Génesis 1-11
2. Hace algunos años, al ir manejando, ví al lado del camino un tren que se había descarrilado por accidente. Tenía las ruedas enterradas y, por supuesto, no podía moverse de allí. Cuando un tren se sale del camino para el cual fue diseñado, el resultado es un desastre.
En el principio del tiempo,
Dios trazó una vía o senda a seguir para su creación. Este camino llevaba a un gran y glorioso destino para la creación
de Dios. Pero una y otra vez, los seres
humanos hemos fracasado intentando seguir el camino de Dios para Su
creación. Hemos descarrilado al mundo y
hemos terminado con un gran desastre.
En esta serie de lecciones,
aprenderemos algo acerca del camino que Dios trazó para su creación en los
primeros años de la historia universal –lo que conocemos en círculos cristianos
como las “ordenanzas de la creación”.
Vamos a explorar Génesis capítulos uno al once, que es lo que a veces
llamamos “historia primigenia”. Estos
capítulos de la Biblia nos ayudarán a ver el sorprendente camino que Dios
quería que el pueblo de Israel siguiese bajo el liderazgo de Moisés. También nos mostrarán el camino que el
pueblo de Dios debe seguir el día de hoy.
3. Hemos titulado esta
primera lección: “Un mundo perfecto”, porque enfocaremos nuestra atención en
Génesis, del capítulo 1 versículo 1 al capítulo 2 versículo 3, que es el pasaje
en el que Moisés describió por primera vez cómo el mundo que Dios hizo era un
orden perfecto con el cual Dios estaba muy complacido.
4. Como veremos, este mundo
ideal anticipaba o presagiaba el destino hacia el cual Dios encaminó a Israel
en los días de Moisés –que es el mismo destino hacia el cual Dios ha dirigido a
todo Su pueblo a lo largo de la historia.
No sólo nos muestra cómo eran las cosas en el principio, sino también
cómo debería ser la vida hoy, y cómo será nuestro mundo con toda certeza al
final de nuestra era.
5. Esta lección se divide en
cuatro partes. Primero, presentaremos
una visión general de la historia primigenia de Génesis capítulos 1 al 11. Segundo, nos enfocaremos en Génesis capítulo
1 versículo 1 al capítulo 2 versículo 3, fijándonos primero en su Estructura Literaria. Tercero, investigaremos el Significado Original, de esta porción de
Génesis a la luz de su estructura. Y
cuarto, buscaremos aplicaciones de que sean válidas para nuestros días [Aplicaciones para nuestros días]. Comencemos con un repaso general de toda la
historia primigenia de Génesis capítulos 1 al 11.
6. Nuestro acercamiento a Génesis capítulos 1 al 11 puede parecer un
poco inusual al principio. Quizá
deberíamos explicar primero nuestra estrategia básica.
7. Tres ideas, por lo menos,
guiarán nuestro estudio de esta parte de la Biblia. Primero, la inspiración
de estos capítulos. Segundo, el trasfondo literario de estos
capítulos. Y tercero, el propósito para el cual estos capítulos
fueron escritos.
En primer lugar, sostenemos
con toda firmeza que toda la Escritura ha sido inspirada por Dios, incluyendo
los capítulos uno al once de Génesis.
8. Nuestro concepto
evangélico de la inspiración, nos recuerda dos aspectos muy importantes de esta
porción de Génesis: 1) su confiabilidad
y 2) su diseño intencional.
9. Afirmamos con toda
firmeza y sin reservas la plena confiabilidad histórica de esta parte de la
Biblia, por cuanto ha sido inspirada por Dios.
Muchas cuestiones históricas han venido a ocupar un primer plano, y
algunas de estas cuestiones no han sido del todo resueltas. No obstante, para nuestros propósitos será
suficiente decir que la inspiración divina implica confiabilidad
histórica.
10. La intención de Moisés
al escribir esta porción de Génesis era que sus lectores la recibieran como
verdad histórica. Ahora bien, al igual
que con toda la Escritura, debemos interpretar estos pasajes cuidadosamente de manera que no mal
interpretemos sus dimensiones históricas.
Queda claro, sin embargo, que otros escritores bíblicos, y aún el Señor
Jesús mismo, creían en el relato de Génesis capítulos uno al once como digno de
toda confianza desde el punto de vista histórico. Estas lecciones se desarrollarán partiendo del entendido de que
estos capítulos son registros verdaderos y confiables de lo que realmente
sucedió en los tiempos primigenios.
11. Creemos que la historia
primigenia es verídica, pero también debemos recordar que Dios inspiró a Moisés
para seleccionar y arreglar el contenido de estos capítulos conforme a un
diseño particular.
12. Veámoslo de este modo: Los capítulos uno al once de Génesis cubren todo el periodo histórico entre la creación del mundo hasta los días de Abraham, quien vivió alrededor de los años 2000 a 1800 antes de Cristo. Es obvio que Moisés pasó por alto más detalles del mundo de aquella época de la historia que los que incluyo en estos once breves capítulos.
13. Para entender los primeros once capítulos de
Génesis debemos darnos cuenta de esta selectividad así como del arreglo de
estos pasajes. En la medida en que nos
demos cuenta de que la manera en que Moisés diseñó el relato de esta historia
primigenia tenía una intención, podremos responder algunas preguntas muy
importantes tales como: ¿Por qué
inspiro Dios a Moisés para que incluyera tan poca información? ¿Por qué hizo Dios que Moisés ordenara los
materiales escogidos en la manera en que lo hizo?
14. Para entender por qué
Moisés escribió de la manera en que lo hizo, debemos adentrarnos primero en el
trasfondo de las tradiciones literarias que existían en su tiempo.
15. Para nuestros
propósitos, es muy importante entender la literatura del antiguo Medio Oriente, en primer lugar por la extensa
difusión y disponibilidad que había de otros relatos primigenios que estaban al
alcance de Moisés; y segundo, porque Moisés de hecho interactuó con algunos de
estos otros relatos primigenios.
16. La investigación
arqueológica ha demostrado que Moisés no fue el primero en escribir acerca de
los orígenes del mundo. Por cuanto Dios
inspiró a Moisés, podemos estar seguros de que su relato es cierto. Pero Moisés escribió en una época en la que muchas naciones y grupos del Medio Oriente ya habían escrito
múltiples mitos y épicas acerca de la historia de los orígenes.
17. Algunos de estos textos antiguos son bien
conocidos. Muchos han oído hablar de
relatos tales como Enuma Elish, o el
relato babilónico de la Creación, o la Onceava Tableta del poema épico de Gilgamesh, o el relato babilónico del
diluvio. Una variedad de relatos
primigenios fueron escritos en Egipto y en Canaán. Éstos y muchos otros documentos del mundo antiguo trataban sobre
los origines y la historia primigenia del universo.
18. No sólo eso, sino que
muchos de estos documentos del cercano oriente estuvieron de hecho al alcance
de Moisés en su juventud. Moisés fue
educado en las cortes reales de Egipto, y sus escritos indican que él conocía
la literatura del mundo antiguo. Al
escribir por inspiración divina su relato verídico del
periodo primigenio, Moisés estaba consciente de existencia de las demás
tradiciones literarias del Medio Oriente.
19. Ahora que sabemos que había otros relatos
sobre los orígenes que estaban a la disposición de Moisés, podemos hacernos
otra pregunta: ¿Cómo interactuó Moisés
con los mitos y épicas de otras culturas?
20. Como veremos a lo largo
de esta serie de lecciones, Moisés interactuó con otras tradiciones sobre los
orígenes tanto positiva como negativamente.
21. Por un lado, Moisés
escribió su historia de los primeros tiempos para contrarrestar la falsedad con
la verdad. Debemos recordar siempre que
los israelitas que Moisés estaba dirigiendo habían estado sometidos a toda
clase de influencias paganas. Estaban
tentados a creer que el mundo era el resultado de los esfuerzos y las luchas de
muchos dioses. Una de dos, o bien rechazaban
del todo la verdadera fe de sus patriarcas, o habían mezclado esta verdad con
creencias religiosas de otras naciones.
Moisés escribió su relato de los tiempos primigenios en gran medida para
enseñar al pueblo de Dios lo que realmente había sucedido. Buscaba establecer la verdad del Yahweismo
en contra de la falsedad de otras religiones.
23. Al mismo tiempo, Moisés
logró el aspecto negativo de su objetivo en que refutó los falsos mitos
interactuando positivamente con las tradiciones literarias de su tiempo. Sus escritos son intencionalmente parecidos
a otros escritos del antiguo Medio Oriente, de manera que él podía comunicar la
verdad de Dios de tal forma que Israel podía entender. Aunque existen muchas similitudes entre el
relato de Moisés y algunos otros textos importantes, la investigación
arqueológica reciente ha mostrado una dramática similitud con una tradición
literaria en particular.
24. Un documento muy
importante fue publicado en 1969 bajo el título “Atrahasis: La historia
babilónica del diluvio”. No podemos
estar seguros de qué tan antiguo es este documento, pero es importante para
nosotros debido a que reúne en una historia muchas piezas que anteriormente
habían sido conocidas solamente en forma separada.
25. La épica de Atrahasis
sigue una estructura tripartita básica: comienza con la creación de la humanidad. La creación de la humanidad es seguida por
un registro de la historia temprana de la humanidad, enfocándose especialmente en la corrupción del mundo debida a la raza humana. Finalmente, esta corrupción es rectificada
por medio de un juicio, el diluvio, y con un nuevo orden en el mundo.
26. Podemos estar seguros de que Moisés escribió
acerca de la historia del mundo como realmente sucedió, pero también debemos
recordar que él podía haber descrito esa historia de muchas maneras. Es significativo el que Moisés haya seguido
un patrón similar a aquél seguido por lo menos por otra tradición literaria de
las que conocemos del antiguo Medio Oriente.
27.
Esta poción de Génesis se divido en tres partes: Creación ideal (Génesis capítulo 1 versículo 1 al capítulo 2
versículo 3); la corrupción del mundo debido al pecado de la humanidad (Génesis
capítulo 2 versículo cuatro al capítulo seis versículo ocho); y el Diluvio y el
Nuevo Orden (Génesis capítulo seis versículo nueve al capítulo once versículo
9).
28.
Ahora podemos hacernos la tercera pregunta: ¿Por qué escribió Moisés los
capítulos uno al once de Génesis? ¿Qué
eralo que queria comunicarle a Israel?
29. A un nivel muy elemental, podemos estar
seguros de que Moisés quería enseñar a Israel la verdad acerca del pasado. Quería que ellos supieran lo que su Dios
había hecho en los primeros años de la historia del mundo. Tal y como los mitos de otras naciones
tenían el propósito de convencer a la gente de los puntos de vista presentados
por esos mitos, Moisés buscaba convencer a Israel de la historicidad de su fe.
Una
vez que examinamos esto con más detenimiento, podemos ver no obstante un
propósito adicional detrás de la historia primigenia de Moisés. Concretamente, él también quería ejercer
influencia sobre Israel para que se conformasen a sí mismos a la voluntad de
Dios. Ahora bien, este propósito
adicional no es perceptible a primer vista de cualquiera que vea los capítulos
uno al once de Génesis. No obstante,
dicho propósito va haciéndose cada vez más claro en la medida en que vamos
dándonos cuenta de que otros relatos primigenios también compartían este mismo
propósito.
Antes
de que podamos entender el propósito de los relatos primigenios, debemos darnos
cuenta de que muchas culturas del antiguo cercano oriente creían que el
universo estaba estructurado o diseñado de conformidad con una sabiduría
cósmica sobrenatural. Era, por lo
tanto, responsabilidad de toda persona en la sociedad, desde el emperador hasta
el esclavo, conformarse en la mayor medida posible a este orden divino.
30. ¿Qué tiene que ver esto con los mitos
primigenios y las épicas del antiguo cercano oriente? Las culturas que rodeaban a Israel tenían relatos primigenios que
hablaban acerca de eventos muy cercanos al principio del tiempo. Hacían esto para explicar las estructuras
que los dioses habían erigido en el mundo en los tiempos antiguos. Sin embargo, el interés de sus tradiciones
concernientes al mundo primigenio no se limitaba meramente a lo relativo a
la historia primitiva del mundo. Estos relatos primigenios habían sido
escritos para justificar los programas religiosos y sociales de esos tiempos.
31.
No debemos olvidar que los antiguos no pensaban como nosotros, particularmente
por lo que se refiere a religión y sociedad.
Generalmente la gente moderna evalúa su religión desde un punto de vista
emocional o científico. Tendemos a
pensar que el orden social es el resultado de guerras y movimientos
políticos. Pero la gente del tiempo de
Moisés no veía el mundo de esa manera.
En aquellos tiempos, los líderes políticos y religiosos creían que sus
prácticas estaban arraigadas en el orden del cosmos. De manera que justificaban sus políticas apelando a las
estructuras establecidas por los dioses en el principio. Escribían sus relatos primigenios para
mostrar que sus prácticas estaban en armonía con la trama del universo.
31a. Como veremos en estas lecciones, Moisés
escribió los capítulos uno al once de Génesis por razones similares. Por otro lado, Moisés escribió su historia
primigenia enfocándose explícitamente en la forma en que Jehová había creado y
ordenado el mundo en los tiempos antiguos.
Desde la creación hasta la torre de Babel, Moisés estaba relatándole a
Israel lo que había sucedido hacía mucho tiempo. Sin embargo, la razón por la que hacía esto no era un simple
interés histórico. Al ir guiando a los
Israelitas desde Egipto hacia la tierra prometida, Moisés se enfrentó a muchos
opositores que pensaban que él había llevado al pueblo de Israel por el camino
equivocado. En respuesta a esta
oposición, la historia primigenia demostraba que las políticas y metas de
Moisés para Israel estaban de acuerdo con el verdadero diseño del
universo. Consecuentemente, resistirse
al programa de Moisés era resistirse a las ordenanzas de Dios.
32. En su registro de la creación ideal (Génesis
capítulo uno versículos uno al capítulo dos versículo tres), Moisés mostraba
que Israel estaba en efecto moviéndose en la dirección del ideal de Dios al ir
hacia Canaán. En su registro de la
corrupción del mundo (Génesis capítulo dos versículo cuatro al capítulo seis
versículo ocho), Moisés mostró cómo Egipto era un lugar de corrupción y
penalidades, resultado de la maldición de Dios sobre el pecado. Finalmente, en su registro del diluvio y del
nuevo orden resultante (Génesis capítulo seis versículo nueve al capítulo once
versículo nueve), Moisés mostró a Israel que los estaba llevando a un nuevo
orden lleno de bendiciones, tal y como Noé antes que él, había traído un nuevo
orden y bendiciones al mundo. Estos
hechos primigenios justificaban plenamente la visión de Moisés para el futuro
de Israel.
33.
Si Moisés podía convencer a Israel de estas verdades, entonces los fieles de
Israel se alejarían de Egipto y tomarían la tierra de Canaán como su herencia
divina.
34. Habiendo introducido nuestro acercamiento
general a la historia primigenia de Génesis capítulos uno al once, podemos ver
ahora los detalles de la primera sección de Génesis: el mundo ideal de Dios
descrito en Génesis capítulo uno versículo uno al capítulo dos versículo tres.
35.
Lo primero que viene a la mente de muchos evangélicos cuando hablamos de los
primeros capítulos de la Biblia son todas las controversias que existen en
torno a su interpretación. ¿Creó Dios
el mundo en seis días ordinarios? ¿Eran los días de Génesis capítulo uno
grandes épocas o eras? ¿O es que
Génesis capítulo uno es una celebración digamos poética, no histórica, de la
actividad creadora de Dios? Todas estas
posiciones son aceptables dentro de los círculos evangélicos. Aunque mi propia posición es que Génesis
capítulo uno enseña que Dios hizo el mundo como lo conocemos en seis días
ordinarios, no todos los cristianos que creen en la Biblia sostienen esta postura.
Sin
embargo, al acercarnos a las primeras páginas del Génesis en estas lecciones,
nuestro interés no se centra tanto en este tipo de cuestiones históricas. Nuestro interés se refiere más a cuestiones
literarias. Nos interesa más saber cómo
y por qué Moisés escribió este capítulo.
¿Qué estructuras literarias aparecen en este pasaje y cómo es que estas
estructuras nos ayudan a entender el propósito de Moisés?
Debemos
comenzar notando que este pasaje tiene tres grandes segmentos: un principio, un
medio y un final.
36. El relato de creación que Moisés escribió
comienza con los versículos uno al dos del capítulo uno. Podemos resumir el contenido de estos
versículos como El tenebroso mundo
caótico. Los versículo tres al
treinta y uno del capítulo uno forman la sección media de este material, la
cual contiene los llamados “seis días de creación”, durante los cuales Dios
puso orden en la creación. (Seis días poniendo orden). Finalmente, en el capítulo dos versículos
uno al tres tenemos el Sabbath o Día de Reposo, al que nos referiremos aquí
como el Mundo Ideal.
36a. Primero exploraremos las tres porciones de
esta estructura en esta lección, comenzando con el tenebroso mundo
caótico. En segundo lugar
investigaremos la última sección, la cual tiene que ver con el mundo
ideal. Y finalmente, exploraremos los
seis días en que Dios puso orden.
Veamos primero el tenebroso mundo caótico.
37. Al revisar la primera porción del capítulo
uno de Génesis, observamos una importante tensión dramática entre el caos que
cubre la tierra y el Espíritu de Dios.
38. Los versículos uno y dos del capítulo uno
preparan el escenario mediante el título dado en el versículo uno, así como
mediante la descripción que el versículo dos da de la condición inicial del
mundo. Escuchemos cómo lo planteó
Moisés en el capítulo uno versículo dos:
38a. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y
las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas.
39.
Este versículo introduce la tensión dramática que fluye a lo largo de todo este
capítulo. Por un lado tenemos que el
mundo está “desordenado y vacío”, o como se dice en Hebreo, tóju v’bóju. Esta expresión no ocurre tan frecuentemente
en la Biblia como para saber con precisión qué significa. Pero muchos estudiosos creen que significa
que el mundo era inhabitable, hostil a la vida humana, muy parecido a la manera
en que un lugar desolado, un desierto o un yermo es inhóspito para la vida
humana. Así que, al principio de este
pasaje, vemos que un abismo inhabitable, tenebroso, primitivo y caótico cubría
toda la tierra.
40.
El otro extremo que crea la tensión dramática aparece también en el versículo
dos del capítulo uno. Moisés escribió
que “el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. El término Hebreo utilizado aquí es merra jefet que significa sobre volar en
círculos o revolotear por arriba de algo o alguien.
40a.
De manera que de entrada en este pasaje tenemos un cuadro muy dramático. Por un lado tenemos caos en la tierra; por
el otro lado tenemos al Espíritu de Dios sobre volando alrededor del caos. En efecto, Dios estaba listo para entrar en
acción a fin de remediar el caos que cubría la tierra. Esta tensión dramática inicial suscita
varias preguntas: ¿Qué hará el Espíritu de Dios? ¿Qué sucederá con el caos?
40b. Teniendo en mente esta tensión dramática
inicial en los primeros versículos, podemos entonces apreciar la resolución de
la misma en la sección final del relato de creación de Moisés: el mundo ideal
en Génesis capítulo dos versículos uno al tres.
41a. La estructura de esta sección es muy
sencilla. Comienza en el capítulo dos
versículo uno resumiendo en un enunciado que Dios acabó Su obra de creación, y
concluye en el capítulo dos versículos dos y tres diciéndonos que Dios reposó
de toda Su obra.
42. En Génesis capítulo dos versículos dos al
tres leemos estas palabras: “Y acabó Dios
en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que
hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y
lo santificó. . .”. Cuando Moisés
describió a Dios asumiendo el reposo sabático, otorgando una bendición especial
a ese día y haciéndolo santo, lo que estaba haciendo era declarar que había
sido resuelta la tensión existente entre el caos y el Espíritu de Dios que
había sobrevolado dicho caos. Dios
había subyugado a la oscuridad, había dominado al abismo caótico, y se
deleitaba en el mundo ideal que había ordenado. La historia de la creación concluye con esta visión placentera y
apacible de un universo en perfecta armonía.
43.
Ahora que hemos visto cómo comienza y termina el relato de creación, veamos la
porción media de este pasaje, la cual describe cómo fue resuelta la tensión
entre el mundo caótico y el Espíritu de Dios que lo sobre volaba.
44.
Este pasaje enseña que Dios subyugó el caos ordenando el mundo conforme a un
plan maravilloso de seis días descrito en los versículos tres al treinta y uno
del capítulo uno de Génesis. El foco de
atención de este material se hace manifiesto cuando leemos repetidamente que
Moisés introduce acciones con la frase, “Y dijo Dios”. Esto se debe a que Dios es el personaje
principal de este material, y su poderosa palabra es el centro de atención de
estos versículos.
45. La mera palabra de Dios puso un orden
magnífico en el mundo. A diferencia de
muchos de los dioses mitológicos de otras culturas, el Dios de Israel no
enfrentó dificultades o luchas al crear.
Dios simplemente habló, y el mundo fue debidamente ordenado. Más aún, el orden establecido por Dios
mediante Su palabra manifestaba Su poderosa sabiduría. Dios ordenó el mundo de la mejor manera
conforme a su sabiduría.
46.
Muchos intérpretes han reconocido que los días en que Dios puso orden a la
creación se dividen en dos conjuntos de tres días: los días uno al tres y los
días cuatro al seis. La relación entre
estos dos conjuntos de días ha sido descrita de muchas maneras, y existen
múltiples interconexiones.
46a.
Una forma útil de introducirnos a estos patrones es partiendo de la descripción
de la tierra en Génesis capítulo uno versículo dos. Recordemos que Moisés dijo que la tierra estaba tóju v’bóju,
lo cual puede traducirse como “sin forma y sin contenido” o “desordenada y
vacía”. Estos términos pueden ser
usados para explicar lo significativo de los dos conjuntos de tres días.
46b.
Por un lado, durante los tres primeros días, Dios se ocupó del hecho de que la
tierra estaba desordenada o “sin
forma”. Es decir que Dios dio forma a
su creación al separar una área de otra y al formar esferas o dominios dentro de Su creación. Por otro lado, durante los tres últimos días,
Dios se ocupó del hecho de que el mundo caótico estaba “vacío” o “sin
contenido”. La solución de Dios fue
llenar los diversos dominios que había creado con habitantes.
47.
Pensemos acerca de los tres primeros días.
En el día primero, Dios separó el dominio del día del de la noche. Aún antes de que hubiera sol, Dios hizo que
la luz brillara en la oscuridad del tenebroso mundo caótico.
48.
En el día segundo, Dios separó el área de las aguas debajo y el de las agua que
están por encima de la tierra, extendiendo un firmamento o domo por encima de
la tierra. Esta acción divina causó lo
que ahora llamamos la atmósfera de nuestro planeta, separando las aguas en la
tierra de la humedad arriba en el cielo.
49.
En el día tercero, Dios separó el territorio correspondiente a la tierra seca
de los mares. Los océanos fueron
acumulados en ciertas regiones del planeta, y apareció la tierra seca. La vegetación comenzó a crecer en la tierra
seca. Así fue como Dios dio forma a un
mundo desordenado en los tres primeros días.
Erigió los dominios de la luz y las tinieblas, el cielo separando las
aguas arriba de las aguas debajo, y la tierra seca.
50.
De acuerdo con el registro de Moisés, una vez que Dios se ocupó de la falta de
forma de la tierra creando dominios durante estos tres primeros días, se ocupó
entonces de la vacuidad de la tierra en los tres últimos días poniendo
habitantes en estos dominios.
51.
En el día cuarto, Dios puso el sol, la luna y las estrellas en los cielos para
llenar los dominios de la luz y las tinieblas que había formado en el primer
día. Estos cuerpos celestes fueron
puestos en el cielo para enseñorear o regir al día y a la noche y para
mantenerlos separados.
52. En el día quinto, Dios puso las aves en los
aires y las criaturas marinas en los océanos.
Estos habitantes llenaron los dominios de las aguas arriba y las aguas
debajo los cuales habían sido formados en el segundo día.
53. Finalmente, en el día sexto, Dios puso a los
animales y a la humanidad en la tierra seca.
Estos habitantes llenaron el dominio de tierra seca el cual Dios había
hecho emerger del mar en el tercer día.
54.
Moisés agrupó a la totalidad de la creación dentro de estos dominios. En una palabra, durante esos seis días, Dios
estuvo poniendo un orden espléndido al mundo caótico en tinieblas. Su obra fue tan maravillosa que seis veces
dice que lo que había hecho “era bueno” (capítulo uno versículos cuatro, diez,
doce, dieciocho, veintiuno, veinticinco), y una vez que puso a la humanidad
para vivir en la tierra seca dice que eso, “era bueno en gran manera”
(1:31). Moisés dejó muy claro el que
Dios estaba maravillosamente complacido con lo que había hecho.
55.
Así vemos que Génesis capítulo uno versículo uno al capítulo dos versículo tres
tiene una compleja estructura con una intensión muy marcada. El pasaje comienza con el mundo en caos y
con Dios a punto de actuar sobre el mismo.
Durante seis días Dios puso orden al
tenebroso mundo caótico mediante Su palabra hablada. Consecuentemente, en el séptimo día Dios se
deleitó en el orden ideal que había traído al mundo, y gozó en su reposo
sabático.
57.
Una vez que hemos visto de manera panorámica la estructura literaria de Génesis
capítulo uno versículo uno al capítulo dos versículo tres, podemos entonces ver
el significado original de este pasaje.
58. Ya hemos visto que, a gran escala, la
historia primigenia de Moisés tenía la intención de validar el éxodo de Israel
y la conquista, mostrando que estaban de conformidad con el orden que Dios
había establecido en la historia temprana del mundo. ¿Pero cómo es que este propósito general se muestra en el relato
particular de Génesis capítulo uno versículo uno al capítulo dos versículo
tres? ¿Cómo conectó Moisés su
ministerio hacia Israel con la historia de la creación?
59. Exploraremos cómo fue que Moisés hizo esto
viendo de nuevo las tres partes principales de Génesis 1:1-2:3. Primero, veremos el tenebroso mundo caótico. Luego nos iremos hasta a la última sección
del mundo idealmente ordenado.
Finalmente, regresaremos a la porción media del pasaje en el que Dios
ordena el mundo. Veamos primero los
versículos uno y dos del capítulo uno, el tenebroso mundo caótico.
60. Para nuestros propósitos, el rasgo distintivo
más importante de estos dos versículos de Génesis es la tensión dramática
introducida en el versículo dos y su descripción.
61.
Moisés describe la tensión dramática entre el mundo caótico y el Espíritu Santo
de manera tal que queda claro que no está escribiendo solamente acerca de la
creación sino también del éxodo de Israel.
Por
un lado, recordemos que en Génesis capítulo uno versículo dos, Moisés describe
a la tierra como “desordenada” o carente de forma. Por otro lado, describe al Espíritu de Dios sobre volando o
moviéndose por encima.
62. Cuando vemos otro pasaje en el que Moisés
alude a este cuadro dramático de Génesis podemos entender cuán significativa es
esta escena. En Deuteronomio capítulo
treinta y dos versículos diez al doce, Moisés usó la terminología de Génesis
capítulo uno versículo dos para llamar especial atención a la conexión entre el
éxodo de Israel y el relato de la creación.
63. Escuchemos lo que dice en estos versículos:
[Jehová]
Le halló en tierra de desierto,
Y en
yermo de horrible soledad;
Lo
trajo alrededor, lo instruyó,
Lo
guardó como a la niña de su ojo.
Como
el águila que excita su nidada,
Revolotea
sobre sus pollos,
Extiende
sus alas, los toma,
Los
lleva sobre sus plumas,
Jehová
solo le guió,
Y
con él no hubo dios extraño.
Estos
versículos son importantes porque, de todos sus escritos, este es el único
lugaren donde Moisés volvió a usar los términos que traducimos “desordenada” y
“se movía sobre”.
64.
En el versículo diez, el término traducido como “yermo” es la palabra hebrea tóju
que aparece en Génesis capítulo uno
versículo dos como “desordenada”.
65.
También, el término traducido como “revolotea” en el versículo 11 es la palabra
hebrea merra jefet, que se usa en
Génesis capítulo uno versículo uno que habla del Espíritu de Dios que se movía
sobre la faz de las aguas.
66.
Moisés puso estos términos uno con otro en Deuteronomio treinta y dos a fin de
conectar sólidamente dicho capítulo con Génesis capítulo uno versículo
dos. ¿Pero cómo es que el uso de estos términos
establece esta conexión? ¿Cuál es el
significado de las palabras “yermo” y “revolotear” en Deuteronomio treinta y
dos versículos diez al doce?
67.
En primer lugar, Moisés aplicó el término “yermo” a Egipto. En el capítulo treinta y dos versículo diez
leemos:
[Jehová]
Le halló en tierra de desierto,
Y en
yermo de horrible soledad . . .
68.
En segundo lugar, Moisés usó el término “revolotear” para referirse a la
presencia de Dios con Israel, probablemente en la columna de nube
y en la columna de fuego, al ir dirigiendo a la nación hacia la Tierra
Prometida. En el capítulo treinta y dos
versículo once leemos lo siguiente:
Lo
guardó como a la niña de su ojo.
Como
el águila que excita su nidada,
Revolotea
sobre sus pollos,
69. Es así como podemos ver que los versículos
diez y once de Deuteronomio treinta y dos son el comentario que Moisés hace
sobre su propia obra en Génesis capítulo uno versículo dos. Ello nos proporciona un mejor entendimiento
de las intenciones de Moisés al escribir Génesis capítulo uno.
70.
Deuteronomio capítulo treinta y dos nos ayuda a comprender cómo Moisés veía una
situación paralela entre la creación y la liberación de Israel de manos de
Egipto. Moisés estaba diciéndoles a sus
lectores que tanto la creación como la liberación de Israel del cautiverio en
Egipto involucraban mundos caóticos e inhabitables. También les decía que Dios se movía en el caótico mundo
primigenio de la misma forma en que revoloteaba sobre Israel cuando los liberó
de Egipto.
70a.
A partir de estos paralelos entre la creación y el Éxodo, podemos ver que
Moisés escribió acerca del tenebroso mundo caótico no meramente para decirle a
Israel acerca de la creación, sino para presentar la obra de Dios en la
creación también como un prototipo, un patrón, un paradigma que explicaba lo
que Dios estaba haciendo en favor de la nación de Israel en su tiempo. Cuando Moisés escribió acerca de la obra
original en la creación, lo hizo con el fin de mostrar a sus lectores que no
habían cometido un error al salir de Egipto para seguirlo. Por el contrario, el relato de la creación
demostraba cómo su liberación de Egipto fue un poderoso acto de Dios. Dios estaba reordenando el mundo liberando a
Israel del caos de Egipto, como lo hizo en el principio. Dios ahora revoloteaba sobre Israel como
había revoloteado sobre la creación en el principio. En lugar de ser un error, el éxodo de Egipto era Dios en acción
trayendo su deseado orden de vuelta al mundo.
En una palabra, la liberación de Israel de manos de Egipto era nada
menos que una re-creación.
71. Teniendo en mente este paralelismo entre la
apertura de Génesis capítulo uno y la experiencia de Israel, podemos ver una
confirmación más de esta perspectiva yendo a la porción final del relato de
creación, el mundo ideal en perfecto orden en Génesis capítulo dos versículos
uno al tres.
72.
Recordemos que la historia de la creación termina cuando Dios entra en Su
reposo. El término Hebreo para “reposo”
en Génesis capítulo dos versículo dos es shabbat o como nosotros decimos
“Sabbath,” sábado o día de reposo. Esta
terminología conecta la historia de la creación con el éxodo de Israel de una
manera adicional.
73.
Moisés y los israelitas usaban el término shabbat principalmente para
referirse a las ordenanzas sabáticas para la observancia de los días de reposo,
los cuales debían disfrutar de conformidad con la Ley de Moisés. De hecho, en el listado de los Diez
Mandamientos en Éxodo capítulo 20, Moisés explicó que Israel debía observar el
Sabbath en virtud de lo que Dios había hecho en Génesis capítulo 2.
74.
“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Porque en seis días hizo Jehová
los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en
el séptimo día ...” (Éxodo capítulo veinte versículos ocho al once).
Cuando
Israel escuchó en Génesis que Dios había reposado en el séptimo día, no podían
evitar relacionar el relato de Génesis con sus propias ordenanzas sabáticas, y
con los Diez Mandamientos.
75.
Aunque los israelitas guardaban el sábado en cierta medida en el desierto, es
importante que nos demos cuenta de que la observancia del Día de Reposo en su
plenitud sólo podía llevarse a cabo en la Tierra Prometida. Los israelitas tenían que guardar un Día de
Reposo semanal como lo encontramos excrito en Éxodo 20:8-11. Pero también tenían que guardar otros días
santos o Sabbaths. Por ejemplo, de
Levítico capítulo veinticinco aprendemos que también debían observar cada
séptimo año como un año de reposo o Sabbath dejando la tierra sin cultivar. También, cada quincuagésimo año, Israel
debía guardar el gran año del Jubileo en el cual todas las deudas eran
perdonadas y todas las familias debían regresar a sus lugares y heredades de
origen. Conforme a la ley mosaica, la
plenitud de la adoración a Dios mediante observancia del Sabbath era mucho más
compleja que cualquiera otra de las ordenanzas que los Israelitas observaban
durante su deambular por el desierto.
76.
Puesto que la plena observancia del Sabbat sólo podía llevarse a cabo cuando
Israel entrara en la tierra prometida, frecuentemente Moisés hablaba de Canaán
como tierra de “reposo” o el “lugar de reposo”, usando los términos hebreos na váj menujáh los cuales están
estrechamente relacionados con shabbat.
En varios lugares, Moisés describe a la tierra prometida como el lugar
de reposo de Israel en donde la nación finalmente observaría la adoración en la
forma requerida por la ley de Moisés.
77.
Por ejemplo, en Deuteronomio capítulo doce versículos diez y once, leemos lo
siguiente:
Mas
pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace
heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis
seguros. Y al lugar que Jehová vuestro
Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que
yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y
todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová.
Vemos
en este pasaje que la plena observancia del Sabbath, la adoración a Dios, sólo
se llevaría a cabo después de que Israel hubiese entrado a la tierra de reposo.
78.
Para Moisés, el Sabbath representaba más que el mero hecho de que la gente
apartara un día para adorar en silencio.
El Sabbath era una elemento crucial en la visión que Moisés tenía de lo
que sería habitar en la tierra de reposo, alabando y celebrando en el lugar
especial en el que Dios puso Su Nombre.
79.
Es por esto que en el Salmo noventa y cinco versículo once, Dios habló de la
siguiente manera de aquéllos a quienes se les prohibió entrar a la tierra de
Canaán:
Por
tanto, juré en mi furor
Que
no entrarían en mi reposo shabbath.
80.
Esta estrecha conexión entre el Sabbath y la plenitud de la adoración nacional
de Dios en la tierra prometida explica por qué Moisés finalizó su relato de
creación con el reposo sabático de Dios.
Moisés estaba explicando a los israelitas que de la misma manera en que
Dios había transformado a la tierra del caos al Sabbath, así estaba llevando a
Israel del caos de Egipto al destino de reposa sabático en la tierra
prmetida. Moises estaba dirigiendo a
Israel al lugar de reposo la tierra de Canaan.
De manera que aquéllos que se oponían al programa de Moisés no estaban
oponiéndose a un plan humano, sino que
de hecho estaban oponiéndose meramente al esfuerzo que Dios estaba haciendo a
fin de conformar a Su Pueblo de acuerdo las estructuras ideales del
universo. Salir de Egipto y entrar a la
tierra de la promesa era nada más que alinearse con el plan perfecto de Dios
para la creación.
81.
Ahora que hemos visto cómo es que el caótico principio y el final sabático de
la creación explican la verdadera naturaleza de lo que Dios estaba haciendo en
favor de Israel a través de Moisés, podemos revisar brevemente algunos de los
elementos de la porción media de los días durante los cuales Dios puso orden en
Génesis capítulo uno versículo tres al versículo treinta y uno. ¿Cómo es que Moisés vincula estos días de
creación con su ministerio?
82.
Son muchos los vínculos que hay entre los días de la creación y el éxodo de
Israel, pero nos limitaremos a ver solamente dos. Primero, las conexiones con la liberación de Egipto. Y
segundo, la meta de poseer la tierra de la promesa [posesión de la tierra prometida].
83.
84. En primer lugar, al liberar a Israel de Egipto,
Dios desplegó el mismo poder que había demostrado al poner en orden la creación
en Génesis capítulo uno. Por un lado,
Dios revirtió el orden establecido en la creación al enviar plagas sobre los
egipcios. 1) En vez de aguas rebosantes
de vida como en el principio, las aguas de Egipto se volvieron mortíferas y los
peces murieron cuando Dios convirtió el agua en sangre. 2)
En vez de que los seres humanos se enseñoreasen sobre los seres
vivientes como Dios lo había ordenado en el principio, ranas, mosquitos,
insectos y langostas señoreaban sobre los Egipcios. 3) La separación de la luz y la tinieblas en la creación fue
abolida por las tinieblas que cubrieron la tierra de Egipto aún durante el día. 4)
En vez de que la tierra produjese vegetación, hubo granizo, fuego y
langostas que destruyeron todas las cosechas en Egipto. 5)
En vez de fructificar y multiplicarse, tanto los animales como la gente
de Egipto murieron en grandes cantidades.
De esta y muchas otras maneras, las maldiciones sobre Egipto revirtieron
el orden que Dios había establecido en los seis días de Génesis capítulo
uno. Durante el tiempo de las plagas,
la tierra de Egipto realmente sufrió una regresión al caos primigenio. No nos sorprende entonces el que Moisés haya
convocado a Israel para dejar aquel lugar, refiriéndose a él como un
desordenado yermo de horrible soledad.
85. Cualquier israelita que hubiese creído que
la vida en Egipto era buena, tenía que tomar en cuenta el relato de creación de
Moisés. Su experiencia en Egipto
contrastaba fuertemente con la manera en que los Egipcios pensaban acerca de su
propia tierra. Los egipcios creían que
era una tierra bendecida por los dioses, y aparentemente algunos de los
Israelitas también creían eso. Pero
Moisés dejó claro que Egipto se había vuelto lo opuesto al mundo ideal que Dios
había ordenado.
86. Aunque este contraste con Egipto es
suficientemente claro, los seis días de la creación tenían también una
correspondencia positiva con la liberación de Egipto. Mientras los egipcios veían que su tierra iba en retroceso hacia
el caos primigenio, los israelitas veían a Dios ordenando el mundo a su favor
en formas que se parecían a los seis días de la creación. 1) Sus aguas permanecieron frescas y
vivificadoras. 2) Ellos no fueron plagados con ranas y
langostas. 3. Disfrutaron de luz mientras los egipcios sufrían en las tinieblas
4) Los campos de Israel permanecieron
productivos. 5) Sus animales fueron protegidos, y los
Israelitas se multiplicaron durante su estancia en Egipto. 6) Más aún, en una impresionante
demostración dramática de Su control sobre la creación, Dios contuvo al Mar
Rojo e hizo aparecer tierra seca ante Israel, tal y como había aparecido en el
tercer día de la creación. Las
maravillas naturales que Dios hizo en favor de Israel no eran sin precedentes
sino que en gran medida eran un recordatorio de la manera en que Dios había ordenado el mundo en los días de
Génesis capítulo uno.
87. Esta correspondencia entre la manera en que Dios ordenó la tierra en Génesis
capítulo uno, y la forma en que liberó a Israel de Egipto demostraba a los
lectores de Moisés que la obra de Dios en su favor reflejaba un paralelismo con
Su obra de creación. En su éxodo de
Egipto, Dios volvió a dar forma al mundo como lo había hecho al principio.
88. La liberación de Egipto no sólo recordaba
los días de la creación, sino que el orden que Dios había establecido en el
principio también anticipaba la manera en que sería la vida en la tierra de
Canaán.
89. 1) Cuando Israel alcansare la tierra de la
promesa, la naturaleza sería un lugar debidamente ordenado con fertilidad y
gozo. Ésta es la razón por la que Dios
llamó a Canaán “tierra que fluye leche y miel”. 2) Además de esto, en la
Tierra Prometida los israelitas ocuparían su debido lugar como imagen de Dios
tal y como fue establecido en el sexto día.
90.
Notemos especialmente que en Génesis capítulo uno versículo veintiocho Dios
dijo a la raza humana:
Fructificad
y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la
tierra.
Aunque
Israel había experimentado algo de esta bendición aún en Egipto, sería en la
tierra de Canaán en donde Dios daría a Israel este honor aún en mayor medida. Bajo el liderazgo de Moisés, los Israelitas
estaban en camino al lugar en donde ocuparían esta posición ideal en la
creación.
91.
Escuchemos lo que Dios prometió que sucedería a un Israel fiel, en Levítico
capítulo veintiséis versículo nueve:
…Me
volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto
con vosotros.
Aquí
la alusión a Génesis 1:28 es obvia.
Dios dijo en Génesis 1:28:
“Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread
en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra”.
92. La tierra de Canaán sería como el
maravilloso mundo que Dios ordenó en el principio. Canaán sería un lugar de armonía natural en el que la imagen de
Dios podría cumplir con su función original sobre la tierra.
93. Solamente hemos tocado unas pocas formas en
las que los seis días de creación se conectan con la experiencia de Israel en
los días de Moisés. Sin embargo, a
partir de esta muestra podemos ver que el registro que Moisés hizo de la manera
en que Dios ordenó el universo en los primeros seis días no era simplemente un
reporte de lo que había pasado en el principio del tiempo. Moisés describió los seis días de la creación
de manera tal que ayudaban a sus lectores Israelitas a ver claramente qué era
lo que estaba sucediendo en sus propias vidas.
Tal y como Dios había
transformado el cosmos de caos en Sabbath dando orden a la naturaleza de
determinadas maneras, Dios estaba tomando a Israel del caos de Egipto al descanso
sabático en Canaán re-ordenando el mundo en su favor.
Solamente podemos imaginarnos la reacción de los
israelitas fieles cuando escucharon a Moisés decirles acerca de la creación del
mundo. Se dieron cuenta de que lo que
les estaba pasando no era accidental.
Redimiéndolos de Egipto y llevándolos a Canaán, Dios estaba moviéndose
en el mundo como lo había hecho en el principio para poner un orden ideal en el
universo. La salvación de Israel era
una recreación, y debían seguir a Moisés hacia experiencias más y más
grandiosas de esa re-creación.
94. Ahora que hemos visto el significado
original de Génesis capítulo uno versículo uno al capítulo dos versículo tres,
podemos abordar nuestro último tópico: las aplicaciones del relato de creación
para nuestros días. Al aplicar este
texto, seguiremos de cerca las formas en que el Nuevo Testamento desarrolló los
temas de este pasaje.
95. Los escritores del Nuevo Testamento se
apoyaron mucho en Génesis capítulo uno para enseñar acerca de la creación que Dios
hizo de este mundo, manifestando claramente que creían en la confiabilidad del
relato de Moisés. Sin embargo, así de
importante como es esto, los autores del Nuevo Testamento también escribieron
acerca del propósito central de Moisés en la forma en que lo hemos bosquejado
en esta lección.
96.
Tal y como Moisés vio a la creación como un prototipo de la redención de Israel
de Egipto, el Nuevo Testamento ve a Génesis capítulo uno versículo un al
capítulo dos versículo tres como un prototipo de una redención mucho más
grande, la salvación que viene en Cristo.
El Nuevo Testamento enseña que todas las experiencias de salvación y
juicio que Israel vio en los días del Antiguo Testamento anticipaban el gran
día final en que Dios traería salvación y juicio a través de Su Hijo,
Jesús. Esta creencia llevó a los
escritores del Nuevo Testamento a acercase al relato de Moisés con enfocándose
de manera especial en Cristo. Tal y
como Israel tenía que ver su propio éxodo a la luz de la creación, los
escritores del Nuevo Testamento veían a Cristo a la luz de la creación.
97.
Cuando exploramos la enseñanza neotestamentaria de la obra redentora de Cristo,
debemos recordar que los escritores del Nuevo Testamento se dieron cuenta de
que Cristo no trajo redención al mundo súbitamente o de una vez por todas en un
solo instante. En vez de ello, se
dieron cuenta de que Cristo trae gran salvación y gran juicio al mundo en tres
diferentes etapas de su reino que se conectan entre sí.
98. En primer lugar, cuando Cristo vino por
primera vez a la tierra, fue mucho lo que llevó a cabo concerniente a la
salvación de su pueblo. Podemos llamar
a este periodo de la primera venida de Cristo, la inauguración del Reino. El Nuevo Testamento presenta la vida,
muerte, resurrección, y ascensión de Cristo, así como el Pentecostés y el
ministerio de los apóstoles que pusieron los cimientos, como el inicio de la
gran redención en Cristo.
En
segundo lugar, los escritores del Nuevo Testamento entendieron que el Reino de
Cristo continúa aún cuando Él ha dejado esta tierra. Durante este tiempo, la gracia salvífica de Cristo se extiende
por el mundo a través de la predicación del evangelio. La continuación de la salvación en Cristo
comprende toda la historia de la Iglesia después de los apóstoles y hasta el
retorno de Cristo.
En
tercer lugar, el Nuevo Testamento enseña que la salvación vendrá en su plenitud
en la consumación del Reino. Cuando
Cristo regrese en gloria, veremos Su victoria sobre la perversidad, los muertos
en Cristo resucitarán, y reinaremos el mundo con él. La salvación que comenzó con la primera venida de Cristo y que
continúa hoy será completada cuando vuelva en la consumación.
98a. Estas tres etapas del Reino de Cristo son
tan importantes para entender la forma en que los escritores neotestamentarios
escribieron acerca del relato de creación que debemos revisar cada una por
separado. Siguiendo el ejemplo de
Moisés cuando escribió a Israel, los escritores neotestamentarios aplicaron el
relato de creación de Génesis a la salvación en Cristo en la inauguración, la
continuación y la consumación del reino de Cristo. Revisemos primero la inauguración del Reino.
99.
¿Cómo es que el Nuevo Testamento usa la creación como un lente para interpretar
la inauguración del Reino de Cristo? En
varias ocasiones el Nuevo Testamento habla de la primera venida de Cristo como
la obra de Dios en la re-creación del cosmos.
Consideremos en primer lugar las palabras de apertura del evangelio
según san Juan:
100. En Juan capítulo uno versículos uno al tres leemos lo siguiente:
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. Este era en el principio con
Dios. Todas las cosas por él fueron
hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Notemos
que Juan comienza su evangelio con la frase “en el principio”. Todos nos damos cuenta de que estas palabras
vienen de las palabras con que inicia Génesis capítulo uno versículo uno en
donde Moisés escribió, “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. De entrada, Juan pone a sus lectores en el
marco del relato de creación de Génesis.
Juan siguió adelante diciendo que Cristo era la persona de la trinidad
que había hecho todas las cosas. Él era
la Palabra de Dios hablada en la creación por medio de la cual el mundo fue
hecho en el principio.
Aunque
estos versículos comienzan con una referencia clara a la historia de la
creación, al seguir leyendo Juan capítulo uno, encontramos que Juan cambió
sutilmente del Génesis a otro conjunto de eventos que son paralelos a la creación
en Génesis.
101. Escuchemos lo que Juan escribió en los versículos cuatro al cinco del
capítulo uno:
En
él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las
tinieblas no prevalecieron contra ella.
En este
punto Juan continuó usando los temas de Génesis capítulo uno, especialmente el
tema de la luz que Dios trajo al
tenebroso mundo caótico en el primer día.
No obstante, en lugar de hablar simplemente de Jesús como la luz de
Génesis capítulo uno, Juan hizo referencia a la encarnación de Cristo como la
luz que resplandece en las tinieblas del mundo causadas por el pecado. Mediante esta transición de la creación a la
venida de Cristo, Juan reveló que en el resplandor de Cristo en contra de las
tinieblas pecaminosas del mundo, Dios se movió en contra del caos del mundo,
tal y como lo había hecho en el principio.
103.
Un tema similar aparece en Segunda de Corintios capítulo cuatro versículo
seis. Allí, Pablo explica la gloria de
su ministerio de esta manera:
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el
que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Aquí,
Pablo hizo referencia directamente a Génesis capítulo uno versículo uno en las
palabras, “. . . Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la
luz”. Primero, se enfocó en el orden
original de la creación con la aparición de la luz, pero luego atrajo la atención
hacia un paralelo importante con la historia de la creación. Dios también “resplandeció en nuestros
corazones” cuando “la gloria de Dios” fue vista “en la faz de Jesucristo”.
El
apóstol dijo que la inauguración del Reino de Cristo –cuando la faz de Cristo
podía ser vista en la tierra— podía ser mejor entendida relacionándola con el
prototipo de la obra creadora de Dios en el principio. La misma gloria que Dios manifestó en la
aparición de la luz en el principio también fue revelada en la primera venida
de Cristo a este mundo de tinieblas.
104. A partir de estos dos pasajes encontramos un
elemento esencial en el acercamiento cristiano al relato de creación de
Moisés. Los seguidores de Cristo
encuentran en Génesis capítulo uno un retrato, una anticipación, de lo que Dios
hizo en la primera venida de Cristo, es decir, la inauguración del reino.
105. En gran medida, nosotros enfrentamos la
clase de tentación que enfrentaron los israelitas que seguían a Moisés. Dios hizo algo maravilloso cuando Cristo
vino por primera vez a este mundo tal y como lo hizo cuando libertó a Israel de
manos de Egipto. Sin embargo, con
frecuencia erramos al no darnos cuenta de la magnificencia de la obra de Dios
en Cristo hace 2000 años. Desde un
punto de vista humano y desinformado, la vida de Cristo no parece muy
importante. Puede ser fácilmente
desechada como uno de muchos otros eventos insignificantes que ocurrieron en
aquellos tiempos. Cuando nos vemos
tentados a pensar de esta manera acerca de Cristo, debemos recordar la
perspectiva del Nuevo Testamento. La
aparición de Cristo en la tierra fue el principio de la obra final mediante la
cual Dios pondrá orden en el mundo.
Dios estaba liberando al mundo de las tinieblas caóticas del pecado y de
la muerte.
La
primera venida de Cristo comenzó el proceso mediante el cual Dios hará de su
creación un lugar maravilloso y vivificador por la eternidad, para Él y para Su
imagen para morar en gloria por siempre.
Hacemos bien en colocar en Él nuestra fe y en Él solo.
105a.
Hasta aquí hemos visto que el Nuevo Testamento usa la historia de la creación
para explicar la importancia de la primera venida de Cristo. Ahora podemos ver que el Nuevo Testamento
también considera la continuación del Reino, es decir, el periodo entre la primera
y la segunda venida de Cristo, como una re-creación.
106. Un pasaje familiar que ilustra esta
perspectiva es Segunda de Corintios capítulo cinco versículo diecisiete:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
La
revisión 1960 de la versión Reina-Valera traduce este versículo diciendo que
cuando una persona está en Cristo es una “nueva criatura”. Esta traducción es desafortunada pues no
comunica debidamente la alusión que Pablo hace al relato de creación de Génesis
capítulo uno. La expresión griega es ketísis,
la cual se traduce más apropiadamente como “creación” no “criatura”. De hecho, esta porción del pasaje podría ser
traducida: “Hay una nueva creación”. El
concepto de Pablo parece ser que cuando la gente viene a Cristo con fe
salvífica, se vuelven parte de un nuevo ámbito, un nuevo mundo, una nueva
creación.
107. A la luz de lo anterior, podemos ver que
durante la continuación del Reino, cualquier que pone su fe en Cristo
experimenta una nueva creación. En este
sentido, el relato de creación de Génesis se convierte en una forma de entender
apropiadamente lo que sucede a todo aquél que escucha, cree, y sigue a
Cristo. Conforme vamos volviéndonos
parte de la nueva creación de Dios, comenzamos a disfrutar la maravilla del
orden ideal de Dios para el mundo.
108.
Por esta razón, no es sorprendente el que Pablo también haya descrito el
proceso de la salvación de una persona de otra forma que también apuntaba hacia
el relato de creación de Moisés. En
Colosenses capítulo tres versículo diez, leemos lo siguiente:
…habiéndoos despojado del viejo
hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del
que lo creo se va renovando hasta el conocimiento pleno…
En
este pasaje, el apóstol describe lo que sucede a los seguidores de Cristo en
términos tomados de Génesis capítulo uno.
Conforme a la imagen del que nos creo, vamos renovándonos. Por supuesto que Pablo estaba haciendo
referencia a Génesis capítulo uno versículo veintisiete en donde Moisés
escribió que el mundo ideal de Dios incluía a Adán y a Eva, quienes fueron
creados “a imagen de Dios”. Durante la
continuación del Reino de Cristo, encontramos que constantemente somos
renovados en un proceso que se extiende a lo largo de toda una vida mediante el
cual vamos recuperando la condición que nuestros primeros padres tenían como
imágenes de Dios.
109. Estos dos pasajes demuestran que el Nuevo
Testamento usó el relato de creación de Moisés como un punto de referencia para
entender la obra de Cristo, no sólo en la inauguración del Reino, sino también
en su continuación.
110. Por supuesto que los escritores
neotestamentarios tomaron los temas de la historia de creación de Moisés los
llevaron hasta un punto final. No
solamente vieron la primera venida de Cristo como el principio de una nueva
creación, y la continuación del reino como un tiempo en el que las personas en
lo individual disfrutarían los efectos de la nueva creación en sus vida, sino
que también aplicaron los temas de creación a la etapa final de la obra de
Cristo—la consumación del reino.
Por
lo menos dos pasajes en el Nuevo Testamento destacan a este respecto:
111.
Primero, el pasaje Hebreos capítulo cuatro versículos cuatro al once se refiere
al retorno de Cristo en términos tomados del relato de creación:
Porque en cierto lugar dijo así del
séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de
Dios. Porque el que ha entrado en su
reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo . .
.
Tal
y como Moisés usó el Día de Reposo de Dios en Génesis capítulo dos versículos
dos y tres para estimular a Israel rumbo a Canaán, la tierra de reposo, el
escritor de Hebreos vio el Sabbath de Dios como un prototipo ideal de la
redención última que experimentaremos cuando Cristo vuelva. De la misma manera en que Dios ordenó
idealmente el mundo en el principio y eso trajo como consecuencia gozo
sabático, cuando Cristo regrese en gloria, Él re-ordenará el mundo y dará a su
pueblo el gozo del descanso sabático final.
Mientras anhelamos ese día, se nos dice que debemos procurar entrar en
aquel reposo, el cual vendrá cuando Cristo vuelva.
112.
Finalmente, uno de los pasajes más magnificentes que identifican la segunda
venida de Cristo en términos del relato de creación de Moisés es Apocalipsis
capítulo veintiuno versículo uno.
Escuchemos la manera en que Juan aplicó los temas de creación al retorno
de Cristo:
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Juan
habló de “un cielo nuevo y una tierra nueva”.
Esta frase nos recuerda Génesis capítulo uno versículo uno en donde se
registra que Dios creo “los cielos y la tierra”. Más aún, Juan dijo que en este nuevo mundo no existirá más el
mar. Recordamos cómo en Génesis
capítulo uno versículo nueve, Dios restringe al mar, manteniéndolo dentro de
sus límites de manera que la tierra seca pudiese formar un hábitat seguro para
la raza humana. En el nuevo mundo,
después del retorno de Cristo, encontramos que los mares salados serán
removidos por completo de la tierra y reemplazados con aguas vivificadoras. La obra de Cristo es similar a los días de
creación en Génesis capítulo uno, pero en Cristo Dios irá mucho más lejos
consumando el orden ideal. El universo
entero será re-creado en cielos nuevos y tierra nueva, y Dios y su pueblo
gozarán juntos el nuevo orden ideal.
112a. Desafortunadamente, los cristianos
desconectan frecuentemente su esperanza eterna de la creación. Asumimos que pasaremos la eternidad en el
mundo espiritual del cielo. Pero el
Nuevo Testamento es muy claro a este respecto.
Nuestro destino final es un regreso al Sabbath ordenado en el séptimo
día de la creación. Pasaremos la
eternidad en cielos nuevos y tierra nueva.
Esta era la esperanza de Israel en los días de Moisés, y es nuestra
esperanza aún el día de hoy.
113.
Cuando seguimos la guía que nos proporciona del Nuevo Testamento, debemos
acercarnos al primer capítulo de Génesis como algo más que un mero registro de
lo que sucedió hace mucho tiempo. Es
también un retrato de lo que Dios ha hecho en la primera venida de Cristo, de
lo que está haciendo ahora en nuestras vidas día tras día, y de lo que un día consumará cuando Cristo
vuelva.
114. En cada una de las tres etapas del Reino de
Cristo, Dios se mueve en contra del caos del pecado y de la muerte en el mundo
y en nuestras vidas. En la
inauguración, continuación y consumación del Reino, Dios coloca al mundo en el
camino que lleva hacia el fin ideal –una maravillosa nueva creación para Su
pueblo.
115.
En esta lección hemos visto cuatro ideas principales: el gran propósito de
Génesis capítulos uno al once, la estructura y el significado original de
Génesis capítulo uno versículos uno al capítulo dos versículo tres, y la forma
en que el Nuevo Testamento aplica los temas del relato de creación a Cristo y a
nuestras vidas. Las implicaciones para
nuestros días de este acercamiento al registro hecho por Moisés son
impresionantes, por decir lo menos.
116. Como cristianos viviendo en estos días,
necesitamos ver cómo es que el propósito original de Moisés en Génesis se
aplica a nuestras vidas en Cristo. Tal
y como los israelitas que escucharon por primera vez estos capítulos de
Génesis, nosotros también nos desalentamos fácilmente al seguir a Cristo en
este mundo pecaminoso. Pero de la misma
manera en que Moisés alentó a sus lectores a estar convencidos de que se
encontraban en camino al mundo ideal de Dios, nosotros también debemos
alentarnos al andar por el sorprendente camino hacia este mundo ideal en
Cristo.