Manual de Recursos para la Fundación de Iglesias

Parte Primera

El Llamado Bíblico para la Fundación de Iglesias

 

 

            La teología bíblica presume la unidad bíblica en cuanto a los propósitos de Dios para la salvación de su pueblo. Existe una unidad teológica en los libros tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Los diferentes libros de la Biblia son una relación específica, autoritaria e histórica de la aplicación del plan de la redención por el Señor.

            Un acercamiento a las escrituras utilizando el método bíblico-teológico procura estudiar los temas bíblicos en su contexto histórico y cultural de acuerdo a su desarrollo en la sucesiva revelación del plan redentivo de Dios. Los varios motivos de la relación bíblica demuestran la unidad de las escrituras. Esa unidad es "mejor descubierta por una cuidadosa utilización de la tipología, mediante la cual se buscan correspondencias entre los varios eventos en la Biblia. Un tipo es un evento, personaje o institución de la Biblia que sirve como ejemplo o modelo para otros eventos, personajes o instituciones de la Biblia."1

            En este estudio enfocaremos las correspondencias y temas que sobresalen en las escrituras y que nos ayudan a desarrollar nuestro entendimiento de la tarea del establecimiento de nuevas iglesias -- o sea el mandato misionero que Dios dejó a su iglesia. Ese mandato se expresa en el lenguage de la metáfora de la mies como se relaciona con el tema del reino de Dios realizado en el Señor Jesucristo. Requiere un entendimiento de la naturaleza y del propósito de la iglesia, que es el cuerpo de Cristo en el mundo de hoy, y que es la nueva creación (2 Corintios 5:17).

            "Sugerimos a las iglesias que evalúen todos sus programas a la luz de la misiología bíblica; y que perciban sus dones y llamado ... en términos del principal llamado a testificar en palabra y hecho..."2 al mundo inmediato, esto es, al centro poblacional más cercano a ellos, donde el Señor los ha colocado.

 

I. EL MANDATO MISIONERO PARA LA IGLESIA*      

 

*(Véase la nota especial sobre la estructura eclesiástica al final de esta sección)

 

            "La dimensión mundial de la misión cristiana es irresistible." Así afirmó John Stott después de recordarnos de una manera convincente que la Biblia entera, esto es, toda la revelación bíblica, es el mandato de Dios a su iglesia.3

            Cuando, después de haber resucitado, el Señor Jesucristo dio a sus discípulos la comisión de hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19,20), él estaba replanteando el mandato del pacto con la humanidad en Génesis 1:28. O sea, "lo que Dios nos requirió en el único pacto de vida ... sacudido por los efectos desintegrantes del pecado ... mas reintegrado por el Señor del pacto en la gracia encarnada por la muerte y resurrección redentivas de Cristo."4

            Antes de su muerte expiatoria en la cruz y de su victoriosa resurrección de la tumba, Jesús dijo a sus discípulos que edificaría su iglesia (Mateo 16:18-19) "sobre el Pedro confesante como una roca apostólica ... Luego Jesús dio autoridad a Pedro (y a todos los discípulos en Mateo 18:18), esto es, la autoridad de las llaves del reino de los cielos."5

            Fue a la iglesia de Jesucristo que se le encargó el mandato misionero del pacto de Dios. Jesús ha empujado adelante a la iglesia para que lleve su nombre a los confines de la tierra. "Es el deseo de Dios ver la tierra repleta de profetas, sacerdotes y reyes entregados a Dios, un deseo que no será obstaculizado por la aritmética de Satanás."6  A pesar de las oposiciones (Génesis 6:1-4, 11:1-9; Exodo 1), Dios edifica a su pueblo en base a las promesas de su pacto (Génesis 12:1-3; Exodo 6:1-8). "A través de la historia de Israel, se repite el hecho de la conciencia de este pacto. Israel está profundamente consciente de que Dios está utilizando su historia para tratar con todo el mundo. La historia de Israel demuestra muchos testimonios vivos de la misericordia de Dios para con las naciones en base a su pacto."7  Israel representa a Dios ante las naciones (Exodo 19:5-6). Es a través de Israel que las naciones se integraron al nuevo pueblo recogido por Dios a sí mismo (I Reyes 8:60; Isaías 52:10; Salmos 87:4). Las repetidas veces que Israel dejó de cumplir las responsabilidades del pacto son atestiguadas por las naciones que no sólo ven que Israel es juzgado por Dios, sino que son usadas por Dios para juzgar a Israel (Isaías 5, 8, 39, 45). "Esta misma comisión a las naciones de ser el instrumento de Dios para juzgar a Israel trajo consigo la eventual promesa de bendición a las naciones."8  Los profetas preveían un día cuando Dios haría que Israel y Jerusalén fuesen un punto de reunión a la que los pueblos del mundo acudirían.9  Los evangelios anuncian el amanecer de una nueva era -- la llegada del Mesías -- del Prometido (Isaías 9:1-2 Marcos 1:14,15). Todos los evangelios se concentran en Jesucristo. El es el Señor, el Rey. El es el cumplimiento de todas las promesas de Dios.10  Por sus milagros y por su palabra Jesús manifiesta que él es el Rey. Por el carácter refrenado de su ministerio revela el programa de su reino. El no vino a juzgar, sino a ser juzgado .... En su vida, muerte y resurrección se ve que el poder de su reino no es el de los hombres, sino de Dios. Cristo es el soberano, no a pesar de sus sufrimientos y muerte, sino en el triunfo de su pasión. La cruz llevó su título real, y Jesús murió como Rey. En él, Dios triunfó sobre las principalidades y poderes. Jesús gritó, "¡todo está consumado!" y en ese grito Cristo logró la redención de todos los que le fueron entregados por el Padre. Su poder como Rey y Sacerdote de la gloria garantiza el cumplimiento de la restauración de todas las cosas.11

            Cuando Jesús inaugura su reino, esto es, su dominio y gobierno de salvación sobre su pueblo, el papel de Israel (Exodo 19:5-6) pasa a la iglesia -- el pueblo de Dios esparcido por todo el mundo (1 Pedro 1:1, 4-10). Jesús creó una nueva comunidad, el pueblo de su pacto -- la comunidad del reino, "la compañía de los que por la gracia son constituídos herederos del reino de gloria y que han sido rescatados del poder de las tinieblas y que han sido transladados al reino del amado Hijo de Dios (Colosenses 1:13)."12  Jesús demostró el poder y las proclamaciones de su reino a la iglesia (Lucas 4:18-19, compárese con Isaías 61:1-2). Luego comisionó a su iglesia para llevar su ministerio a cabo. Jesús, a través del Espíritu Santo, dio a su nueva comunidad todo lo necesario para cumplir la tarea.13  Se le obedece su mandato en el poder y en la total confianza en la obra del Espíritu Santo (1 Tesalonicenses 1:5). Puesto que la comunidad del reino viene en el poder del Espíritu y del Rey, y no en la fuerza de sus súbditos, la comunidad es dependiente del Rey para ensanchar su reino. Esta dependencia se expresa en la oración.14

            El libro de los Hechos describe la obra del Espíritu al guiar y dar poder a la iglesia en su misión, mientras que la iglesia aguarda a Dios en oración. "El don de lenguas en el Pentecostés reversa la maldición de la dispersión a través de las nuevas lenguas en Babel, y Dios, por el don de su Espíritu, ahí comienza a edificar una 'comunión del Espíritu' (2 Corintios 13:14; Efesios 4:4-5).15  Jesús dice en Marcos 11:17, '¿No está escrito: mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones'?"

            De una manera similar hay que entender el énfasis del libro de los Hechos en el acogimiento de las masas al evangelio.16  Es la afirmación histórica de Lucas sobre el cumplimiento de la palabra de Daniel refiriente al reino de Dios. La piedra que dio contra la imagen se convierte en una gran montaña, que llenará la tierra entera (Daniel 2:35).17

            Al venir el Espíritu Santo en el día del Pentecostés, revistió a los primeros discípulos con poder, y ellos comenzaron de inmediato a predicar y testificar bajo la dirección del Espíritu.18

            Bajo la tutela del Espíritu Santo de Dios siguieron evangelizando a Jerusalén, lo cual los unió para orar por la victoria de Dios en los corazones de los hombres (Hechos 4:23-31). Su trasfondo judío y el modelo de las reuniones en las sinagogas formaron la base para la función cuadruple de sus asambleas -- adoración, compañerismo, vigorosa extensión evangelística, y una escuela para entrenar a discípulos (Hechos 11:19-30). Al surgir la necesidad de un modelo de organización, se encontró que la voluntad de Dios incluía el empleo de Diáconos (Hechos 6:1-6; 1 Timoteo 3:8-13) y ancianos (Hechos 14:23; Tito 1:5, 1 Timoteo 3:1-7), cada uno con una distinta esfera de responsabilidad. (Véase el capítulo 9 de Greenway, editor de Discipling the City.  Grand Rapids: Baker Book House, 1979, en donde J. H. Verkuyl escribe sobre "El Papel del diaconado en la misión urbana").

            En cuanto a los ministerios, el Señor provee apóstoles, profetas, evangelistas y pastores-docentes (Efesios 4:11-12).

            Pablo, a veces fabricador de tiendas de campaña (Hechos 18:1-4; 20:32-35), y otras veces misionero totalmente respaldado por contribuciones (Filipenses 4:18), entendía el establecimiento de iglesias locales como central a la estrategia del programa de Dios para evangelizar el mundo (Hechos 14: 21-27). Hacia el final de su ministerio, las iglesias locales establecidas eran ya comunes y él ya les estaba instruyendo a pensar en repetir el proceso (compárence 1 y 2 Timoteo, Tito).

            Sin iglesias locales, los nuevos conversos no pueden ser discipulados. A no ser que congregaciones locales sean firmemente establecidas en cada centro de población que se evangeliza, se hace cada vez más difícil participar en la extensión evangelística y entrenar a los conversos.

            El establecimiento de iglesias debe ser el objetivo de toda obra misionera. El campo misionero se define como cualquier sector donde no existen iglesias. Es a estos sectores -- los centros de población del mundo -- adonde el Señor Jesús envía a sus discípulos.

 

II. EL MENSAJE MISIONERO DE LA IGLESIA

 

            ¿Qué es lo que deben proclamar las iglesias establecidas en los centros de población del mundo? ¿Qué es lo que deben hacer?

            Uno de los bosquejos más claros del mensaje que la comunidad de Jesús debe proclamar surge de un estudio de los sermones del libro de los Hechos de los Apóstoles. Estos sermones se encuentran en diferentes lugares en Hechos.19  Lo que mayormente enfatizan estos sermones es:

            A. Jesús es el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento. Es el largamente esperado Mesías, el pregonador del reino de Dios.

            B. Jesús fue reivindicado por su ministerio y por las poderosas hazañas del Espíritu.

            C. Jesús fue crucificado.

            D. Jesús fue resucitado de los muertos por Dios.

            E. Jesús está ahora exaltado a la diestra de Dios.

            F. El Espíritu testifica a la Señoría de Jesús.

            G. La misericordia de Dios para con el ser humano.

            H. El ser humano tiene que arrepentirse por no haber creído en la misericordia de Dios, y tiene que creer únicamente en Jesucristo para el perdón de los pecados.

            I. Jesucristo volverá a juzgar a toda la humanidad.

            Pablo proclamó este mensaje del reino de Dios en Roma, el centro del imperio.

            Las epístolas confirman la enseñanza que Jesús es el Señor en virtud a su muerte y resurrección. Pablo insiste en que su único mensaje es "Jesucristo , y éste crucificado" (1 Corintios 1:18- 2:5). Su ministerio era reconciliar a Dios con su pueblo a través de la proclamación de ese mensaje (2 Corintios 5:18).

            Según el evangelio, Jesucristo es el Señor del mundo "en control no solamente de las galaxias cósmicas, sino también de las autoridades y los poderes, las huestes de las tinieblas que fueron derrotadas en el Calvario. En su futura parousía (venida), Jesús será manifestado como el Señor de juicio .... Su juicio traerá división, y esa división ya ha comenzado (Mateo 10:34)."20                    

            El mensaje misionero llama a hombres y mujeres a hacerse discípulos del Señor Jesús. Es imposible separar a Jesús en su papel como Salvador de su mandamiento que requiere que estemos totalmente entregados a su Señoría.

            Su poder salvador no implica menos que su control providencial sobre todas las cosas. Incluye todo lo que hace Cristo por su palabra y su Espíritu para protegernos y disciplinarnos, para guardar y mantenernos, para usarnos en su servicio, y para conformarnos a su imagen. La exigencia fundamental del reino es que él sea el Rey en nuestras vidas. Fuimos redimidos por Cristo, cuerpo y alma, y por lo tanto debemos servirle con cuerpo y alma. Ninguna actividad de nuestra vida ni ninguna decisión puede quedar fuera de su control. Por lo tanto el mensaje del evangelio debe exigirnos la rendición total a Cristo. Debe reflejar el modelo del reino tal y como se nos es revelado en las palabras y los hechos de Jesús.21  Al igual que Jesús demostró compasión liberando y aliviando a todo tipo de personas necesitadas (Lucas 4:18-19), así también el mensaje misionero debe manifestar esas buenas obras en la vida del discípulo.22  Tales obras son la evidencia del discipulado (Santiago 2:14-18), el fruto del Espíritu y las acciones que demuestran la realidad de lo que proclama el mensaje. La fe sin obras está muerta (Santiago 2:14-17).23

            Tal y como Jesús demostraba en su ministerio terrenal que él podía compadecerse de la gente y que podía ponerse en un mismo nivel con las necesidades que sentían --se sentaba junto con ellos (Juan 4:1-42) -- así también el mensaje misionero tiene que demostrarse en carne y hueso y tiene que dirigirse a las necesidades del contexto cultural donde se proclama. Eso es lo que Pablo dice haber hecho en su ministerio (1 Corintios 9:19-23).

            Existe solamente un evangelio (1 Corintios 15:1-11), mas este evangelio se manifiesta en varias formas:

            ...Se manifiesta a través del sacrificio (la sangre de Cristo fue derramada y salpicada), se demuestra en su carácter mesiánico (el irrumpimiento del prometido gobierno de Dios), y legal (el Juez pronuncia justos a los injustos), y personal (el Padre reconcilia a sus hijos extraviados), y salvador (el Liberador celestial viene a rescatar a los indefensos), y cósmico (el Señor del universo reclama su dominio universal); por mencionar sólo una selección de sus manifestaciones. El evangelio se ve en su unidad, mas también en su diversidad. El evangelio nos fue dado, y sin embargo es adaptable a la cultura de sus oyentes.24 

            Esto nos llama a comprometernos a la tarea de la contextualización, y a aceptar que solamente las formaciones bíblicas del evangelio pueden ser permanentemente preceptivas y que todo intento por proclamar el evangelio en el lenguage moderno tiene que justificarse como una expresión auténtica del evangelio bíblico. Hemos de dedicarnos a una lucha continua (en oración, estudio y discusión) para relacionar el evangelio que nos fue entregado a la situación que también nos es entregada para enfrentarla. Como el evangelio viene de Dios, tenemos que vigilarlo. Como es destinado al hombre y a la mujer de hoy tenemos que interpretarlo. Tenemos que combinar la fidelidad (el constante estudio del texto bíblico) con la sensibilidad (el constante estudio del escenario contemporáneo). Sólo entonces podremos esperar que con fidelidad y relevancia relacionemos la Palabra de Dios al mundo, el evangelio en su contexto, las Escrituras a la cultura.25

 

III. LA PROPENSION PROGRESIVA DEL MENSAJE MISIONERO

 

 

            ¿Podemos esperar que las iglesias crescan y se multipliquen hoy?

            El lenguage agrícola es frecuente en la Biblia, como la imagen del huerto (Génesis 2:8,15; Isaías 58:11; Ezequiel 28:13), del viñador (Juan 15:1), del fruto (Salmos 1; Proverbios 11:30; Mateo 3:8,10; Juan 15:2,6), del agricultor (2 Timoteo 2:6; 1 Corintios 9:7-12), y de la siembra y del crecimiento (Marcos 4). Este lenguage es más que una referencia al contexto cultural en la que se hizo la revelación de Dios. La metáfora de la mies, vista en el contexto de la historia del los actos redentivos de Dios y de sus planes comprensivos, viene a ser un impulso animador a la iglesia que está activa en la misión de Dios en este mundo.

            Jesús utilizaba conscientemente la metáfora de la cosecha para "enriquecer la declaración de la llegada del Reino con la llegada de su Rey. El Hijo del Hombre ha venido a sembrar (Mateo 13:37). El siembra 'la palabra del Reino' (Mateo 13:19)."26  (Harvie Conn ha investigado este motivo escatológico de la cosecha en las Escrituras.27) En un sentido, el Pentecostés marca el comienzo de esta cosecha. Como el festival de Pentecostés celebraba y significaba la posesión de Canáan (Exodo 23:16; Levítico 23:16), y recordaba a Israel que Dios era el dueño de la mies, así el Pentecostés del Nuevo Testamento marca a los creyentes en Cristo como las primicias de la cosecha de Dios (Romanos 8:23).

            Pablo nos recuerda en 1 Corintios 3:6-9 que Dios es el dueño de esta cosecha. El libro de los Hechos relata la cosecha de los gentiles28

en cumplimiento de las promesas de Dios a través de Zacarías (Zacarías 8:23).

            Jesús ha sido levantado y atrae a todos a sí mismo (Juan 12:32). Satanás no puede impedirlo (compárese Hechos 12:21-24). Las epístolas enfatizan esto (Romanos 16:25). El evangelio está difundiéndose por toda la tierra (Colosenses 1:6).

            Pablo concibe el recogimiento de los primeros conversos gentiles como la cosecha de las primicias. Le saluda a Epeneto como "una primicia de Asia para Cristo" (Romanos 16:5; véase también Santiago 1:18). Estamos viviendo y viendo los últimos tiempos viniendo en la plenitud de los gentiles (Romanos 11:25). El punto culminante está por suceder. Ahora Dios envía a la iglesia para recoger la cosecha de la gracia. Entonces Dios enviará a los ángeles para recoger la cosecha de la ira de Dios (Apocalipsis 14:14-20).29  El Señor del universo gobierna y establece los tiempos para el recogimiento de la cosecha madura  (compárese 2 Pedro 3:8). Es una cosecha abundante y diversa (Apocalipsis 7:9-12) -- y una cosecha asegurada, pues, ¡Jesucristo es el Señor! La iglesia de Jesucristo participa como colaborador con el Señor de la mies, que recoge a los elegidos utilizando su Palabra y su Espíritu. El deber de la iglesia en esta empresa requiere que esperemos en Dios en oración antes de planificar y ejecutar los métodos para cosechar. La formación de la estrategia exige el reconocimiento de la variedad de las naciones y pueblos afines del mundo. Esto debería resultar en estrategias misiológicas que demuestren obediencia al mandato y fidelidad a la tarea de alcanzar a todas las naciones.

            Proponemos un modelo agrícola de la estrategia misionera, basada en la metáfora agrícola de las Escrituras, como instrumento para promover la obediencia e impulsarnos a la fidelidad. La iglesia local es central a la función del modelo. Cada iglesia tiene un terreno agrícola en sus contornos. La metáfora agrícola postula que cada iglesia local necesita comenzar a cultivar el suelo, sembrando el mensaje evangélico, regando la semilla, cosechando el fruto y madurándolo a fin de prepararlo para extenderse a su vez en la misión y el evangelismo. Este proceso es dinámico, e implica entendimiento del modelo bíblico de la naturaleza de la iglesia y del crecimiento de ella. Tal entendimiento asegura la formación de estrategias evangelísticas ordenadas por Dios.

 

 

IV. El MOVIMIENTO DEL MENSAJE MISIONERO

 

 

            ¿Cuál ha de ser la estrategia de la iglesia para la tarea de evangelizar al mundo? ¿Qué modelos estratégicos nos ofrece el Nuevo Testamento?

           

1era Estrategia: Enfoque en los Centros de Población

           

            Roger Greenway dice que "el movimiento misionero en el Nuevo Testamento era un movimiento primordialmente urbano, extendiéndose de una ciudad a otra y desde las ciudades al campo rodeante."30  En el Nuevo Testamento la iglesia primitiva estaba muy activa en el evangelismo. "La Roma antigua, por ejemplo, se caracterizaba por la vivienda en forma de apartamentos cuyas unidades estaban casi tan densamente pobladas como la ciudad de Nueva York de hoy. La mayoría de los 1.6 millones de ciudadanos de Roma vivían en edificios de cinco o seis pisos, y la iglesia primitiva evangelizó el área con eficacia."31

            Wayne Meeks32  sugiere que el apóstol Pablo no era el único de los cristianos del primer siglo que se concentraba en la ciudades.

            Antes de la conversión de Pablo los creyentes en Jesús el Mesías habían llevado el evangelio a las comunidades judías ubicadas en varias ciudades greco-romanas (compárese Hechos 2:9-11 con 11:19-26 y 18:24-25). Fue el éxito de este primer evangelismo en Damasco que incitó a Saulo el zelote a viajar a esa ciudad para detener y encarcelar a los conversos.

            Greenway describe el establecimiento de la iglesia en Antioquía cuando Pablo era aún "Saulo."33  La iglesia en Antioquía fue fundada por laicos cuyos nombres no se recordaron. Eran nativos de Chipre y Cirene, forzados a dejar Jerusalén a causa de la persecución. Al llegar a Antioquía proclamaron el mensaje de Cristo a los gentiles y una iglesia se estableció -- la "madre iglesia" del movimiento cristiano gentil.

            Pablo mismo era una persona totalmente de la ciudad.34  Desde el momento de su conversión y estadía en Damasco (Hechos 9), hasta su encarcelamiento en Roma (Hechos 28:31) demuestra la clara imagen de un misionero que concentraba sus esfuerzos en las ciudades. Entró en las    florescentes ciudades helenísticas y en ese ambiente estableció las iglesias evangelísticamente vigorosas y crecientes del período del Nuevo Testamento.35  Hoy, la estrategia misionera tiene que concentrarse en las ciudades.

 

              Segunda estrategia: Hacer Discípulos

           

            El discipulado en términos del Nuevo Testamento involucraba un cambio radical y continua en la fe, el culto, y la ética. La conversión tenía entonces como tiene hoy, consecuencias sociales beneficiales. "A través de la obra del Espíritu Santo los corazones cambian -- tienen nuevos pensamientos, desean nuevas cosas, aman lo que antes despreciaban, y odian lo que antes les deleitaba."36  La conversión fue fundamental para cambiar lo que estaba mal en la sociedad romana.

            En el corazón de la estrategia misionera del Nuevo Testamento está la verdad que la gente en todas partes necesita ser convertida a la fe y lealtad a Jesucristo y luego ser inscritos en un discipulado activo y permanente. Al hacer esto se someterán al bautismo y buscarán hacerse miembros del cuerpo visible de Cristo aquí en la tierra, que es la iglesia. Los apóstoles sabían que el pecado enajena a todas las personas de Dios y así ninguno puede integrarse al cuerpo sin el nuevo nacimiento (Juan 3:3,5; Romanos 1-3). Así predicaban la conversión a Cristo, tanto para los judíos como para los gentiles. El reino de Jesús no puede ser extendido sin la conversión de los pecadores.

           

 

Tercera Estrategia:

 Establecer Iglesias Ganando Almas para Cristo

 

 

            El modelo de evangelización de Pablo ejemplifica el evangelismo, el establecimiento de iglesias y la multiplicación de ellas. En tres giros misioneros dentro de diez años Pablo fundó iglesias en cuatro provincias romanas, en Galacia, Macedonia, Acaya y Asia. Predicaba y así reunía a los conversos y los formaba en iglesias locales con su propio gobierno local. Como Pablo tenía una profunda formación en el Antiguo Testamento sabía que el mandato misionero de Dios consistía en la formación de una comunidad establecida sobre el pacto del Mesías Jesús, y que a través de Jesús Dios llevaría a cabo su diseño y propósito para este mundo.

            Según el concepto de Pablo el establecimiento de una iglesia consistía en integrar a individuos y familias en una nueva comunidad de Cristo que viene a ser como un mini-Jerusalén dentro de las ciudades del mundo. En su función de fundador de iglesias Pablo se consideraba el co-obrero de Dios, edificando una comunidad que duraría por la eternidad.37  La tarea del apóstol era echar la fundación estableciendo comunidades que servirían como luz, sal y levadura en medio de la ciudad.

 

 

Cuarta Estrategia: Todo creyente un testigo y un ministro por Cristo

 

 

            Cuando Pablo se acercaba a una ciudad, llevaba consigo a activos colaboradores, como por ejemplo Priscila y Aquila en Hechos 18:1-4, 18-19,26; 1 Corintios 16:19; Romanos 16:3-5. Pablo actuaba como un entrenador y técnico al igual que un fundador de iglesias. Para Pablo, la diseminación del evangelio era un esfuerzo compartido entre los discípulos de Cristo y era una responsabilidad local. Enseñaba a sus conversos a esplicar el evangelio a los demás, a ganarse a otros y a continuar lo que el misionero había comenzado. El profesionalismo de la iglesia institucional no era evidente en el movimiento cristiano del primer siglo.

            En Romanos 16 Pablo hace una lista de sus "co-obreros en Cristo Jesús." Les daba el título "co-obrero." Ese es el secreto de la temprana extensión del evangelio. La labor misionera implica que todos los creyentes estén testificando. Sin embargo hoy, para muchos, el fuego se extinguió.38  La preferencia de las masas, es decir, de la gente común, pobre y obrera por ciertas maneras de expresar doctrinas claves, de mantener la vida de la iglesia, de proveer el liderazgo y de extender la fe es claramente diferente a las de las iglesias occidentales tradicionales. Las formas y los valores que generalmente prefieren se remontan a los primeros días del movimiento cristiano con su énfasis en un común ungimiento del Espíritu Santo que capacita para el ministerio, en un liderazgo valorizado por sus dones en vez de su educación formal, en la participación y testificación laicas, y en su vida eclesiástica egalitaria.39  Tales hombres y mujeres extienden el evangelio espontáneamente.40

            Hendrik Kraemer, en su obra Una Teología sobre los Laicos (A Theology of the Laity, London: Lutterworth Press, 1958, página 45), decía entonces que "el llamado al apostolado laico es el más fuerte. Al redescubrir las iglesias su obligación misionera y al darse cuenta de un golpe de la enormidad de la tarea, se vuelven a los laicos con el argumento que todo cristiano es por naturaleza un testigo y un misionero." Todo creyente es testigo y tiene que ser motivado y capacitado para tomar una parte activa en la obediencia al mandato misionero de Dios.

 

Quinta Estrategia:

Enfocarse en la Familia y

Desarrollar Células en torno a importantes Cabezas de Familia

 

 

            El concepto de Pablo sobre las misiones urbanas se centraba en la familia. Las "casas" (en griego: oikos) de Hechos 16:15, 1 Corintios 1:16 y Gálatas 6:10, que Pablo utilizaba para extender la fe en cada región no eran únicamente miembros del núcleo de una familia. El término incluía a empleados, esclavos, inquilinos, y otros dependientes.41  El Nuevo Testamento menciona cabezas de casa a través de los cuales familias enteras fueron convertidas y bautizadas, como por ejemplo, Cornelio (Hechos 16:14-15). Otras referencias a casas donde Pablos se alojaba, predicaba, o establecía sus primeros contactos incluían a Jasón (Hechos 17:5-9), a Crispo (Hechos 18:8), a Ticio Justo (Hechos 18:7), a Estéfanas (1 Corintios 1:15), a Ninfas (Colosenses 4:15), a Filemón, Apia, y Arquipo (Filemón 2).

            La familia continúa a tener un papel importante para satisfacer las necesidades de compañerismo, afecto, y seguridad. Estas necesidades son satisfechas en la familia extendida -- la base más fundamental de identidad de la persona urbana.42  Las familias alcanzadas por el evangelio proveen toda un red de relaciones a través de la cual el evangelio se extiende. El ambiente de la familia cristiana llega a ser una célula que, bajo la soberana obra del Espíritu Santo, puede multiplicarse para formar un cuerpo multi-celular -- el cuerpo de Jesucristo.

           

 

Sexta Estrategia: Liderazgo Pastoral Evangelístico

 

 

            La razón por la que muchas iglesias no crecen es que la obra pastoral y el evangelismo han sido separados. Sin embargo la dimensión evangelística es intrínseca en el llamado pastoral. La negligencia de esta dimensión evangelística es desobediencia a Dios.43

            Greenway demuestra como, a través de Ezequiel 34, Dios responsabiliza a los antiguos pastores (34:1-2) por no haber fortalecido a los débiles, sanado a los enfermos, ni vendado a los heridos (34:3-6). Dios prometió que él mismo reemplazaría a los negligentes líderes, y que buscaría a las ovejas y las cuidaría (34:11-12).44

            Pedro llama a Jesús el Jefe de los pastores (1 Pedro 5:4) al cual todos los demás pastores y misioneros bajo su autoridad tienen que rendir cuentas. Jesús es el modelo para los demás pastores. Su propósito como el Salvador y Pastor es llenar su redil con todas las ovejas por los cuales él murió. Ha comisionado a su iglesia para llevar a cabo ese propósito y por lo tanto ha nombrado a algunos a ser pastores docentes y a otros evangelistas.

            El libro de los Hechos relata como Pedro y Pablo alternaban entre discipular a los creyentes y evangelizar a los perdidos. Jesús le dijo a Pedro, "Apacienta a mis ovejas" (Juan 21:16), y luego fue llamado por el Espíritu a evangelizar a Cornelio (Hechos 10). El ministerio de Pablo era una mezcla de evangelismo, cuidado pastoral, organización de iglesias e instrucción teológica.

            Pablo era misionero, pastor, defensor de la fe, teólogo, docente y fundador de iglesias. No debe sorprendernos que la tarea de Timoteo como Pablo la definió en 2 Timoteo 4:5 incluye la advertencia, "dedícate a la tarea evangelística, cumple con los deberes de tu ministerio." La obra evangelística es trabajo difícil, arduo, y muchas veces frustrante, y los tímidos o los que carecen del ánimo necesario pueden abandonarla fácilmente. Buenos hombres pueden agotarse, y en Hechos éso sucedió a por lo menos uno (a Juan Marcos en Hechos 13:13).45

            La advertencia de Pablo a Timoteo enfatiza el hecho de que nadie puede ser pastor sin hacer el evangelismo. Efesios 4:11 nos recuerda que Dios ha provisto para la iglesia a hombres especialmente dotados para el evangelismo y la fundación de iglesias. El significado de 2 Timoteo 4:5 es que el pastor local tiene que ser evangelístico en su mensage y en sus métodos. Los miembros de la iglesia seguirán el ejemplo y la palabra de su pastor.

            Para poder llevar a cabo los deberes intrínsecos de su cargo, el pastor tiene que enseñar y predicar el evangelismo, y tiene que modelarlo en su vida. Tiene que organizar a los miembros para que ellos puedan utilizar sus dones para la extensión del evangelio. El evangelismo del mundo depende de que restauremos esta esencial dimensión bíblica.46

           

 

Séptima Estrategia:

 Desarrollar la Koinonía --

 Comunión por la que se apoya el uno al otro

 

 

            La iglesia primitiva experimentaba la comunión en grupos pequeños, en casa privadas, y con frecuencia bajo persecución. Ese compañerismo por el cual los cristianos se amaban y se respetaban proveía la motivación y el apoyo necesarios para el crecimiento espiritual.

            La iglesia local (1 Corintios 1:2) se reunía para la comunión y el culto. Hechos 2:42 describe las características de la verdadera comunión cristiana. Los creyentes nacidos de nuevo en el Señor Jesucristo (Hechos 2:41) mantienen la pureza, el orden y la disciplina del cuerpo local. Los dirigentes, eso es, los ancianos y los diáconos, salen de la membresía de la iglesia local -- el cuerpo de Cristo. Todo creyente es miembro o órgano del cuerpo (Efesios 4:25; 1 Corintios 12:12-27), mientras que Cristo mismo es la cabeza que controla las actividades del cuerpo. Todos no pueden tener la misma función, mas cada uno es necesario para la máxima salud y utilidad del cuerpo. El cuerpo entero es vivificado por el Espíritu Santo (Efesios 4:3-4). Donde se reconozca la presencia del Espíritu Santo y se goce de sus dones, existe un ambiente de crecimiento, testificación y ministerio.

            La comunión es compartir con otros cristianos y recibir de ellos.  La iglesia es una comunión de salvación y compartimiento. "Es una comunidad que acepta el uno al otro, que no hace mal juicio el uno del otro (Romanos 14:13), que se preocupa el uno por el otro (1 Corintios 12:25), tolerándose mutuamente con amor (Efesios 4:2), y demostrando un amor rebosante el uno por el otro (1 Tesalonicenses 3:12)"47 

            La gente de las ciudades está buscando este tipo de relación con el prójimo. Y ése es el tipo de relación que pueden ofrecer por nuestro Señor Jesucristo nuestros equipos que buscan establecer nuevas iglesias.48

 

 

NOTAS

 

 

                        1 William A. Dryness, Let the Earth Rejoice! A Biblical Theology of Holistic Mission (Westchester, Illinois: Crossway Books, 1983), páginas 10-11.

 

                        2 Dryness 12

 

                        3 No hay sino un solo Dios, verdadero y viviente, Creador del universo, Señor de las Naciones y Dios de los espíritus de toda carne. Hace unos 4,000 años llamó a Abraham e hizo un pacto con él prometiendo no sólo bendecirle sino también bendecir a todas las familias de la tierra a través de su prosperidad (Génesis 12:1-4). Si pertenecemos a Cristo a través de la fe, entonces somos los hijos espirituales de Abraham y tenemos una responsabilidad para con toda la humanidad. Así también los profetas del Antiguo Testamento predecían cómo Dios haría que su Cristo fuera el heredero y la luz de las naciones (Salmos 2:8; Isaías 42:6, 49:6).

                        Cuando Jesús vino, ratificó esas promesas. Es verdad que durante su ministerio terrenal se restringió a "las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mateo 10:6, 15:24), mas él profetizó que muchos "vendrían del este y del oeste, del norte y del sur," y que "se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino del cielo" (Mateo 8:11; Lucas 13:29). Después de su resurrección y anticipando su ascensión, hizo la maravillosa declaración que "toda autoridad en el cielo y en la tierra" le había sido entregada (Mateo 28:18). Fue como una consecuencia de su autoridad universal que mandó a sus seguidores a hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en su nueva comunidad y enseñándoles toda su doctrina (Mateo 28:19).

                        Y éso es lo que procedieron a hacer los primeros cristianos después de que el Espíritu Santo de la verdad y el poder vino sobre ellos. Se hicieron los testigos de Jesús, incluso hasta los confines de la tierra (Hechos 1:8). No llegaría el final de la historia hasta que el evangélio alcanzara hasta el final del mundo (compárese Mateo 24:14, 28:20; Hechos 1:8). Los dos finales coincidirán.

                        Nuestro mandato para la evangelización mundial, por ende, se encuentra en toda la Biblia. Se encuentra en la creación que hizo Dios (por lo cual todos los seres humanos son responsables ante él), en el carácter de Dios (afable, compasivo, amador, que no desea que nadie parezca, deseando que todos lleguen al arrepentimiento), en las promesas de Dios (que todas las naciones serán bendecidas por la semilla de Abraham y serán la herencia del Mesías), en el Cristo de Dios (ahora exaltado con la autoridad universal para recibir la aclamación universal), en el Espíritu de Dios (que nos convence de la culpabilidad de nuestro pecado, que testifica de Cristo, que impulsa a la iglesia a evangelizar) y en la iglesia de Dios (que es una comunidad multi-nacional y misionera, bajo órdenes para evangelizar hasta que retorne Cristo).

                        John Stott, The Bible in World Evangelization," en Perspectives on the World Christian Movement, (Hawthorne, California: William Carey Library, 1981), páginas 3-9.

 

                        4 Harvie M. Conn, "God's Plan for Church Growth: An Overview," en Theological Perspectives on Church Growth, (Phillipsburg, New Jersey: Presbyterian and Reformed Publishing Co., 1976) página 2.

 

                        5 Edmund P. Clowney, "Kingdom Evangelism," en The Pastor Evangelist: Preacher, Model and Mobilizer for Church Growth, (Phillipsburg, New Jersey: Presbyterian and Reformed Publishing Co., 1987), página 29.                  

 

                        6 Conn, página 2

 

                        7 Rut 1:16; 2 Samuel 15:19-22; 1 Reyes 17:8-24: compárese Lucas 4:25-28 (Conn 1976:10).

 

                        8 Conn página 12

 

                        9 Isaías 18:19-24; Jeremías 48:39,46,47; Zacarías 9:7; Ezequiel 16:53-61

 

                        10 compárense Miqueas 7:18-20; Daniel 2:44-45, 7:13-14; Isaías 35:3-5

 

                        11 Clowney página 18-19

 

                        12 Clowney página 29

 

                        13 2 Pedro 1:3; Hechos 1:6-8; Gálatas 5:25; Efesios 2:22, 4:11-16; 1 Corintios 12:4-11

 

                        14 compárense Filipenses 4:4-9; Efesios 6:18-20; Lucas 11:1-13; Romanos 8:26-27

 

                        15 Además escribe Conn: Una lista de las naciones en miniatura (Hechos 2:8-11) pregona como en microcosmo la nueva expansión del pueblo de Dios.... Lucas relaciona el bautismo de una vez por todas del Espíritu Santo (Hechos 2) con la creación de una comunión multi-nacional dentro del pueblo de Dios: samaritanos (Hechos 8:14-17), Romanos (Hechos 10:44-46) y gentiles (Hechos 15:14 y versículos siguientes), sellados en un cuerpo por el don del mismo Espíritu (Hechos 11:15,17). Esto anuncia el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento que se refieren a la venida de los enemigos de Dios a la casa del Señor ... (Zacarías 8:23).

 

                        16 compárense Hechos 2:41,5:1-24,6:7,8:6,9:35; 11:21,24,13:44,49,17:4.

 

                        17 Conn 17-18

 

                        18 Además escribe Glasser: "Ganaron a hombres y mujeres para Cristo y comenzaron a reunirse con ellos, conduciéndoles en un modelo de continuo discipulado (Hechos 2:5-47). Fue entonces que comenzaron a descubrir que Dios les había dado una vida corporal bien distinta a su relación individual con Cristo. Comenzaron a reunirse para el culto, celebrando la Santa Cena del Señor y recibiendo instrucción en la Palabra de Dios a los apóstoles."

                        Arthur F. Glasser, The Missionary Task: An Introduction," en Perspectives on the World Christian Movement, (Ed. Ralph D. Winter and Steven C. Hawthorne, California: William Carey Library, 1981), páginas 100-103.

 

                        19 Hechos 2:14-39,3:11-26.4:8-12,5:29-32,7:2-53,10:34-43,13:16-41,17:22-31,20:18-35,22:3-11,24:10-21;26:1-23, y 28:17-20,25-29.

                       

                        20 Clowney página 20

 

                        21 Clowney página 21-22

 

                        22 Efesios 2:10; Romanos 12:9-21; 1 Timoteo 5:10,25,6:18 Tito 3:1,8,14; 1 Pedro 2:12; Gálatas 6:9-10; Hebreos 13:2

 

                        23 El nuevo Israel está llamado a la tarea, basada en el pacto, de pregonar el shalom de Dios, la restauración de la justicia y la misericordia en la obra redentora de Cristo (1 Pedro 2:9-10). Hacer la justicia para las ciudades de la tierra era parte de la misión de Israel (Ezequiel 18:5-9), un fin a la opresión, pan para los hambrientos, ropa para los desnudos, la ejecución de la verdadera justicia entre uno y otro (compárense Proverbios 11:4 y siguiente, 11:19,12:10,12:26-28). El modelo queda igual para el nuevo Israel en su preparación para el Reino del cielo (Mateo 25:31-40). La fe sin obras queda muerta (Santiago 2:14-17).

                        Harvie M. Conn, "Christ and the City: Biblical Themes for Building Urban Theology Models," en Discipling the City -- Theological Reflections on Urban Missions, (Ed. Roger Greenway, Grand Rapids: Baker Book House, 1979), páginas 222-278.

 

                        24 Stott p.5

 

                        25 Stott p.6

 

                        26 Conn, God's Plan for Church Growth: An Overview," op. cit, p.15.

 

                        27 Las siguientes páginas de la obra de Conn nos ayudan a entender este motivo:

                        La paga del pecado en el huerto había sido espinas y cardos en vez del árbol de vida (Génesis 3:18), y que la tierra produciera su fruto sólo después de una labor ardua (Génesis 3:17-19). Israel, cultivado como un viñedo (Isaías 5:1, etc.) por Dios mismo, produció únicamente los frutos de su pecado, espinos y matorrales (Isaías 7:23-25,9:18,10:17,27:4,32:13,33:12), lo que resultó una trágica repetición de la historia del primer huerto.

                        En el venidero día del Señor (Oseas 3:5; Isaías 2:2-5), Dios mismo cambiaría esa historia. El Señor derramaría su Espíritu desde lo alto y "el desierto se convertirá en campo fértil y el campo fértil será bosque. Y habitará el juicio en el desierto y en el campo fértil morará la justicia" (Isaías 32: 15,16). El Israel estéril cantaría con júbilo  pues su descendencia "heredará ciudades, y habitará las ciudades asoladas" (Isaías 54:1-3). "Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto ... y seréis labrados y sembrados. Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas" (Ezequiel 36:8-10; compárese Jeremías 31:27 y siguiente). 

                        El remanente de Israel, el retoño de Jehová (Isaías 4:2), los dos o tres frutos de la punta de la rama (Isaías 17:6), producirían una cosecha, un bosque, una revolución verde de Dios (Amós 9:13 y versos siguientes). En el ese día de crecimiento revolucionario, Dios haría que Israel y Jerusalén fuesen puntos de reunión a los cuales todos los pueblos del mundo vendrían.

                        Al describir los frutos de ese crecimiento la imagen de la cosecha viene a ser un tema escatológico, y la palabra para designar el recogimiento del remanente de Dios, que será el gran final de la historia de la maldad del mundo. Dios viene a cosechar en juicio (Joel 3:13-15; Jeremías 13:24,51:33), y viene a cosechar para salvación (Joel 3:18; Amós 9:13; Oseas 6:11). La palabra de los evangelios es el anuncio de que en Jesucristo ha comenzado el día de crecimiento y de cosecha (Lucas 1:68). Juan el Bautista ve en el ministerio de Jesús el ministerio del cosechador, "cuyo aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero y quemará la paja en fuego que nunca se apagará" (Lucas 3:17). Dios había venido en Cristo para poner el hacha a la raíz de los árboles (Lucas 3:9).

                        El hecho de que Jesús empleara el lenguage de la cosecha viene a ser el anuncio de que comenzó el día de la cosecha escatológica de Dios en la venida del Hijo del Hombre. "MIrad los campos, porque ya están blancos para la siega" (Juan 4:36). La futura cosecha de Dios se ha convertido en la actual cosecha de Dios. Al venir Jesús comienza a llegar el Reino y la cosecha escatológica del día del Señor. El Hijo del Hombre ahora siembra a través de su iglesia mas su actividad de cosechador se posterga hasta "el fin del mundo" (Mateo 13:40-41). La abundante cosecha anticipada por los profetas tiene que esperar mientras un poco de levadura llegue a leudar toda la harina (Mateo 13:33), y hasta que la semilla de mostaza que representa el Reino crezca en el árbol más grande de las hortalizas donde los pájaros del cielo puedan descansar (Mateo 13:31-52).

                        La cosecha del Reino llega con comienzos insignificantes asociados con el Cristo humillado, y espera su final increíble en el Cristo exaltado. Durante el intervalo, hay obstrucciones, momentos de infructuosidad al sembrar en el camino, sobre las rocas, y entre los espinos (Mateo 13:8-22). Pero hay también un poder germinador en la semilla, hasta treinta, sesenta y cien veces como lo esperaban los profetas y como nosotros también lo podemos esperar.

 

                        28 compárense Hechos 8:14-17;15:14;11:15,17

 

                        29 Conn, "God's Plan for Church Growth: An Overview," op. cit., páginas18-19.

 

                        30 Además, Greenway dijo lo sigiente en su conferencia de Eliza Ferrie Memorial ("The Church in the City," pronunciada en el centro de estudios Presbyterian Theological Centre en la ciudad de Sydney 1987): Fue en las ciudades del imperio romano que el cristianismo gozó de su mayor éxito hasta mucho después del tiempo de Constantino en el siglo tercero, y el ambiente urbano formó la manera en que los primeros cristianos pensaban, actuaban y evangelizaban.

                        Nuestro siglo veintiuno será mayormente un mundo urbano y la influencia de las ciudades se hará sentir en todas partes. Para el año 1980 aproximadamente 40% de la población mundial vivía en áreas urbanas. Para el año 2050 se estima que 75% de la población del mundo será urbano. La mayoría de los cristianos vivirán en las ciudades y la misión cristiana se dirigirá a las poblaciones urbanas.

                        Puesto que el carácter urbano del cristinismo primitivo es paralelo al carácter urbano de nuestro tiempo, la obra de los apóstoles en el primer siglo servirá como un modelo para nuestra estrategia hoy. La relación inspirada por el Espíritu Santo de la evangelización por la iglesia de su mundo urbano nos sugiere ideas para la estrategia de hoy.

 

                        31 David Claerbaut, Urban Ministry, (Grand Rapids: Academie Books, Zondervan, 1983), página 18.

 

                        32 Wayne A. Meeks, The First Urban Christians: The Social World of the Apostle Paul (New Haven and London: Yale University Press, 1983), páginas 7-8.

 

                        33 Roger Greenway, Apostles to the City: Biblical Strategies for Urban Missions, (Grand Rapids: Baker Book House, 1973), páginas 57-68.

 

                        34 Meeks, página 10

 

                        35 Meeks, página 10

 

                        36 Greenway, conferencia de Eliza Ferrie Memorial

 

                        37 Greenway, conferencia de Eliza Ferrie Memorial

 

                        38 El cristianismo de las principales denominaciones en los países "occidentalizados" del mundo se ha vuelto tan intelectualizado e institucionalizado que mayormente el fuego se ha apagado. No era siempre así. En los tiempos del cristianismo primitivo  la fe no era un asunto principalmente de la clase media, sino que tenía su mayor séquito entre las clases obreras. El evangelio era dispersado entonces mayormente por evangelistas "laicos", por hombres y mujeres y hasta por los niños. (Greenway, conferencia de Eliza Ferrie Memorial, compárese Green 1970: páginas 144-146).

 

                        39 Greenway, conferencia de Eliza Ferrie Memorial

 

                        40 J. H. Bavinck subraya el papel de los predicadores laicos en el libro de los Hechos cuando escribe: Después de la persecución que siguió la muerte de Esteban los refugiados fueron por la tierra predicando el evangelio (Hechos 8:4). Algunos fueron aparentemente forzados hasta Fenecia, Chipre y Antioquía (Hechos 11:19). Algunos de ellos comenzaron a predicar el evangelio a los griegos (Hechos 11:20).... Nos da la impresión de que muchos hombres y mujeres que no tenían ningún cargo en la iglesia sino el de ser creyente jugaban un papel intenso en la actividad misionera de la iglesia primitiva.... Pablo ... no suprimió esta dispersión espontánea del evangelio, sino que lo utilizó y lo organizó. (J. H. Bavinck, An Introduction to the Service of Missions (Grand Rapids: Baker Book House, 1960), página 40.

 

                        41 Meeks, páginas 29-30

 

                        42 Harie M. Conn, A Clarified Vision for Urban Mission (Grand Rapids: Zondervan, 1987), páginas 40-42.

 

                        43 Roger S. Greenway, The Pastor-Evangelist: Preacher, Model and Mobilizer for Church Growth (Phillipsburg, New Jersey: Presbyterian and Reformed Publishing Co., 1987), página 2.

 

                        44 Jesucristo es el fiel pastor que cumple el ministerio abandonado por los líderes de Israel.... Jesús dice, "Yo soy el buen pastor. El buen pastor entrega su vida por las ovejas" (Juan 10:11). Jesús, el perfecto pastor, alimenta, sana, busca y encuentra a los hambrientos, perdidos y moribundos miembros de la grey. Dice Jesús además, "Tengo otras ovejas que no son de este redil (antiguo Israel), ellos también oirán mi voz, y se harán un rebaño con un pastor (Juan 10:16).

                        ...El rescate a casa de los pecadores es el oficio salvador del Pastor Jesús, el pastor de la profecía, el verdadero Mesías, el modelo perfecto para todos los que siguen su ministerio (Greenway, Pastor-Evangelist, páginas 3-4).

 

                        45 Greenway, Pastor-Evangelist, página 6

 

                        46 Greenway, Pastor-Evangelist, página 13

 

                        47 Harvie M. Conn, Evangelism: Doing Justice and Preaching Grace (Grand Rapids: Zondervan, 1982), página 30.

 

                        48 Greenway, en su conferencia de Eliza Ferrie Memorial, dice: La gente en las ciudades anhela tener un tipo de relación interpersonal que sólo la palabra bíblica koinonía (comunión) comunica. Dios quiere que las iglesias brinden comunión para los dos veces nacidos, y que sean templos del Espíritu Santo, y la familia de Dios en la ciudad. Sin embargo mucho de lo que nosotros tenemos por "comunión" en las iglesias que conocemos, carece muchísimo de la comunión del Espíritu. En el mejor de los casos, viene a ser un fraternalismo amigable: atractivo, pero fácilmente imitado por clubes y asociaciones fuera de la iglesia. Mas la comunión y la intercomunicación sobrenaturales del Espíritu entre él y su pueblo y entre los individuos de su pueblo -- son muy difíciles de encontrar.... Algunos modelos de la vida eclesiástica y del culto reprimen el Espíritu y destruyen la comunión. Es mejor contemplar los modelos del Nuevo Testamento que las tradiciones del oeste, y las iglesias crecientes, jubilosas y llenas del Espíritu que las estructuras ligadas a la tradición que tienen el olor de la muerte. La comunión del Espíritu -- eso es lo que hemos de apreciar, pues es en tal ambiente que las iglesias crecerán y que los conversos se multiplicarán en la ciudad.

 

 

 

NOTA ESPECIAL:

LA ESTRUCTURA DE LA IGLESIA

 

 

            El significado bíblico de "ecclesia" es "los llamados" por Dios, cuyo propósito es lograr la reconciliación entre Dios y el hombre, y entre los hombres con sus prójimos en el mundo. Génesis 3 contiene las raíces del propósito de la iglesia, éso es, la obra del Mesías para reconciliar a un pueblo que todavía no conoce a Dios. El plan de Dios como se revela en el tiempo y el espacio relata su acto de llamar, apartar, entregar y de conformar a su pueblo a una relación con él basada en los requisitos de su pacto.   

            La iglesia es el pueblo de Dios, como individuos y como un cuerpo. El individuo nace de nuevo en la familia de Dios y recibe una identidad corporal dentro del cuerpo de creyentes. El pueblo de Dios -- su rebaño, familia, casa o nación -- es descrito con sustantivos colectivos aunque cada miembro tiene sus responsabilidades individuales.

            Un estudio de la iglesia de los efesios en el Nuevo Testamento nos enseña acerca de la naturaleza y el propósito de la iglesia. Pablo estableció la iglesia en Efeso (Hechos 19), y ahí ordenó a ancianos (Hechos 20), y escribió instrucciones acerca del liderazgo de la iglesia (1 y 2 Timoteo) a Timoteo, un residente de Efeso. El evangelio de Juan, su primera espístola y la advertencia en Apocalipsis 2:1-7 encuentran su contexto histórico en Efeso, (según 1. el Manuscrito de Patmos de Prócuro. 2. La epístola de Ireneo a Florino preservada en el quinto libro de la Historia Eclesiástica de Eusebio y también en Adv. Haeres libro iii capítulo uno. 3. Policrates, obispo de Efeso, hacia el final del siglo segundo menciona en una carta sinódica que el lugar del entierro de Juan es Efeso, Lib. de Vir. Illust. xiv, traducido por San Hieron.)

            Considere este bosquejo de Efesios:

 

 

LA NATURALEZA DE LA IGLESIA COMO EL CUERPO DE CRISTO

 

           

            1. Un pueblo escogido por Dios, amado, redimido y unido a él por Jesucrsito. (1:3-14; 2:18-22)

            2. Un cuerpo que sirve bajo una cabeza, que es Jesucristo. (1:22-23)

               Para cumplir el propósito de Dios para el hombre. (2:10)

               Para expresar la vida de Cristo en sus palabras, en su trabajo y en su conducta; con unidad, pureza, integridad y amor. (4:1-3; 4:17-6:9)

            3. Un organismo que comparte en común a un Señor, una vida y un amor. (2:4-6; 4:4-6)

 

 

LA FUNCION DE LOS MIEMBROS DEL CUERPO

 

 

            1. Los miembros obran dentro de una relación vital con Cristo, la Cabeza, y también con los demás miembros. (4:5-6)

            2. Todos los miembros tienen un ministerio. (4:11-12):

               Para servir a los demás

               Para edificar el cuerpo de Cristo

            3. Cada miembro ha recibido un don especial. (4:7; 1 Corintios 12-14; Romanos 12:1-8)

            4. Todos los miembros son necesitados y también necesitan a todos los demás miembros. (4:15-16)

 

 

EL CRECIMIENTO Y LA FUERZA DEL CUERPO

 

 

            1. A través de la unidad en la fe y en el conocimiento de Cristo, la Cabeza. (4:13)

            2. A través del apoyo mutuo y el ministerio de los miembros. (4:15-16)

            3. A través de amor que demuestran el uno por el otro. (4:15-16; 4:31-5:2; 5:21-6:9)

            4. A través de la dependencia en la provisión de Dios y en su poder. (6:10-20)

 

 

LA BASE BIBLICA PARA EL GOBIERNO ECLESIASTICO

 

 

            Las características principales para cualquier iglesia se pueden descubrir en las Escrituras. El gobierno del cuerpo no es ejercido por todos los miembros, sino por representativos nombrados por Dios y elegidos por los miembros. Dichos representantes actúan por el cuerpo.

 

I. Panorama Bíblico-teológico

 

            1. Exodo 3:16-18: La autoridad gobernante sobre Israel.

            2. Génesis 50:7; Números 22:7: ancianos que gobernaban a otras naciones.

            3. Exodo 12:21; 17:5; 18:21-23: Grupos de hombres con distintos niveles de autoridad sobre el pueblo de Dios.

            4. Exodo 24:1,9: Ancianos y Moisés llamados a consultar con Dios.

            5. 1 Samuel 8:4; 2 Samuel 5:3: Los líderes hablaban y actúaban por el pueblo.

            6. Jeremías 29:1; Ezequiel 8:1; 14:1; 20:1: Los hombres maduros proveían un gobierno continuo para la comunidad durante el exilio.

            7. Números 11:16-17: La colectividad nacional de los ancianos fue organizada para ayudar a Moisés en las tareas jurídicas y administrativas.

            8. Lucas 7:3 (comparen las listas de los nobles gobernantes en Nehemías 7; Esdras 8): Cada comunidad judía tenía su consilio de hombres gobernantes.

            9. El Sanedrín era un cuerpo de hombres gobernantes (compárense Mateo 21:28; 26:3, 47; 27:1).

            10. La iglesia del Nuevo Testamento surgió del trasfondo del Antiguo Testamento. La iglesia es el nuevo y el verdadero Israel (1 Pedro 2:9,10; Efesios 2:12-13, 19-20). Como una nueva nación la iglesia hace paralelas al orden nacional de Israel (compárese Hechos 15).

            11. Hechos 11:30: La primera referencia en Hechos a "ancianos" en la iglesia se hace sin mención alguna de un "nuevo" cargo de anciano en la iglesia. Las referencias en Lucas y Hechos a los ancianos (hasta Hechos 11:30) se refieren a los ancianos del antiguo Israel. Por lo tanto los ancianos de la iglesia en Jerusalén o en Judea funcionaban de un modo similar.

 

II. Evidencia de la Iglesia Primitiva

 

            1. Ignacio: "Toda iglesia particular es proporcionada de un obispo (pastor) con un grupo de ancianos (o presbíteros). Ellos gobiernan ... y así de la misma manera todos deben respetar a los ancianos como el Sanedrín de Dios y como el colegio de los apóstoles."

            2. Ireneo habla de los ancianos (o presbíteros) como los seguidores de los apóstoles. Deja en claro que los ancianos son obispos. "Epíscopos" en griego quiere decir supervisor o sobrveedor, o sea, el que tiene la función de un líder espiritual; "presbíteros" en griego significa el individuo que dirige o conduce los asuntos de la iglesia.

 

III. Los oficios en la iglesia

 

            1. Todo creyente tiene, en el sentido universal, su oficio en la iglesia, como profeta, sacerdote y rey en Cristo. No hay que confundir los oficios con los dones. Romanos 12 y 1 Corintios 12 tratan de los dones espirituales. Efesios 4:11 trata de los oficios.

            2. El pastor-docente, es decir, un oficio con dos funciones distintas, que son enseñar y gobernar.

            i--Compárense Efesios 4:11 con Hechos 20:17-35 y 1 Timoteo 3:1-7; 5:17 donde el pastor es también gobernante. Los pastores y los que enseñan son una clase, pero algunos instruyen además de gobernar.

            ii--Todos los líderes ordenados deben ser aptos para enseñar (1 Timoteo 3:2; 2 Timoteo 2:24), es decir, que puedan comunicar las doctrinas que se les ha enseñado. 1 Timoteo 5:17 reconoce que algunos líderes han sido dotados espiritualmente para dar sus vidas al gobierno y a la enseñanza. Por lo tanto, deben recibir sueldo.

            3. El ministerio de misericordia -- Hechos 6:1-6; 1 Timoteo 3:8-13.