y promesas fundamentales de la
Escritura. El entendimiento de la
verdad es vital si el aconsejado ha de interpretar y reaccionar ante la vida de
una manera bíblica. Así que debo
enseñarles al mismo tiempo que los confronto; debo enseñarles al mismo tiempo
que los consuelo.
La tarea “¿Qué es la vida
Cristiana?“ ofrece un ejemplo de tarea que instruye. Esta tarea en particular provee una enseñanza que anima. También apunta algunos desafíos para el
aconsejado. La consejería bíblica no
divide grandemente entre confrontación y consolación; los dos funcionan mano a
mano para cumplir los fines de Dios.
¿Por qué es útil un estudio como
este? Muchos aconsejados no entienden los aspectos básicos de la santificación
progresiva. “Dios está obrando en tu
vida. Un discípulo camina en la senda
de la transformación constante, no siendo aun perfecto, todavía fallando, pero
siempre creciendo en fe y obediencia.”
Algunos entienden que la vida cristiana es un proceso de cambio, ni de
perfección ni de derrota. Muchos
aconsejados andan en busca de un “secreto” de la vida cristiana para remover la
lucha. Muchos otros simplemente se dan
por vencidos y bregan en sus pecados y miseria. Otros no han escuchado que el Señorío de Cristo está sobre todos
los cristianos, no sólo sobre una élite dedicada que han dado un segundo paso
de consagración. Otros todavía no han
entendido que Dios nos salva no sólo de la condenación del pecado
(justificación), sino también del dominio del pecado (la santificación y el
discipulado). La cita de Lutero y los
pasajes de la Escritura son simultáneamente una llamada de atención, un
desafío, y un fortalecimiento. Estudia
“¿Qué es la vida Cristiana?” para ti mismo.
Úsala para ayudar a la gente que aconsejas, o adapta las preguntas para
que sean apropiadas para las personas que aconsejas.
Los sistemas no bíblicos de
pensamiento deben ser reemplazados por perspectivas de la vida que sean
notoriamente bíblicas. Yo asigno los
siguientes estudios instruccionales vez tras vez:
1.
¿Qué
dice la Escritura del corazón? (Proverbios 4:23; Lucas 6:43, Santiago 4:1-5)
2.
¿Qué es
la idolatría? (Ezequiel 14:1-6, Romanos 1:18-32, 1 Corintios 10:1-14; Efesios
5:3-7);
3.
¿Cuál es
la identidad en Cristo del aconsejado? (Romanos 6:1-14, Efesios 1:3-9);
4.
¿Quién
es Dios y qué está haciendo? (Salmo 34, Salmo 46, Isaías 40, Romanos 8);
5.
¿Cómo
entiendes las pruebas y el sufrimiento? (Romanos 5:1-5; Santiago 1:1-8, 1
Pedro);
6.
¿Cómo
debes manejar los casos en los que pecan contra ti? (Mateo 5; Mateo 18:15-35;
Romanos 12:9-21).
Esta no es un lista exhaustiva, sino ejemplos del
tipo de tareas de instrucción que pueden ser asignadas durante la fase de
confrontación – consuelo de la consejería.
Estas asignaciones permiten que el tiempo de consejería sea usado más
eficientemente. El aconsejado viene a
la sesión ya habiendo completado un estudio guiado acerca de las verdades
críticas que necesita incorporar a su vida y serán discutidas en la sesión.
El segundo tipo de tarea de
confrontación–consolación que asigno es la tarea de autoconsciencia. Estas tareas se enfocan en los asuntos del
corazón puesto que el corazón da forma al comportamiento. La lucha con el engaño del pecado se realiza
internamente; el arrepentimiento y la fe ocurren internamente.
Una tarea que a menudo doy está basada en
Santiago 4:1-6. Santiago declara que el
conflicto humano es causado por los deseos que gobiernan el corazón. La gente se acerca a las personas con un programa
a seguir, con demandas implícitas o explícitas. Le pido al aconsejado que responda por escrito la pregunta, “Lo
que realmente quiero de la vida es . . .”
Luego le pido al aconsejado que escriba las maneras como estos deseos
han afectado sus relaciones. Una manera
como hago la pregunta es, “¿Cómo el programa a seguir de tu corazón (deseos
gobernantes) han dado forma a la manera en la que sientes y actúas hacia los
demás?”
Obviamente, la meta de esta tarea es lograr que
el aconsejado reconozca los ídolos de su corazón que consistentemente lo alejan
del comportamiento que Dios requiere.
Muchos aconsejados no cuestionan la lógica de su comportamiento. De hecho, no piensan que el comportamiento
tenga significado; esto es, que nuestras acciones expresen los pensamientos e
intenciones de nuestro corazón. Debido
a esto, los aconsejados a menudo piensan que no tienen opción sino seguir
haciendo lo que hacen. Cuando entienden
que ellos sí tienen opción, entonces la promesa de Santiago 4:6 comienza a ser
significativa: ”Pero él da mayor gracia.
Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” La autocosciencia llega a ser consciencia de
la presencia de Dios y conduce a encontrar a Dios (Santiago 4:7-10).
Yo quiero ayudar a los aconsejados a pensar con
motivación. Quiero ayudarlos a ser
capaces de hablar desde el corazón. Una
manera de hacerlo es con la tarea “Respondiendo a las situaciones de la vida”. Escribo un párrafo presentando un problema
similar al tipo de cosas que el aconsejado este pasando. Luego le pido al aconsejado que responda a
la viñeta, listando cinco posibles respuestas a la situación, juntamente con la
razón que alguien pudiera tener escoger cada respuesta. Esta parte de la tarea le ayuda a reconocer
la naturaleza estratégica del comportamiento.
Luego les pido que caractericen su respuesta con respecto a una
situación particular que hemos discutido y examinado que revela los deseos y
propósitos de su corazón.
El estudio de narraciones bíblicas puede ser útil
aquí, y puede fácilmente incorporarse a la tarea “Respondiendo a las
situaciones de la vida”. Le pido al
aconsejado que examine la respuesta del personaje bíblico a su situación, y
luego busque claves de qué está motivando esas respuestas: Jonás; Moisés en
Número 11; Gedeón en Jueces 6; Pedro en Gálatas 2; Herodes en Marcos 6; Esther
en Esther 4-5. Esta tarea establece el
llamado a responder de maneras piadosas por razones de gratitud a Dios e
interés en la gloria de Dios.
Otra tarea que uso frecuentemente en este punto
de la consejería emplea Mateo 22:37-40.
Preparo al aconsejado para la tarea discutiendo el pasaje con él durante
la sesión en la que se la asigno. Le
pido al aconsejado que medite uno de los dos grandes mandamientos, y cómo éstos
estableces la agenda para lidiar con la situación en la que está viviendo y con
la gente con la que debe relacionarse cada día. Luego elabora dos listas con los encabezados: “Si en verdad amo a
Dios por sobre todas las cosas, entonces . . . “ y “Si en verdad amo a mi
prójimo como a mí mismo, entonces . . .”
La siguiente semana discutimos las listas y luego, los cambios
específicos que éstas requieren.
La meta de la confrontación-consolación es el
verdadero arrepentimiento que incluye pensamiento, motivo y conducta. El consejero bíblico necesita diseñar tareas
que capten la atención del aconsejado en el proceso de la autoexaminación
bíblica que lo lleven a la confesión sincera a Dios, a abrazar a Cristo, y a
promover el cambio funcional en el estilo de vida de la persona.
Acción
Meta:
ayudar al aconsejado a aplicar las verdades aprendidas acerca de Dios, de él
mismo y de otros a los detalles de su
situación de vida, haciendo las correcciones bíblicas e instituyendo nuevos
hábitos bíblicos.
La consejería no termina en el momento
del entendimiento. El entendimiento del
aconsejado acerca de sí mismo a la luz de la Palabra de Dios es la base de los
cambios fundamentales que deben darse a continuación. La Escritura tiene el propósito funcional de que estemos
“enteramente preparados para toda buena obra”. El consejero bíblico necesita
estar en el terreno de acción cuando el aconsejado comienza a aplicar lo que ha
aprendido de la realidades difíciles de la vida diaria.
Hasta este punto de la consejería, se han
aprendido cosas importantes que necesitan ser aplicadas. Aquí está la descripción del trabajo del
consejero. Primero, funciona como un
guía, dirigiendo al aconsejado cuando está buscando aplicar las verdades que
pueden ser nuevas para él. También, el
consejero funciona como un amigo que
da consuelo, apoyo y ánimo cuando el aconsejado busca lidiar con las viejas
presiones de la vida en maneras nuevas.
Tercero, el consejero funciona como un pastor, haciendo que el aconsejado se comprometa con los estándares
supremos de Dios cuando viene la tentación de retroceder o renunciar. Cuarto, el consejero funciona como un vigilante, consciente de la realidad de
la tentación, advirtiendo al aconsejado de los ataques del enemigo, y
ayudándolo a diseñar medios de defensa en contra de las estratagemas del
enemigo. Quinto, el consejero funciona
como maestro. El curso no termina cuando el discípulo
tiene un nuevo entendimiento bíblico.
La vida real es el campo de práctica, es el laboratorio. El maestro necesita continuar reforzando las
verdades que han sido aprendidas.
Deseo tomar estas cinco funciones y permitir que
estructuren nuestro examen de los tipos de tareas que son apropiados en esta
fase de la consejería.
1. Guía. Haz que el aconsejado construya una
Agenda Bíblica Personal. Primero, le
pido al aconsejado que establezca metas
para él mismo en las que se requieran cambios en él. Debe preguntarse, “¿En qué áreas de mi vida diaria, Dios me está
llamando a cambiar? (Ejemplo, cambios en el estilo de vida personal y los
hábitos, cambios en las relaciones y cambios en la situación de vida). Segundo, le pido al aconsejado que, debajo
de cada meta, escriba una lista de maneras específicas de lograr esa meta. El aconsejado está creando una lista de Tareas Estratégicas. Los cambios instituidos tienen un propósito;
deben hacer que el aconsejado se mueva hacia las metas de Dios. Tercero, le pido al aconsejado que
establezca prioridades tanto con respecto a las metas como a las tareas
escritas debajo de cada meta. Durante
nuestra siguiente sesión afinamos el plan para que el aconsejado comience a
actuar.
Otra manera de ayudar al aconsejado
a enfocarse durante la fase de acción en la consejería es trabajar en una lista
de “Vestirse/despojarse”. Quiero que el
aconsejado se pregunte, “¿Qué cosas de mi vida, mis hábitos personales, mis
relaciones y mi situación de vida necesitan ser abandonadas? ¿Qué no he estado
haciendo que se que debo tener el compromiso de hacer?” Les dejo esto como una
tarea porque quiero que el aconsejado tome responsabilidad de esta clase de
autoexamen y planeación bíblica. La
planeación específica nos lleva a la obediencia específica.
También es muy importante definir
las responsabilidades. Muchos
aconsejados están confundidos con respecto a las cosas de las que son responsables
y las que no. Para clarificar este asunto, les asigno una tarea sencilla basada
en el llamado de Dios a “confiar y obedecer”.
(Ver la tarea “Clarificando la responsabilidad”). La mayoría de la gente que ha hecho esta
tarea ha salido beneficiada. La
presento de una manera muy sencilla diciendo, “Todos nosotros tenemos dos
círculos en nuestras vidas, un círculo más pequeño de responsabilidad y un
círculo más amplio de preocupación.
Nuestro círculo de responsabilidad contiene todas las cosas que Dios nos
ha llamado para hacer. Aquí estamos
llamados a obedecer. Estas
responsabilidades no las podemos pasar a nadie más. Son mandamientos de Dios en nuestra situación ordenada por
Dios. El segundo círculo es el círculo
de la preocupación. En este círculo
están las cosas que son importantes para nosotros y son parte de nuestras
preocupaciones diarias pero que no es nuestra responsabilidad producirlas y no
están bajo nuestro control. En estas
cosas debemos confiar en Dios. Quiero
que tomes las cosas en tu vida y las coloques en el círculo
correspondiente.” Está tarea ha
demostrado ser un método sencillo de clarificar el asunto de la
responsabilidad. También clarifica la
causa de enojo, ansiedad, temor, manipulación, pasividad, y muchos otros pecados. La raíz de toda clase de mal es intentar
controlar donde eres llamado a confiar y no actuar donde eres llamado a
obedecer.
Una de las maneras en las que
introduzco esta tarea es llevando al aconsejado a Romanos 12:17-21. Pablo discute acerca de cuando alguien peca
en tu contra. Distingue entre la
responsabilidad de Dios y la nuestra: no es nuestro deber pagar mal por mal; a
Dios le corresponde la venganza.
Nuestra responsabilidad es vencer el mal con el bien. Pablo dice, “dejad lugar a la ira de Dios”. El está diciendo, “no intentes hacer el
trabajo que le corresponde a Dios; no te entrometas. Encomienda la venganza a Dios y haz lo que claramente te está
ordenando que hagas”. Pablo también
dice “mientras dependa de vosotros estad en paz con todos”. Tu responsabilidad es buscar la paz. Pero no eres responsable de cambiar a las
otras personas o convertir a un enemigo en amigo. Debes confiar el resultado de tus esfuerzos a Dios – ya sea
agradable o triste. Este pasaje provee
una forma simple de introducir la tarea acerca de la responsabilidad. Úsala o
adáptala a aquellos a quienes aconsejas.
2. Amigo. El enfoque aquí es
animar y apoyar al aconsejado con el evangelio cuando ellos realizan el duro
trabajo de la aplicación. Generalmente,
les asigno estudios guiados de pasajes de la Escritura que subrayan nuestra
identidad como hijos de Dios, la esperanza del evangelio, las promesas de Dios,
los recursos que Dios ha provisto, el poder que Dios nos da para cambiar y
obedecer, el ministerio actual del Espíritu Santo, el ver la lucha de hoy desde
la perspectiva de la eternidad, y el poder de Dios sobre el mal. Diseño cada tarea para las necesidades del
aconsejado en particular, le pido que se la lleve a casa y trabaje en ella
durante la semana, y luego la discutimos juntos al principio de la siguiente
sesión.
3. Pastor.
En Hebreos 13 el pastor es descrito como alguien que cuida al pueblo de
Dios, como alguien que va a dar cuentas.
La consejería es más que proveer consejos. La consejería tiene una función pastoral. Soy personalmente responsable delante de
Dios de la gente que ha puesto bajo mi cuidado. El pastor no sólo le da la verdad de Dios a la gente; también les
pide cuentas en cuanto a la fe y obediencia a la verdad. En esta función les
asigno dos tipos de tareas. La primera
es una tarea de evaluación. La presento
de esta manera:
·
Cosas
que he aprendido (acerca de Dios, de mí mismo, de la vida, el evangelio, mi
situación de vida, etc.)
·
Cosas
que necesito aprender (áreas de confusión o duda).
·
Cosas
que he cambiado (lista cambios específicos que han ocurrido)
·
Cosas
que todavía necesitan cambiar
·
Cosas
que estoy haciendo para atender las áreas donde se necesita el cambio.
Uso el formato tarea – discusión – acción que ya
he mencionado varias veces.
La segunda tarea que empleo aquí es el
diario. Lo presento al aconsejado con
las cinco preguntas, de la misma manera como describí anteriormente en este
artículo. Esto funciona muy bien como
evaluación y como medida de supervisión.
También es fácil comparar este diario con el diario hecho anteriormente
en otra etapa de la consejería. Esto
lleva al aconsejado a la alabanza sincera y al reconocimiento de la necesidad
de consistencia, disciplina y mayores cambios.
5.Vigilante.
Aquí el consejero funciona de dos maneras principales. Primero, el vigilante advierte. Quiero mantener al aconsejado alerta de los
ataques del enemigo. Segundo, el
vigilante protege. Quiero ayudar al
aconsejado a establecer defensas apropiadas contra estos ataques. Daré un ejemplo de una tarea correspondiente
a cada función:
·
Advertencia:
Una tarea frecuente es una lista de “puntos de presión”. Lo que quiero es que el aconsejado
identifique dónde están teniendo lugar las luchas. Quiero que identifiquen en qué son tentados a romper las reglas y
tomar atajos. Y quiero que consideren
por qué son particularmente vulnerables en estos puntos. La discusión que produce esta tarea es muy
útil para preparar la agenda de la siguiente tarea.
·
Protección:
Después de la tarea de los “puntos de presión”, usualmente le pido al
aconsejado que diseñe un plan contra la
tentación para lidiar con los lugares donde está ocurriendo el ataque. A menudo, ya que los aconsejados han hecho
la tarea y la hemos comentado, les pido que escriban los elementos importantes
en una tarjeta, para tenerlos disponibles en el momento que la tentación
ataca. El plan incluye tres cosas:
·
Cosas
para pensar (pasajes importantes, conceptos bíblicos importantes,
advertencias).
·
Acciones
para realizar (cosas que deben hacerse para tener la victoria sobre la
tentación).
·
Una
persona a quien llamar (alguien que haya estado de acuerdo a estar “de guardia”
como apoyo y ánimo en tiempo con estos sean necesitados.
5. Maestro.
Finalmente, funciono como un maestro en medio de los estudiantes
reunidos alrededor de la mesa del laboratorio.
El guía la aplicación del trabajo.
El maestro hace preguntas y observaciones que los estudiantes tal vez no
hagan. Inclusive enseña cosas nuevas
cuando es apropiado. Así, yo como un
“experto en la materia” continuo enseñando a mis aconsejados cuando aplican las
cosas que han aprendido. Quisiera
mencionar dos tipos de tareas de enseñanza.
Primero tenemos la tarea de interpretación bíblica. El
propósito de esta tarea no sólo es ayudar al aconsejado a pensar bíblicamente
acerca de su vida sino también a aprender el proceso del desarrollo del
entendimientos e interpretación bíblica válida de las cosas con las que tiene
que lidiar diariamente. Identificamos
situaciones que todavía provocan confusión o lucha. Encontramos pasajes relevantes de la Escritura y los asignamos
como tarea. Le pido al aconsejado que
se haga cuatro preguntas en cada pasaje:
·
¿Cómo
describe esto Dios?
·
¿Cuál es
propósito de Dios en esto?
·
¿Qué
quiere Dios que haga?
·
¿Qué
recursos me ha dado Dios para esto?
Luego tomamos lo que ha aprendido de la Escritura
y le ayudo a usarlo para interpretar lo está experimentado.
El segundo tipo de tarea que asigno en mi función
de enseñanza es la tarea de nuevo tema. Esta tarea está orientada a los temas
específicos que el aconsejado no entiende desde una perspectiva bíblica. Algunos ejemplos de estos temas podrían ser
finanzas, sexo, trabajo y carrera, la iglesia, la educación de los hijos,
comunicación, vida devocional personal, etc.
Diseño estudios guiados apropiados al nivel de madurez del
aconsejado. Deseo que aconsejado excave
un poco antes de que discutamos juntos el tema.
La meta final de la consejería es llegar a la
acción. Tiene que ver con realmente
hacer lo que Dios me ha llamado a hacer en el lugar de la vida que Él ha
ordenado para mí. Para los consejeros
este paso de acción significa guiar, ser amigo, pastorear, proteger y
enseñar. La tarea es una de las
herramientos que el consejero bíblico debe usar para cumplir estas metas. Las razones de todo esto son muy
claras. Esta fase de la consejería se
dirige a la acción. La tarea logra eso
exactamente. Requiere que el aconsejado
actúe. Requiere que acepte
responsabilidad por los cambios en su vida.
Requiere que excave, estudie, evalúe, haga, y haga de nuevo. Y que edifique su músculo espiritual y
disciplina espiritual al mismo tiempo.
Es difícil enfatizar demasiado la importancia de
las tareas en la consejería que tenemos con personas como Sue, Fran y Bill,
Judy y Bart, a quienes Dios envía a nuestro camino. La tarea no es un lujo.
No es algo que se agrega al proceso normal de consejería bíblica. Es una parte vital de la consejería bíblica
productiva. Las tareas son útiles ya
sea que estemos edificando relaciones, recabando información, confrontando el
pecado, ofreciendo el consuelo de Cristo, o haciendo aplicaciones
concretas. Hacen que el aconsejado se
mantenga activo; lo mantiene en la Escritura; involucra el corazón; lo hace
responsable de su comportamiento. Jay
Adams, al discutir acerca de las tareas, dice:
“Desde el principio, se requiere a los
aconsejados que hagan lo que Dios espera de ellos a la luz de la Escritura y en
dependencia del poder del Espíritu Santo.
El consejero no hace la tarea en lugar de ellos. El los dirige; él es un pastor que guía a
las ovejas. Sin embargo, ellos realizan
su trabajo. El insiste en que ellos
aprendan a “ocuparse de su salvación” (solución) a través de la obediencia a
Dios y dependencia en Su ayuda. Las
tareas ponen el énfasis donde es debido – en la responsabilidad del aconsejado
hacia Dios y su prójimo”[10]
Respondiendo a las Circunstancias de la Vida
Lee el siguiente cuento cuidadosamente. (El consejero escribe un párrafo que
relaciona con una de las circunstancias en la vida del aconsejado.)
Escribe cinco maneras en que una persona debe de
responder a la situación arriba y luego piensa en la meta o propósito de cada
una.
RESPUESTA RESPUESTA
1. 1.
2. 2.
3. 3.
4. 4.
5. 5.
¿Cómo has
respondido tú a ___________________________?
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
¿Qué te
dice esto acerca de los deseos y propósitos de tu corazón?
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
ACLARANDO RESPONSABILIDAD
Cambios que tengo que hacer:
[1] Presenté a Fran y Bill en mi artículo previo, “Las tareas y la Consejería Bíblica”, The Journal of Biblical Counseling, XI:2 (Winter, 1993), pag. 22
[2] Mateo 7:1-5; Lucas 6:37-42
[3] Hebreos 4:15-5:9 es un pasaje notable que motiva la confianza en Cristo a través de remarcar Su identificación con nosotros.
[4] Ver 2 Corintios 1:3-4, 1 Tesalonisenses 2:2-10, y Hehos 20:17-38 que son tres pasajes extensos en los que el amor y la honestidad personal establecen el escenario para el ministerio efectivo de la Palabra. Pablo continuamente construye la relación con sus oyentes, aun en esas epístolas que son relativamente más “impersonales” y “objetivas” (por ejemplo, Efesios, Colosenses, Romanos):
[5] Efesios 4:15
[6] Un ejemplo de un Inventario de Información Personal (IIP) puede ser encontrado en “The Christian Counselour´s Manual” (USA: Presbyterian & Reformed, 1973) de Jay Adams, páginas 433-435.
[7] Esta hoja puede se útilmente combinada con el pamfleto de Jay Adams, “Christ and your Problems” (Phillipsburg, New Jersey: Presbyterian & Reformed, 1971) el cual explica 1 Corintios 10.13
[8] 2 Samuel 12:24-25
[9] Por ejemplo: versos 2-5, 17, 18, 25
[10] Jay E. Adams, The Christian
Counselor´s Manual (USA:Presbyterian & Reformed, 1973), p. 306