Clase de
Membresía
La Iglesia Evangélica
Presbiteriana del Perú
I. Introducción:
El propósito de este curso de membresía es capacitar a
una persona para ser miembro de la Iglesia Evangélica Presbiteriana del
Perú. Con esta finalidad se dividirá el curse en tres partes. La
primera clase trata de qué es un Cristiano, dado que la Iglesia es la
sociedad de Cristianos. Nuestro punto de vista es que “una iglesia no
tiene derecho de hacer nada una condición de membresía que Cristo
no ha hecho una condición de salvación.” (A. A. Hodge,
Outline of Theology, 14.) Pues, esta clase es la más primordial.
La segunda clasa explica los distintivos de la Iglesia Reformada, de la cual la
I. E. P. P. es parte. La razón por ello es poner en claro la perspectiva
bíblica con la cual la I. E. P. P. está comprometida y desde la
cual pastorea y gobierna a sus miembros. La tercera clase resume la
enseñanza bíblica acerca de la importancia de la Iglesia. En esta
discusión se explicará los privilegios y deberes de los
miembros.
II. Primera Clase: El Plan de la
Salvación
El propósito de esta primera clase de membresía es
resumir la enseñanza bíblica acerca de cómo puede el hombre
llegar a ser salvo. Puesto que la Iglesia es la comunidad de aquellos a quienes
Dios ha salvado, es preciso que se empiecen las clases de membresía
aquí. Para lograr un concepto adecuado de la salvación, conviene
que se elabore el estudio conforme al siguiente bosquejo.
Se incia el
estudio con la declaración del problema que cada ser humano enfrenta, a
saber, su pecado y la justicia de Dios. De allí se elabora la
solución insituida por Dios para salvar a su pueblo pecaminoso.
Siguiendo esto lógicamente, se explica la respuesta necesaria de parte de
los hombres a su salvación realizada. Luego, se expone el efecto
inevitable en la vida de la persona que responde apropiadamente a la
salvación cumplida por Cristo. Y, en fin, se clarifica qué es la
Iglesia.
Siguiendo este estudio bíblico se incluye el
Capítulo V de “El Reglamento” de la IEPP, que trata de
cómo una persona puede hacerse miembro de la Iglesia, y las preguntas que
se les presenta a personas cuando se hacen miembros de la Iglesia por
profesión de fe y cuando dichos miembros presentan a sus niños
para bautizarse.
- El Problema Central:
Cada ser humano confronta un
problema muy grave: Dios es justo y él es pecador. La pregunta
más primordial es así: ¿Cómo puede un pecador ser
acepto por Dios? (cp. Job 25:1-4; Hechos 2:37; 16:30)
- Dios es justo.
- Dios es infinitamente justo en sí mismo, a saber, hay una ley
perfecta en la naturaleza esencia de Dios por la cual todas las otras leyes
tienen que ser juzgadas : (Génesis 18:25; Deuteronomio 32:4; Job 4:17;
Salmo 111:7; 119:137; 145:17; Isaías 24:16; 45:19; Jeremías 23:5;
San Juan 17:25; II Timoteo 4:8; I Juan 2:29; 3:7)
- Basado en esta justicia esencial, Dios debe mantenerse en contra de toda
violación de su Santidad y deja ver en todo sentido que El es Santo.
(Éxodo 23:7; I Reyes 8:32; Esdras 9:15; Nehemías 9:8; Job 9:20;
Samo 51:4; Jeremías 12:1; Lamentaciones 1:18; Daniel 9:14; Apocalipsis
16:5)
- Todo hombre es pecador.
- El hombre está nacido en pecado. (Génesis 6:5; 8:21; Salmo
51:5; Jeremías 17:9; Romanos 5:12-21; 7:18, 23)
- El hombre comete pecados con sus pensamientos, sus palabras y sus obras.
(Romanos 3:9-20; cp. Pensamientos Mateo 5:21-30; 6:1-4; Palabras
Mateo 6:33-37; Obras Salmo 51:1-4; Juan 3:19-21)
- Dios tiene que castigar los pecadores. (Éxodo 32:33; Números
15:31; Salmo 11:6; Isaías 1:24, 28; Mateo 3:10; 25:31-46; II
Tesalonicenses 1:5-9; Apocalipsis 20:11-15)
- La Solución.
La buena nueva es que Dios, en su
amor, no quiso dejar a su pueblo en su condición de pecado y miseria sino
que envió a su Hijo amado, Jesucristo, a esta tierra para sufrir en
nuestro lugar y resusitar para darnos vida eterna. Jesucristo es Dios y hombre
en una sola persona. (Juan 1:14)
- Jesucristo vino en respuesta al amor de Dios por su pueblo. (Juan 3:16;
Romanos 5:8; 8:29-32; Efesios 1:4-10)
- Jesucristo vino para lograr nuestra salvación.
- Jesucristo vivió una vida perfecta en nuestro lugar. (II Corintios
5:21)
- Jesucristo sufrió el castigo que merecemos por nosotros.
(Isaías 53:10-13; Romanos 3:21-26, Hebreos 2:9-18;
9:11-28)
- Nuestra Respuesta.
La Biblia dice que Jesús ha
logrado la salvación por su pueblo. Pues, esta pregunta nos queda:
¿Cómo recibimos la salvación lograda por
Cristo?
- Nos apropiamos de esta salvación respondiendo en fe y
arrepentimiento.
- La fe es confiar solamente en Cristo para la salvación. (Hechos
16:31; Efesios 2:8-9)
- El arrepentimiento es sentir dolor por nuestros pecados, aborrecerlos y
abandonarlos porque son detestables a la vista de Dios. (Lucas 15:17-18; Hechos
2:37-38)
- Ilustración de Romanos 6:23.
- La obra de la salvación puede ser explicada con más
precisión teológica si hablamos en términos de la
justificación. La pregunta 70 del Catecismo Mayor de Westminster resume
bien la enseñanza bíblica acerca de la
Justificación:
P.70. ¿Qué es la
justificación?
- La justificación es el acto de la libre gracia de Dios hacia los
pecadores, en la cual él perdona todos sus pecados, acepta sus personas y
las cuenta como justas delante de él; no por alguna cosa obrada en ellos,
o hecha por ellos, sino solamente por la perfecta obediencia y plena
satisfacción de Cristo que Dios les imputa, y que ellos reciben solamente
por fe.
- La justificación es un acto de la libre gracia de Dios.
- La justificación ocurre una sola vez. (Génesis 15:6; Romanos
4:3-5)
- La justificación proviene de la gracia de Dios.
- En la justificación Dios el Juez justo nos provee con las siguientes
bendiciones: (II Coríntios 5:19, 21; Romanos 3:21-26)
- El perdona nuestros pecados.
- El acepta nuestras personas.
- El nos cuenta como justos delante de él.
- No podemos obtener la justificación por nuestros esfuerzos o obras.
(Romanos 3:9-20; Lucas 18:9-14)
- El fundamento de nuestra justificación es la imputación a
nosotros de la perfecta obediencia y plena satisfacción de Cristo. (Mateo
3:15; Marcos 10:45; II Coríntios 5:21)
- Nuestros pecados están puestos a la cuenta de Jesús.
- La justicia de Cristo está puesta a nuestra cuenta.
- Recibimos la justificación mediante la fe. (Gálatas 2:16;
Efesios 2:8-9)
- No es sólo una fe en hechos históricos.
- Nos es sólo una fe temporal.
- La fe salvadora es una confianza en Cristo y sus promesas y un compromiso
con él y su voluntad. Esta fe es producida por el Espíritu Santo
y resulta en un deseo de agradar a Dios. (cs. “El Catecismo Mayor,”
Pregunta 73, 76.)
- El Resultado en Nuestras Vidas.
La fe verdadera, que
nos une a Jesús y a su salvación, produce un cambio en nuestras
vidas de tal modo que más y más morimos al pecado y vivimos por
El.
- Somos nuevas criaturas con el deseo y la capacidad de obedecer a Dios. (II
Corintios 4:6; 5:17; Efesios 5:8; Colosenses 1:13; I Tesalonicenses 5:5; I Pedro
2:9)
B. Este proceso puede ser explicado con más
presición teológica si hablamos en términos de la
santificación.
La pregunta 75 del Catecismo Mayor de Westminster
resume bien la enseñanza bíblica acerca de la
santificación:
P.75. ¿Qué es la
Santificación?
- La santificación es una obra de la libre gracia de Dios, mediante la
cual los que han sido elegidos por Dios antes de la fundación del mundo,
para ser santos, en el debido tiempo, son renovados en su totalidad según
la imagen de Dios. Esto se realiza mediante la poderosa operación de su
Espíritu, que aplica a ellos la muerte y resurrección de Cristo.
Teniendo, pues, los elegidos, las semillas del arrepentimiento para vida y todas
las demás gracias salvadoras puestas en sus corazones, las cuales las
tienen en ellos tan conmocionadas y fortalecidas, que más y más
mueren al pecado y resucitan a nueva vida.
- La santificación es una obra de la libre gracia de Dios.
- La santificación es un proceso. (II Coríntios 7:1)
- La santificación proviene de la libre gracia de Dios. (Efesios 1:4;
II Tesalonicenses 2:13)
- El proceso de la santificacion nos afecta en tres maneras: (II
Coríntios 3:18; Romanos 6:4-6; Gálatas 2:20; Efesios 4:23-24)
- Somos renovados en nuestra totalidad según la imagen de Dios.
- Más y más morimos al pecado.
- Más y más resucitamos a nueva vida.
- Dios nos santifica por medio de la operación del Espíritu
Santo.
- El Espíritu Santo mora en nuestros corazones. (Juan 14:26)
- El Espíritu Santo nos aplica la muerte y resurrección de
Cristo. (Romanos 8:1-11; Filipenses 3:10; Hebreos 2:14-15)
- El quebranta el poder del pecado.
- El nos vivifica con el poder de Cristo demostrado en la
resurrección.
- Cristianos deben unirse a la Iglesia de Cristo.
Una vez que hemos puesto nuestra fe en Jesucristo, nos
hacemos parte del pueblo de Dios y, por lo tanto, debemos unirnos a la Iglesia
de Cristo.
- En la Biblia, la palabra “Iglesia” en su sentido reglioso
siempre significa “una sociedad de Cristianos” o “una asamblea
de Cristianos.” Aunque la definición siempre es la misma, se debe
observar que sus aplicaciones son varias. En otras palabras, se le aplica,
según el interés del autor, a cualquier sociedad de Cristianos,
sea grande o sea pequeña.
- En Colosenses 4:15 se usa para referirse a un grupo de Cristianos tan chico
que puede entrar en una casa privada.
- En Hechos 11:22 significa “una sociedad de Cristianos” que
habitan en la misma ciudad y que, por autoridad excelente, numeró unos
miles de personas.
- En Hechos 7:38 se utiliza para denotar “una sociedad de
Cristianos” tan grande que abarca una nación entera.
- En I Corintios 12:28 se emplea para señalar “la sociedad de
Cristianos” que existe en el mundo porque es para ellos que Dios
levantó a los apóstoles y profetas.
- En Efesios 5:25 indica “la sociedad de Cristianos” en su sentido
más amplio—todos por los cuales murió Cristo—toda la
familia de Dios—todos los santos en el cielo y todos los creyentes en la
tierra, considerado como una gran
compañía.
- Podríamos explicar el significado con más presición aun
examinando la definición elaborada en La Confesión de Fe de
Westminster.
- “La iglesia católica o universal, la cual es invisible,
consiste en el número total de los elegidos que han sido, son, y
serán reunidos en uno, bajo Cristo su cabeza; y es la esposa, el cuerpo,
la plenitud de Aquél que lo llena todo en todo.” (Capítulo
XXV, Párafo I.)
- La iglesia católica es el verdadero pueblo de Dios por quienes Cristo
murió. (cp. Efesios 1:10, 22-23; 5:23. 27, 32; Colosenses 1:18)
- Esta iglesia traspasa todas las barreras de tiempo y nacionalidad en la
historia del mundo.
- “La iglesia visible, bajo el Evangelio también es
católica o universal (no está confinada a un país, como lo
estaba bajo la ley), consiste de todos aquellos, en todo el mundo, que profesan
la verdadera religión, juntamente con sus hijos; y es el reino del
Señor Jesucristo, la casa y familia de Dios, fuera de la cual no hay
posibilidad ordinaria de salvación. (Capítulo XXV, Párrafo
II; véase I Corintios 1:2; 12:12-13; Hechos 2:39; Génesis 17:7;
Isaías 9:7; Hechos
2:47)
CAPITULO V
DE LOS DISCIPULOS EN PLENA
COMUNION
Art. 24º.- Una persona llega a ser discípulo en
plena comunión de una Congregación de la siguiente
manera:
a) Por confesión de fe en Jesucristo como su Señor
y Salvador y recibimiento del bautismo.
b) Por profesión
pública de fe si hubiera sido bautizado en su niñez en dicha
Congregación local, en otra Congregación de la IGLESIA
EVANGELICA PRESBITERIANA DEL PERU, o en alguna otra Iglesia
evangélica del Perú o del extranjero.
c) Por profesión
pública de fe en Jesucristo, cuando no es posible la presentación
de la carta de transferencia; siempre que se tenga evidencia de su
membresía anterior.
d) Por carta de transferencia cuando proceda de
otra Congregación evangélica.
e) En todos los casos
será previamente capacitado, examinado y evaluado por el
Consistorio.
Art. 25º.- Los niños, hijos de los
discípulos en plena comunión de la Congregación, son
también discípulos de ella, quienes en virtud del Pacto de Gracia,
y por derecho de haber nacido dentro la relación del Pacto, tienen el
derecho a ser bautizados y de recibir el cuidado pastoral, instrucción y
dirección de la Iglesia, con el objeto de que profesen su fe en Cristo y
lleguen a ser discípulos en plena comunión.
Art.
26º.- Todas las personas bautizadas recibirán el solícito
cuidado, instrucción y gobierno del Consistorio. Los niños
bautizados, que habiendo llegado a ser adultos no hayan hecho aún
profesión de su fe en Cristo, recibirán el mismo cuidado. Sin
embargo, sólo los discípulos en plena comunión de la
Congregación, pueden participar de todos los derechos y deberes de
ella.
Art. 27º.- La edad recomendable, dependiendo del
criterio pastoral de cada consistorio, para que los niños bautizados como
infantes puedan hacer su profesión pública de fe en Cristo, y ser
recibidos como discípulos en plena comunión es de doce
años. Esto no significa que su conversión a Cristo no pueda haber
sucedido antes de dicha edad. Corresponde a los padres, y al Consistorio, buscar
en oración y enseñanza, conducir a los niños a Cristo, de
tal manera que hagan su profesión de fe en forma consciente, con
convicción y madurez espiritual.
FORMULA PARA LA RECEPCION DE MIEMBROS POR PROFESION DE
FE
- Cree que las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento fueron dadas
por inspiración del Espíritu Santo, y que por lo tanto, son la
regla infalible de fe y conducta cristiana?
- Cree que, en las Sagradas Escrituras, el Dios Unico, vivo y verdadero se ha
revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo?
- Cree que al fin de los tiempos, habrá resurrección de los
muertos, así de justos como de injustos, y que habrá un juicio
final, y que los injustos irán al tormento eterno, y que los justos
irán a la vida eterna?
- Confiesa que por naturaleza es pecador, pero que se ha arrepentido de sus
pecados y que espera la redención solamente por medio de la muerte
expiatoria de Jesucristo y por la Fe en El?
- Acepta los términos del Pacto con Dios y con su Iglesia y obedecer
los mandatos de nuestro Señor Jesucristo conforme a la Palabra de
Dios?
- Promete, con la ayuda de Dios, evitar toda conformidad pecaminosa con el
mundo?
- Promete buscar siempre la compañía y comunión con el
pueblo de Dios?
- Promete a esta iglesia, conducirse según sus reglas, y someterse con
gozo a su disciplina, y que procurará su paz y prosperidad, y que
tratará a sus miembros con la ternura y fidelidad que corresponde a
los
discípulos de Cristo y hermanos de una misma
familia?
FORMULA PARA INFANTES
- INSTRUCCIONES PARA LOS PADRES
Estimados hermanos en el
Señor, es necesario que ustedes comprendan lo
siguiente:
- Nosotros y nuestros hijos hemos heredado una naturaleza humana pecaminosa
desde el pecado de nuestros primeros padres, Adán y Eva. Por lo tanto,
para entrar en el Reino de Dios, debemos nacer del agua y del Espíritu
Santo (Juan 3:5) . Este nuevo nacimiento es simbolizado en el bautismo que
Jesucristo ha instituido.
- El bautismo también simboliza el lavamiento espiritual mediante el
perdón de nuestros pecados por la Gracia de Dios, mediante la fe en
Cristo. Asimismo, el bautismo simboliza la regeneración y
renovación que el Espíritu Santo ha obrado en nuestra vida (Tito
3:5).
- El bautismo es el sello externo del Pacto de Gracia que Dios hace con
nosotros por su Hijo Jesucristo como Mediador de este Pacto. Por lo tanto, en
este Pacto, nosotros nos obligamos a obedecer, a servir y a amar a Dios con todo
nuestro corazón, mente y alma.
- Aunque nuestros hijos, a su tierna edad no puedan entender el significado de
este Pacto de Gracia, no por eso debemos negarles esta señal del Pacto,
puesto que de la misma manera, sin ellos entender, son partícipes de la
condenación de Adán. Por lo tanto, en razón de la
naturaleza del Pacto de Gracia, que es con los padres y su descendencia,
nuestros hijos deben ser incluidos en el Pacto de Gracia. Así pues, dijo
Dios a Abrahám, padre de todos los creyentes: "Estableceré mi
Pacto entre mí y tí, y descendencia después de tí en
sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia
después de tí." (Génesis 17:7). Y el Espíritu Santo,
dice por boca de Pedro: "Porque para vosotros y para vuestros hijos es la
promesa" (Hechos 2:39).
- Asimismo, por la enseñanaza de la Palabra de Dios, el pueblo de Dios
aplicó la circuncisión a todos sus niños, con la cual los
incluían en el Pacto con Dios. Así también nosotros los
cristianos, buatizamos a nuestros hijos porque sabemos que el Bautismo ha sido
instituido por Cristo para substituir a la circuncisión como sello del
Pacto de Gracia. De esta manera consideramos a nuestros hijos herederos con
nostros del Reino y Pacto con Dios (Hechos 2:39; Mateo
19:14).
- CONFESION DE FE DE LOS PADRES EN LUGAR DE SUS NIÑOS
- ¿Ustedes, como padre (s), madre (s) de estos niños, aceptan
nuevamente el Pacto de Gracia, creyendo que incluye también a vuestros
hijos?
- ¿Creen ustedes ser pecadores, y que por lo tanto vuestros hijos han
heredado una naturaleza pecaminosa?
- ¿Creen ustedes que el Espíritu Santo es el único que
puede regenerar y santificar al hombre?
- Con la ayuda del Dios Trino, en cuyo nombre bautizaremos a vuestro (a) hijo
(a): ¿Prometen ustedes darle (s) buen ejemplo cristiano, e instruirlo (s)
en el conocimiento y obediencia de la Palabra de Dios, procurando que crezca y
que viva conofrme a las enseñanzas de la Palabra de
Dios?
- Bajo los términos de este Pacto de Gracia: ¿Prometen ustedes que
cuando vuestro(s) hijo(s) tenga(n) la edad suficiente, le (s) harán
comprender que tiene(n) el privilegio y santo deber de confesar
públicamente su Fe en Cristo como su Señor y Salvador
personal?
III. Segunda Clase: Los Distintivos
de la Iglesia Presbiteriana
Aunque la Iglesia Presbiteriana tiene varias doctrinas fundamentales en
común con las otras iglesias tales como la Trinidad, la Divinidad, la
Encarnación, y el Sacrificio Expiatorio del Hijo de Dios, hay ciertos
distintivos doctrinales que nos distingue de ellas. En esta clase, pues, se
estudiará los distintivos doctrinales que tratan de la Salvación
del Hombre, el Gobierno de la Iglesia, y el Bautismo de Infantes.
También, se incluye nuestra posición respecto a los
estándares subordinadas de la I.E.P.P.
- La Doctrina de la Salvación: La Iglesia Reformada busca
afirmar la dóctrina bíblica de que Dios es soberano sobre todo,
incluso la salvación de los hombres. El Creador del mundo es
también su Señor, obrando todo según el consejo de su
propia voluntad, realizando todo conforme a su plan predestinado desde antes de
la fundación del mundo. Teniendo ello en cuenta, podemos aplicar esta
perspectiva bíblica específicamente a la doctrina de la
salvación del hombre. Desde el inicio del siglo 17, se ha acostumbrado
explicar la doctrina reformada en cuanto a la salvación del hombre bajo
cinco puntos que juntos hacen justicia al punto de vista de la Biblia respecto a
la soberanía de Dios sobre la salvación del hombre.
A. La Depravación Total: Esta doctrina no enseña que el
hombre es lo más pecaminoso posible, sino que la corrupción de su
pecado afecta la TOTALIDAD de sus facultades—su mente, su voluntad, sus
efectos, etc.
- El hombre caído es espiritualmente MUERTO y así necesita
NACER DE NUEVO:
(Génesis 2:16-17; Romanos 5:12; Efesios
2:1-3; Colosenses 2:13; Salmo 51:5; 58:3; Juan 3:5-7.)
- El hombre caído es CIEGO y SORDO a la verdad espiritual, la mente
está oscurecida y el corazón es corrupto y
perverso:
(Génesis 6:5; 8:21; Eclesiastés 9:3;
Jeremías 17:9; Marcos 7:21-23; Juan 3:19; Romanos 9:7-8; I Corintios
2:14; Efesios 4:17-19; 5:8; Tito 1:15.)
- El hombre caído, hasta que sea regenerado, es un ESCLAVO al pecado
y a Satanás:
(Juan 8:34, 44; Romanos 6:20; Efesios
2:1-2; II Timoteo 2:25-26; Tito 3:3; I Juan 3:10; 5:19)
- El hombre caído es universalmente BAJO el poder del
pecado—no hay justo:
(II Crónicas 6:36 (con I
Reyes 8:46); Job 15:14-16; Salmo 130:3; 143:2; Proverbios 20:9;
Eclesiastés 7:20-29; Isaías 53:6; 64:6; Romanos 3:9-12; Santiago
3:3, 8; I Juan 1:8-10.)
- El hombre caído, dejado a sí mismo, es INCAPAZ de creer el
evangelio o de recibir a Cristo:
(Job 14:4; Jeremías
13:23; Mateo 7:16-18; Juan 6:44, 65; Romanos 11:35-36; I Corintios 2:14; 4:17;
II Corintios 3:5.)
- La Elección Incondicional: Esta doctrina afirma que Dios,
antes de la fundación del mundo, eligió a un pueblo de entre la
humanidad caída para ser los objetos de Su favor inmerecido.
- Dios tiene un pueblo elegido que El ha predestinado para la
salvación:
(Deuteronomio 10:14-15; Salmo 33:12; 65:4;
106:5; Hageo 2:23; Mateo 11:27; 22:14; 24:22, 24, 31; Lucas 18:7; Romanos
8:28-30, 33; 11:28; Colosenses 3:12; I Tesalonisenses 5:9; Tito 1:1; I Pedro
1:1-2; 2:8-9; Apocalipsis 17:14.)
- La elección no estaba basada sobre cualquier respuesta o hecho
realizado por los elegidos. La fe y las buenas obras son el RESULTADO y no la
causa de la elección:
(Juan 15:16; Hechos 13:48; 18:27;
Romanos 9:11-13, 16; 10:20; I Corintios 1:27-29; Filipenses 2:12-13; Efesios
1:4, 12; 2:10; II Timoteo 1:9; Santiago 2:5.)
- La elección se basa sobre LA MISERICORDIA SOBERANA de Dios. Es la
voluntad de Dios, y no la del hombre, que determina a quienes serán
salvos.
(Éxodo 33:19; Deuteronomio 7:6-7; Mateo 20:15;
Romanos 9:10-24; 11:4-6; Efesios 1:5.)
4. La elección es solamente
una parte de la verdad más amplia que Dios es ABSOLUTAMENTE
SOBERANO—Dios hace lo que El quiere y nadie puede frustrar Su
propósito:
(Job 42:1-2; Salmo 115:3; 135:6; Isaías 14:24,
27; 46:9-11; 55:11; Jeremías 32:17; Daniel 4:35; Mateo
19:26.)
- La Expiación Particular: Esta doctrina nos enseña que
Cristo murió, no para hacer la salvación POSIBLE PARA TODOS, sino
para hacerla SEGURA PARA SU PUEBLO.
- Cristo vino PARA SALVAR:
(Mateo 1:21; Lucas 19:10; II
Corintios 5:21; Gálatas 1:3-4; I Timoteo 1:15; Tito 2:14; I Pedro
3:18.)
- A Su pueblo: Isaías 53:8; Mateo 1:21.
- A Sus ovejas: Juan 10:11, 14-15.
- A los dados por el Padre: Juan 17:6, 9-10.
- A muchos: Mateo 20:28; 26:28.
- A nosotros: Romanos 5:8; 8:32; Tito 2:14; Apocalipsis 5:9.
- A la Iglesia de Dios: Hechos 20:28; Efesios 5:25-27.
- A Sus elegidos: Romanos 8:32-35.
- A los Suyos: Juan 13:1.
(Donde se lee en la Biblia que
Cristo murió por “el mundo” o por “todos los
hombres,” vale reconocer que hubo necesidad de corregir la idea prevalente
en aquel entonces, que la salvación era solamente para los judios, y
estas expresiones sirven para mostrar que Cristo murió, no sólo
por los judios, sino también por los Gentiles—es decir por todos
los hombres SIN DISTINCION (por ejemplo, de raza o nacionalidad), pero no por
todos los hombres SIN EXCEPCION. Véase Romanos 3:29-30; Apocalipsis 5:9.
No ha redimido todo linaje y lengua y pueblo y nación, sino a un pueblo
DE (fuera de) todo linaje y lengua y pueblo y nación.)
- Por Su sacrificio, Cristo aseguró para Su pueblo la
reconciliación, la justificacion y la santificación:
- La reconciliación: Romanos 5:10; II Corintios 5:18-19;
Efesios 2:15-16; Colosenses 1:21-22.
- La justificación: Romanos 3:24-25; 5:8-9; I Corintios 1:30;
Gálatas 3:13; Colosenses 1:13-14; Hebreos 9:12.
- La regeneración y santificación: Efesios 1:3-4;
Filipenses 1:29; Hechos 5:31; Tito 2:14; 3:5-6; Efesios
5:25-26.
- La Gracia Irresistible: Esta doctrina declara que mientras el
llamamiento exterior y general del Evangelio, que se extiende a todos los que lo
oyen, puede ser rechazado, el llamamiento interior y particular del
Espíritu, que se extiende a los elegidos, no puede ser resistido.
- La salvación es la obra del Espíritu Santo como
también del Padre y del Hijo:
(Romanos 8:14; I
Corintios 2:10-14; 6:11; 12:3; II Corintios 3:6, 17-18; I Pedro 1:2.)
- Por la regeneración, los pecadores reciben la vida espiritual y
son hechos hijos de Dios—La regeneración es obra del
Espíritu y en ninguna manera depende de la ayuda del hombre:
- El Autor del nuevo nacimiento es el Espíritu.
- El instrumento es la Palabra.
El pecador recibe una
nueva naturaleza y se hace en Cristo una nueva
creación:
(Deuteronomio 30:6; Ezequiel 36:26-27; Gálatas
6:15; Efesios 2:10; II Corintios 5:17-18.)
El Espíritu levanta al
pecador ede un estado de muerte espiritual, haciéndolo
vivir:
(Juan 5:21; Efesios 2:1, 5; Colosenses 2:13.)
- Dios revela a Su pueblo los secretos de Su reino por el
Espíritu:
(Mateo 11:25-27; 13:10-11, 16; 16:15-17;
Lucas 8:10; 10:21; Juan 6:37, 44-45, 64-65; I Corintios 2:14; Efesios
1:17-18.)
- La FE y el ARREPENTIMIENTO son DADIVAS DIVINAS labradas en el alma por la
obra regeneradora del Espíritu Santo:
(Hechos 5:31;
11:18; 13:48; 16:14; 18:27; Efesios 2:8-9; Filipenses 1:29; II Timoteo
2:25-26.)
- Además del llamamiento exterior del Evangelio, hay el llamamiento
interior del Espíritu que resulta en la
conversión:
(Romanos 1:6-7; 8:30; 9:23-24; I Corintios
1:1-2, 9, 23-31; Gálatas 1:15-16; Efesios 4:4; II Timoteo 1:9; Hebreos
9:15; I Pedro 1:15; 2:9; 5:10; II Pedro 1:3; Judas v. 1; Apocalipsis 17:14.)
- La aplicación de la salvación es enteramente de la gracia
efectuada por el poder todopoderoso y soberano de
Dios:
(Isaías 55:11; Juan 3:27; 17:2; Romanos 9:16; I
Corintios 3:6-7; 4:7; Filipenses 2:12-13; Santiago 1:18; I Juan
5:20.)
- La Perseverancia de los Santos: Esta doctrina nos asegura que una vez
regenerado por el Espíritu, el creyente es unido a Cristo y eternamente
seguro en El. Ha sido predestinado para la gloria eterna y consiguientemente
asegurado del cielo. (Véase La Confesión de Fe de
Westminster, Capítulo 17, Párrafo 1.)
- El creyente ya tiene VIDA ETERNA, es guardado por el poder de Dios, y
nada puede separarle del amor de Dios:
(Isaías 43:1-3;
54:10; Jeremías 32:40; Mateo 18:12-14; Juan 3:16, 36; 5:24; 6:35-40, 47;
10:27-30; 17:11-12, 15; Romanos 5:8-10; 8:1, 29-30, 35-39; I Corintios 1:7-9;
10:13; II Corintios 4:14, 17; Efesios 1:5, 13-14; 4:30; Colosenses 3:3-4; I
Tesalonisenses 5:23-24; II Timoteo 4:18; Hebreos 9:12, 15; 10:14; 12:28; I Pedro
1:3-5; I Juan 2:19, 25; 5:4, 11-13, 20; Judas v. 1, vv. 24-25.)
- La Doctrina de la Iglesia: En la historia de la Iglesia Primitiva que
se da en el Nuevo Testamento, no hay una forma de gobierno eclesiástico
detallado sistemáticamente, pero sí hay ciertas indicaciones que
conducen a la forma de gobierno que se acostumbra llamarse
“Presbiterianismo.” El Nuevo Testmanto manifiesta ciertos principios
básicos a los cuales esta forma de gobierno trata de hacer justicia.
- Los Seis Principios del Gobierno en la Iglesia Apostólica:
- En la Iglesia Apostólica los oficiales fueron elegidos por el pueblo.
(Hechos 1:13-26; 6:1-7; 14:23)
- En la Iglesia Apostólica los oficios de anciano (presbítero) y
obispo son los mismos. (Tito 1:5-7; Hechos 20:17, 28)
- En cada congregacion en la Iglesia Apostólica, hubo una pluralidad de
ancianos (presbíteros) o obispos. (Hechos 14:23; 20:17; Filipenses
1:1)
- En la Iglesia Apostólica la ordinación, la cual es la
designación de una persona a su oficio eclesiástico con la
imposición de manos, fue la obra del presbiterio (la pluralidad de
ancianos). (Hechos 6:6; 13:1-3; I Timoteo 4:14; 5:22)
- En la Iglesia Apostólica hubo un privilegio de apelación a la
asamblea de ancianos y el derecho de gobierno ejercido por ellos en su
carácter corporativo. (Hechos 15; 16:4)
- Hubo un desacuerdo entre los Cristianos en Antioquía, pues, enviaron
a Pablo y Bernabé a Jerusalén para reunirse con los
apóstoles y ancianos. (Hechos 15:1-21)
- Después de deliberar el asunto, ellos toman una desición y
mandan una carta a las Iglesias demandando sumisión. (Hechos 15:22-35;
16:4)
- En la Iglesia Apostólica Jesucristo se vio como la única Rey y
Cabeza de la Iglesia. (Gálatas 1:1; 2:11; Marcos 12:17; II Corintios
1:24; I Pedro 5:3)
- Ningún potentado humano tiene derecho a Señorear sobre la
Iglesia. (Gálatas 1:1; Marcos 12:17)
- Poder supremo espiritual no está depositado en ningún oficial
eclesiástico por sí mismo. (I Pedro 5:3; II Corintios 1:24;
Gálatas 2:11)
- Jesucristo es el único cabeza de la Iglesia, quien está
revestido de todo poder. (Efesios 1:20-23; 5:23; Colosenses
1:18)
- La forma de Gobierno en la Iglesia Presbiteriana concuerda bien con estos
seis principios de la Iglesia Apostólica.
- Al igual que en la Iglesia Apostólica, en la Iglesia Presbiteriana
los miembros de la Iglesia eligen a sus oficiales.
- Al igual que en la Iglesia Apóstolica, en la Iglesia Presbiteriana el
oficio de anciano (presbítero) y obispo es el mismo.
- Al igual que en la Iglesia Apostólica, en la Iglesia Presbiteriana
hay una pluralidad de ancianos (presbíteros) o obispos.
- Al igual que en la Iglesia Apostólica, en la Iglesia Presbiteriana se
ordenan con la imposición de manos por una pluralidad de ancianos.
- Al igual que en la Iglesia Apostólica, en la Iglesia Presbiteriana se
asegura el derecho de apelación y de gobierno por el presbiterio. Se
puede apelar por consejo o por decisión. Una congregación puede
resolver sus problemas dentro de su propia congregación a través
de su presbiterio local (o consistorio) o, si no se soluciona el problema, puede
apelarlo al presbiterio de todas las Iglesia Presbiterianas en la
denominación en el distrito. Además, si el problema sigue no
resuelto, se puede apelar al presbiterio del distrito más grande que se
llama el Sínodo y hasta la Asemblea General, que es el presbiterio de
todas las Iglesias Presbiterianas en la denominación en el país.
- Al igual que la Iglesia Apostólica, en la Iglesia Presbiteriana se
reconoce que Cristo es el Rey y Cabeza de la Iglesia.
- La Doctrina del Bautismo: Las Iglesias Presbiterianas creen que es un
deber y un privilegio bautizar a los niños de miembros de la Iglesia.
Esta doctrina no se mantiene en razón de la tradiciones humanas sino en
razón de la enseñanza bíblica. Esto se ve en el siguiente
resumen.
- La Biblia vincula la circuncisión del Antiguo Testamento con el
bautismo del Nuevo Testamento como es sacramento iniciador del pueblo de Dios.
Como tal se ve claramente que la circuncisión tiene el mismo significado
espiritual que el bautismo.
- Ambos sacramentos significan unión con Cristo.
- Circuncisión: La bendición más alta del Pacto
Abrahámica era unión con Dios. (Génesis 17:7) La
circuncisión señala a esta realidad espiritual. (Génesis
17:13; Hechos 7:8)
- Bautismo: La formula del bautismo dada en Mateo 28:19 indica
unión con el Dios trino. Además, Romanos 6:4-6 expone la realidad
espiritual del bautismo como unión con Cristo en su crucifixión,
muerte y resurrección. Dénse cuenta de cuantas veces se utiliza
la palabra “juntamente” y la frase “con el.”
- Ambos sacramentos simbolizan la eliminación de la polución del
pecado.
- Circunsición: Esta idea se da en Génesis 17:14 cuando
Dios dice que un varón en la casa de Abraham que no se circuncida
“será cortado del pueblo; ha violado mi pacto.” Al
circuncidarse significa al separase del mundo pecaminoso. (cp. Deuteronomio
10:16; 30:6; Jeremías 4:4; 6:10)
- Bautismo: Colosenses 2:11-12 expone el significado de la
circunsición como “echar de vosotros el cuerpo pecaminoso
carnal” y conecta este sacramento con el bautismo.
- Ambos sacramentos señalan la justificación por fe.
- Circunsición: Romanos 4:1-11 enseña que el sacramento
de la circunsición impartida a Abraham y a su familia era la señal
y el sello de la justicia de la fe. (cp. Génesis 15:6; 17:10)
- Bautismo: En Filipenses 3:3 Pablo declara que la fe en Cristo nos
salva y no el sacramento de la circunsición. (Hubo personas que
todavía pensaban que la circunsición era esencial para la
salvación.) La circunsición fue abolida oficialmente en la
Iglesia Primitiva en Hechos 15 y Colosenses 2:10-11 indica que el bautismo lo
reemplazó. Además, Hechos 2:38; 22:16; y I Pedro 3:21 presentan
el bautismo como la señal de la justificación de los
pecados.
- El Nuevo Testamento expone una continuidad entre la manera en que Dios
actuaba en el Antiguo Testamento y la manera en que actúa después
de Cristo. Si Dios concedió el sacramento iniciador a los niños
en el Antiguo Testamento, debemos esperar que en el tiempo de la abundancia de
gracia en Jesucristo que Dios también les concedería a los
niños el sacramento iniciador. Y, esto es precisamente lo que vemos en
el Nuevo Testamento.
- En Romanos 4:16 Abraham se describe como el padre de todos los que creen en
Jesus y, por eso, somos herederos de las mismas promesas. (cp. Gálatas
3:6-9) Es correcto, pues, considerar que Dios trate a su pueblo en el nuevo
pacto de igual modo.
- La circunsición en el Antiguo Testamento era administrada a los
niños varones en la familia de Abraham por mandato de Dios, demostrando
que su gracia extendía de una forma especial a los niños.
(Génesis 17:9-14; 21:4; Éxodo 4:24-26) A los niños, pues,
se les consideró como miembros de la Iglesia en razón de la fe de
sus padres. (Josué 8:35; II Crónicas 20:13; Esdras 8:21;
Nehemías 12:43) Dios siempre enfatizaba la importancia de la familia en
su programa de la salvación. (Génesis 18:18-19; Deuteronomio
6:4-9)
- Cristo y sus apóstoles uniformemente hablaron y trataron a los
niños bajo la idea que permanecían en la misma relación que
habían tenido siempre con la Iglesia. (Jesús: Mateo 19:14;
Lucas 18:16; Apóstoles: Efesios 1:1 con 6:1-3; Colosenses 1:1-2
con 3:20; I Corintios 7:14) Y en la Iglesia Primitiva se nos relata que
hubo varios bautismos de familias enteras que casí sin
dudas incluían niños. (Hechos 16:15, 33; 18:8; I Corintios 1:16)
- Los Estándares Subordinadas: La I.E.P.P. suscribe al sistema
de doctrina elaborada en los documentos La Confesión de Fe de
Westminster, Los Catecismos Mayor y Menor de Westminster, y La
Forma de Gobierno Eclesiástico.
- La I.E.P.P. cree, como dice Capítulo 1, Párrafo X de La
Confesión de Fe de Westminster, que “El Espíritu Santo,
que habla en la Biblia, y de cuya sentencia debemos depender, es el único
Juez Supremo por quien deben definirse todas las controversias religiosas, y por
quien deben examinarse todos los decretos de los concilios, las opiniones de los
antiguos escritores, doctrinas humanas, y opiniones individuales.” En
resumen, se mantiene que la Biblia es la única regla de fe y de conducta
por la cual se debe juzgar las opiniones humanas.
- Desde este punto de vista, la I.E.P.P. adopta los estándares
subordinadas porque cree que manifiesta fielmente el sistema de doctrina
expuesto en la Biblia. Pero, desde que la Biblia siempre debe juzgar a todos
documentos humanos, la I.E.P.P. reconoce la falibilidad de sus estándares
subordinadas y siempre los examina a la luz de la Biblia.
III. Tercera Clase: Privilegios y
Deberes de Miembros de la Iglesia
En la primera clase de membresía se definó la Iglesia
como “una sociedad de Cristianos,” sea pequeña o sea grande.
También, se hizo una distinción entre la Iglesia invisible, que
está conformada por todos los elegidos por Dios, y la Iglesia visible,
que está conformada por todos los que están en el mundo que
profesan fe en Jesús y se hacen miembros de una iglesia verdadera.
Ahora, se aclara más sobre la importancia de la Iglesia visible y
los privilegios y deberes de miembros de la Iglesia visible.
I. ¿Por qué se necesita la
Iglesia?
- La Iglesia es madre de los creyentes. (Isaías 66:7-13; cf.
Gálatas 4:26; Apocalipsis 12:1-17 ) Es decir, Dios ha determinado que
sólo a través del ministerio de la Iglesia, su esposa,
podría sus hijos crecer y madurar.
- Isaías 66:8—La Iglesia, representada por Sion, se
presenta dando a luz hijos.
- Isaías 66:9-10—Se manda que todos amen a la Iglesia,
representada por Jerusalén, y se alegren con ella.
- Isaías 66:11-13—Los bebitos recién nacidos de la
Iglesia deben alimentarse de la Iglesia como un bebito mama y se sacia de los
pechos de su madre.
- Sin la madre el bebito muere.
- Sin la Iglesia el creyente muere espiritualmente.
- Dios ha dado a su Iglesia pastores (Efesios 4:10-13) para predicar la
palabra de Dios (II Timoteo 4:1-8), para administrar los sacramentos (I
Corintios 11:23) y para gobernar y ejercer disciplina sobre la Iglesia (I
Timoteo 5:17; Mateo 18:15-18). A través de este ministerio de la
Iglesia, los creyentes se va perfeccionando y edificando. De este modo la
Iglesia sirve como madre de los creyentes.
II. ¿De qué privilegios gozan los
miembros de la Iglesia?
- Los miembros de la Iglesia conforman un grupo de personas unidas y
comprometidas a Cristo en el Pacto. (I Corintios 12:12-13)
- En el Pacto Jesucristo es nuestro representante y nuestro sustituto.
(Romanos 5:12-21)
- Recibimos los beneficios de la salvación porque estamos “en
Cristo,” la cabeza de la Iglesia. (nótese cuantas veces en Efesios
1:3-14 que San Pablo menciona esta frase.)
- El Espíritu Santo nos conecta a Cristo. (I Corintios 12:12-13)
- El Espíritu de la promesa nos sella. (Efesios 1:13)
- El Espíritu Santo es “las arras de nuestra herencia.”
(Efesios 1:14)
B. Los miembros de la Iglesia gozan del
ministerio encargado a ella. (véase los cuatro privilegios mencionados en
Hechos 2:42)
- El escuchar y aprender la doctrina de los apóstoles. (cp. Efesios
2:19-20)
- El tener comunión unos con otros. (cp. San Juan 13:34-34)
- El participar del partimiento del pan (la Cena del Señor). (cp. San
Juan 6:53-59)
- El compartir en las oraciones del pueblo. (cp. Santiago
5:13-15)
C. Los miembros de la Iglesia disfrutan de la
protección de Cristo. (Hechos 9:1-6; Romanos 8:28)
D. Los miembros
de la Iglesia se benefician de la ayuda mutua en la Iglesia. (Hechos 4:34-37;
Gálatas 6:10)
E. Los miembros de la Iglesia pueden presentar a sus
niños para bautismo. (véase la segunda clase de
membresía)
III. ¿Qué se requiere de miembros de la
Iglesia?
- La Iglesia es una comunidad comprometida con la adoración de Dios.
(Hebreos 10:24-25)
- Los miembros de la Iglesia deben congregarse fielmente y animarse unos a
otros a buenas obras.
- Los cuatro privilegios de Hechos 2:42 también son
deberes.
- La Iglesia, el pueblo unido a Cristo, es un solo cuerpo aunque formada de
muchos miembros.
- En la Iglesia un grupo de individuos llegan a formar un solo
cuerpo.
2. En la Iglesia, guste o no guste, miembros de la Iglesia
están comprometidos los unos con los otros. (cf. I Corintios
8:13)
- Los miembros de la Iglesia deben traer sus sacrificios a Dios.
- El sacrificio de alabanza. (Hebreos 13:15)
- El sacrificio de confesión de fe. (Hebreos 13:15)
- Los sacrificios de diezmos, ofrendas y obras de misericordia. (Lucas 11:42;
Hechos 4:32-37; Gálatas 6:9-10; Hechos 13:16; I Pedro
2:5)
- Los miembros de la Iglesia deben cumplir con la misión originalmente
dada a Adán. (Génesis 1:28; cf. las tres ordenanzas de
Génesis 2: la adoración, el trabajo, y el matrimonio)
- Adán y Eva tenían una misión de multiplicar imagenes de
Dios y crear una cultura agradable a Dios.
- Cristianos, recreados a la imagen de Dios, recuperan esta misión de
multiplicar imagenes de Dios y crear una cultura cristiana. (Efesios 4:22-24;
Colosenses 3:10)
- Los miembros de la Iglesia deben ver a sus familias como pequeña
Iglesias. (Deuteronomio 6:4-9; Efesios 5:21-6:4)
- La Gran Comisión aplica el lenguaje de multiplicación al
evangelismo. (San Mateo 28:18-20)
CAPITULO VI
DE LOS PRIVILEGIOS Y DEBERES DE LOS
DISCIPULOS EN PLENA COMUNION
Art. 28º.- Son privilegios de los discípulos en plena
comunión de la Congregación:
a) Ser instrudios y
edificados con y conforme a la Palabra de Dios.
b) Hacer partícipes
a sus hijos, por medio del bautismo y de la educación cristiana, de las
promesas y bendiciones de Dios.
c) Participar de la comunión
fraternal y de todos los auxilios espirituales, pastorales y diaconales de la
Congregación.
d) Participar del Sacramento de la Cena del
Señor.
e) Expresar su voluntad, mediante voz y voto, en las Reuniones
Congregacionales y para la elección de los oficiales de la
Congregación.
f) Poder ser elegido y nombrado como oficial de la
Congregación local y participar de las diferentes áreas de
trabajo de la Congregación. Para ser oficiales de la Congregación
solamente pueden ser elegidos los varones que reunan los requistos estipulados
en las Sagradas Escrituras.
g) Poder ser nombrado oficial de los Organos de
Gobierno superiores, y de comisiones de la IEPP siguiendo lo estipulado
en el inciso anterior.
h) Ser atendido mediante la celebración del
matrimonio, cuya ceremonia se asentará en un Libro de actas de
Matrimonios, y se le extenderá su respectiva certificación
i)
Solicitar al Consistorio certificado de bautismo, matrimonio, constancia,
carnet de membresía, carta de transferencia o de recomendación
cuando lo estime necesario.
j) Adquirir, conocer, adoptar y conducirse
según la doctrina y normas de la IEPP.
k) Poder proponer a su
Consistorio candidatos para oficiales de la Congregación.
l) Ser
apoyado y orientado por el Consistorio y demás Organos de Gobierno en
casos de ser perseguidos, discriminados, o marginados debido a su
convicción evangélica. En este caso el discípulo
presentará ante el Consistorio una solicitud detallando la forma de
persecusión, y adjuntando las pruebas necesarias, a fin de que el
Consitorio proceda a buscar el apoyo legal pertinente.
Art.
29º.- Son deberes de los discípulos en plena comunión de
una Congregación:
a) Congregarse semanalmente con sus hermanos de
la Congregación a la que pertenece para el Servicio de Adoración
Pública con el fin de profundizar su fe y compromiso con el
Señor.
b) Esforzarse por vivir una vida auténticamente
cristiana de conformidad con las Escrituras, dando buen testimonio, tanto fuera
como dentro de la Congregación.
c) Fomentar por todos los medios, la
armonía, la paz y la unidad de la Congregación, poniendo sus
capacidadaes al servicio de Dios en la Congregación de la cual
participa.
d) Evangelizar a toda criatura cumpliendo así el mandato
del Señor
e) Contribuir espontánea, responsable, libre y
gozosamente, con sus diezmos y ofrendas; y con su trabajo para el sostenimiento
de la Congregación, de su obra misionera y para compartir con otros las
bendiciones del Señor.
f) Someterse en el Señor a los
oficiales que gobiernan y dirigen la Congregación y la IEPP,
obedeciéndoles y cooperando con ellos en todo aquello que sea
legítimo, a fin de promover la edificación espiritual de la
Iglesia, y su misión.
g) Presentar sus niños para que sean
bautizados y educarlos cristianamente, enseñándoles las Sagradas
Escrituras y dándoles buen ejemplo para que cuando ellos lleguen a la
edad recomendable, en forma personal, hagan su profesión pública
de fe.
h) En caso de traslado de domicilio, cada discípulo en plena
comunión deberá buscar su incorporación a una
Congregación de la Iglesia Evangélica Presbiteriana del
Perú. Si no la hubiere será su deber iniciar los trabajos
encaminados para establecerla en coordinación con la Congregación
de la IEPP más cercana.
i) Tratar a los hermanos y parientes de los
discípulos de la Congregación, aunque no sean creyentes
todavía, con ternura, fidelidad, respeto y honradez como conviene a los
discípulos de Cristo, los cuales forman, en este mundo, una gran
familia.
j) Comportarse armoniosamente con los vecinos de la comunidad donde
vive, alumbrando con la luz del Evangelio a todos las personas con quienes
trate.
k) Asistir puntual y obligatoriamente a las Reuniones
Congregacionales.
- Acatar y promover el cumplimiento del Estatuto y Reglamento de la
IEPP.
IV. Conclusión:
Así es que se termina el curso de membresía de la
I.E.P.P. Congregación “Los Rosales.” Como pastores de la
Iglesia, le prometemos que siempre estaremos velando por usted y trabajando para
que juntos Dios nos perfeccione y madure. Amén.