LOS ESCRITORES Y SUS AUDIENCIAS

Una tarde camino a mi oficina encontré una nota que estaba tirada en el suelo. "Gracias por su duro trabajo en clase", decía. Busqué el nombre y firma, pero no había nada. Puse la nota sobre mi escritorio y me olvidé por completo del asunto.
Unos días más tarde un estudiante vino después de clase. Muchas veces durante el semestre había objetado fuertemente durante mis conferencias. El temor venía sobre mí en tanto anticipaba otra confusión. Sin embargo, para mi deleite, preguntó: "¿Recibió mi nota agradeciendo por su clase?"
"¿Tú escribiste esa nota para mí?" Respondí incrédulo. "Sí", sonrió abiertamente. "Quería que supiera que mi actitud ha cambiado. Realmente aprecio lo que está enseñando".
¿Te puedes imaginar lo que hice cuando regresé a mi oficina. Encontré la nota y la leí otra vez, esta vez con más interés. Una vez que supe quien la había escrito y que la había escrito específicamente para mí, la nota significaba mucho más que antes.
De la misma manera, muchas dimensiones de las narrativas del Antiguo Testamento son tan claras que las podemos entender y aplicar a nuestras vidas teniendo una leve idea de cuando fueron escritas. Pero nuestro entendimiento se enriquece grandemente cuando aprendemos acerca del escritor y de la audiencia original.
Hasta este punto nos hemos enfocado principalmente en una investigación intrínseca en las narrativas del Antiguo Testamento. Nada puede sustituir el cuidadoso examen de los trabajos internos de estos textos. Sin embargo, ahora debemos de ver la investigación extrínseca - ver un texto a la luz de su escritor y audiencia. No estamos preocupados simplemente en los textos mismos; ahora estamos más interesados en las dimensiones pragmáticas del significado original. ¿Por qué los escritores del Antiguo Testamento impusieron sus historias como lo hicieron? ¿Qué propósitos tenían ellos para sus lectores?
Dos asuntos preliminares aparecen en primer plano en tanto nos embarcamos en este aspecto de la investigación: identificar escritores y audiencias y discernir las intenciones de un escritor. ¿Cómo podemos descubrir loa agentes extrínsecos de las historias del Antiguo Testamento? ¿Cómo podemos descubrir los propósitos para los que estos textos fueron escritos?

Identificando escritores y audiencias

Una amiga mía habló una vez a una vecina para hablar de asuntos personales. Ella habló más o menos por un minuto, pero de repente se dio cuenta de que había marcado el número equivocado. ¡Mi amiga le estaba contando sus secretos a una completa desconocida! Terriblemente avergonzada, colgó el auricular. "Aprendí mi lección", dijo. "¡Pregunta siempre quién está al otro lado de la línea!".
Al interpretar las narrativas del Antiguo Testamento, también debemos de buscar quién está al otro lado de la línea. ¿Con quién estamos hablando al investigar estos textos? Debemos de hacer lo mejor para encontrar quien escribió estas historias y quién las recibió. Examinaremos algunos problemas con identificación y algunas claves para identificación.

Problemas con identificación
Muchos estudiantes se han asustado al descubrir qué difícil es identificar a los escritores y las audiencias de las narrativas del Antiguo Testamento. La mayoría de nosotros abordamos la materia esperando que le Antiguo Testamento sea como el Nuevo Testamento. Estamos acostumbrados a pensar en las cartas de Pablo a los Romanos, Gálatas o Efesios. Pero la certeza relativa que tenemos en gran parte del Nuevo Testamento enfatiza incertidumbres que enfrentamos con muchos libros del Antiguo Testamento.
Los evangélicos afirman un principio guía crucial: creer en la fiabilidad del testimonio Bíblico. Esta posición va mano a mano con un compromiso con la inerrancia Bíblica. Debido a que la Escritura no mal interpreta los hechos, correctamente identifica autores y audiencias. Cuando una epístola del Nuevo Testamento declara que fue escrita por Pablo (por ejemplo romanos 1:1; 1 Corintios 1:1), es verdad. Cuando Jesús se refirió al Salmo 110:1 como "David hablando por el Espíritu" (Mateo 22:43-44). Sus palabras forman un testimonio confiable de paternidad literaria del salmo. En una palabra los evangélicos aceptan cada demanda hecha por las Escrituras de orígenes literarios. Como dice La declaración de Chicago acerca de la Inerrancia de la Biblia: "Siendo completa y verbalmente dada por Dios, la Escritura no tiene error o falta en todas sus enseñanzas, menos en lo que declara de los actos de Dios en la creación, acerca de los eventos de la historia del mundo, y de sus propios orígenes literarios bajo Dios, que en su testimonio a la gracia salvadora de Dios en sus vidas individuales".
Al ir trabajando para identificar a los autores y las audiencias de las narrativas del Antiguo Testamento, seguiremos el propio testimonio de la Biblia.
Confiando en que el testimonio Bíblico no soluciona todos nuestros problemas, sin embargo, por lo menos tres obstáculos complican aún esto. Al buscar los agentes extrínsecos de la historia del Antiguo Testamento, también debemos de tratar con desarrollos de los textos, transmisión de los textos, y falta de información en los textos.

Desarrollo de los textos. Una dificultad que confrontamos es que la mayoría de los libros narrativos del Antiguo Testamento no fueron escritos todos al mismo tiempo. Algunos se desarrollaron al paso de los años, décadas, aún siglos antes de que alcanzaran su forma final. Los acercamientos críticos hacia el Antiguo Testamento se han enfocado principalmente en historia composicional, tomando en cuenta los desarrollos efectuados en un período de tiempo. Pero la mayoría de estos análisis permanecen especulativos y no confiables. Muchos métodos usados en estos esfuerzos son incompatibles con perspectivas evangélicas en autoridad Bíblica. Debemos de ejercer precaución extrema en tanto consideramos reconstrucciones diacrónicas que ofrecen los intérpretes críticos.
Por otro lado, muchos evangélicos minimizan el valor del análisis diacrónico. "Tomamos el texto como lo tenemos hoy en día", dicen frecuentemente ellos. "No estamos interesados en cómo se desarrollaron las narrativas del Antiguo Testamento". Tan atractivo como pudiera parecer este punto de vista, varias consideraciones hacen imperativo que tomemos nota de los desarrollos que hay detrás las narrativas del Antiguo Testamento.
Para empezar, los escritores del Antiguo Testamento frecuentemente reconocieron que usaron fuentes (por ejemplo 1 Crónicas 9:1; 1 Reyes 14:19). Es aparente que de los registros duplicados que complicaron desarrollos históricos están detrás de muchos textos (compare 2 Reyes 18:13-37 con Isaías 36:1-22, y 2 Crónicas 36:22-23 con Esdras 1:1-4). Recolectar, copiar y editar recursos escritos y orales fue una dimensión del proceso orgánico de inspiración. Del uso del cronista de Samuel y Reyes, podemos ver que los escritores del Antiguo Testamento a veces siguieron sus recursos muy de cerca, pero otras los trabajaron libremente. Estos rasgos explícitos del texto del Antiguo Testamento requieren que nosotros reconozcamos que muchas narrativas del Antiguo Testamento tuvieron desarrollos composicionales externos.
Investigar la historia composicional también nos ayuda a entender muchos rasgos literarios de los libros del Antiguo Testamento. Estos textos algunas veces parecen desarticulados e impares debido a los desarrollo diacrónicos. Por ejemplo, las historias de Elías y Eliseo (1 Reyes 17:1-2 - 2 Reyes 8:15) exhiben una medida de diferencia de estilo de otras porciones del libro de Reyes. Las historias de José (Génesis 37:2-50:26) exhibe una unidad literaria que otras porciones de Génesis no comparten. Frecuentemente este tipo de rasgos literarios puede ser explicado en términos de desarrollos diacrónicos.
La historia composicional de las narrativas del Antiguo Testamento también complican nuestro intento de identificar al escritor y la audiencia. Ocasionalmente los escritores del Antiguo Testamento incorporaron recursos a sus libros sin ajustar completamente la fuente de los materiales a sus propias circunstancias. Los rasgos geográficos, políticos y de estilo frecuentemente traicionaron una primera fuente. Si pasamos por alto estos rasgos, fácilmente confundimos la fecha de la fuente con la fecha de la composición final.
Un ejemplo muy claro aparece en 1 Reyes 8:8. Este pasaje declara que las varas utilizadas para llevar el arca del pacto "de manera que sus extremos se dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se dejaba desde más afuera; y así quedaron hasta hoy" (énfasis agregado).
A parte de esta historia composicional, este pasaje pudiera guiarnos a concluir que el libro de Reyes fue escrito antes de la destrucción del templo. El texto afirma que las varas que se usaban para llevar el arca están "hasta hoy" (1 Reyes 8:8), pero el resto del libro de Reyes demuestra que la indicación de esta fecha no es posible. Los capítulos finales del libro de Reyes cubre eventos históricos mucho más allá de la destrucción del templo. ¿Cómo, entonces, explicamos "que quedaron hasta hoy" en 1 Reyes 8:8? Aparentemente el compilador de Reyes siguió una fuente anterior y dejó que la referencia del tiempo permaneciera como la recibió. "Hoy" se refería al tiempo de la fuente, no a los días del escritor. Si fallamos en notar esta dimensión diacrónica en el texto, seremos mal guiados al tratar de establecer la identidad del escritor y de la audiencia de Reyes.

La transmisión de los textos. Además de nuestra consideración de la historia composicional del texto, debemos de estar alertas a la actividad editorial en la transmisión después de la composición final. Se han introducido ajustes editoriales menores en muchas narrativas del Antiguo Testamento. La mayoría de estas modificaciones se puede identificar por medio del criticismo textual. Glosas, expansiones, omisiones y otras cosas por el estilo aparecieron en tanto que las narrativas del Antiguo Testamento fueron pasando de generación a generación. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la lectura anterior del texto puede reconstruirse por medio de métodos tradicionales de crítica de texto.
Más aún, los evangélicos han identificado ocasionalmente cambios en un pasajepara que cual hay poca o ninguna evidencia textual. Estas actividades editoriales generalmente involucran lenguaje de actualización, nombres geográficos, listas, y detalles similares. Identificando estos cambios en un texto también puede ser crucial para determinar los agentes extrínsecos de un libro. Adiciones posteriores pueden dar una impresión falsa de la composición postrera.
Por ejemplo, en Génesis 14:14 leemos que Abram persigió a sus enemigos "hasta Dan". De Jueces 18:29 podemos saber que este sitio era llamado Lais en los días de Moisés. Se le cambió el nombre sólo después de que la tribu de Dan dejó su territorio original y se mudó al norte (Jueces 18:1-31). ¿Cómo podemos reconciliar la referencia a "Dan" en Génesis 14:14 con la paternidad literaria Mosaica de Génesis? La mayoría de los evangélicos tratan la referencia como un ajuste editorial postrero.
En 1 Crónicas 3:1-24 la genealogía real se extiende de dos a cinco generaciones más allá de Zorobabel. Si la forma original dorma un libro conteniendo esta lista completa, la composición final de Cróniclas pudo haberse llevado a cabo no antes que 478 A.C. Sin embargo, el estilo de la última porción de la genealogía cuestiona la originalidad de 1 Crónicas 3:21b-24. Como lo puso Keil, "la lista de ... v. 21b, hasta el final del capítulo, es un fragmento genealógico, que quizá ha llegado al texto del Cronista en un tiempo posterior". Cuando identificamos la fecha del Cronista, debemos de reconocer que esta genealogía pudo haber sido extendida más allá de su forma original. Esto trae la posibilidad de que Crónicas fue escrito mucho antes de lo que genealogía pudiera sugerir.
De la misma manera, E. J. Young nota que Jadúa (351-331 A.C.), sumo sacerdote durante el tiempo de Alejandro el Grande, aparece en Nehemías 12:1-22. Después sugiere que esta "lista de sacerdotes y levitas... pudo haber sido una adición posterior". Esta observación afecta grandemente la fecha que asignamos al autor y a la audiencia de Nehemías.
Siempre debemos de ejercer precaución cuando identificamos la actividad editorial, especialmente cuando no hay evidencia textual para apoyar las teorías. La carga de la prueba está en aquellos que proponen que el pasaje ha sido retrabajado o extendido. Aún así, no debemos de fallar en reconocer la posibilidad de tales cambios en tanto tratamos de identificar al escritor y a la audiencia.

Falta de información. Una vez que hemos aislado las fuentes y la actividad editorial en las historias del Antiguo Testamento, se nos deja con en nivel de la composición final. Este material el sitio del significado original. Pero todos nuestros problemas no están resueltos. Todavía enfrentamos una falta de información. Las historias del Antiguo Testamento explícitamente identifican solamente a algunos escritores y algunas audiencias. Los libros narrativos del Antiguo Testamento permanecen anónimos, excepto los libros de Moisés.
Los puntos de vista tradicionales sobre agentes extrínsecos han aumentado con respecto a cada libro. Algunas de estas designaciones son posibles, aún probables. Pero la mayoría tienen poco mérito y tienden a pasar por alto evidencias contrarias en los propios libros.
Así es que muchos problemas confrontamos al tratar de identificar la los escritores y las audiencias del Antiguo Testamento. El uso de fuentes y la presencia de la actividad editorial complica el asunto. Más allá de la falta de designaciones explícitas en los textos mismos también se nos presentan problemas que debemos de superar. Estas dificultades levantan una pregunta importante. ¿Qué esperamos saber acerca de los escritores y las audiencias de las narrativas del Antiguo Testamento? ¿Qué tanto debemos esperar descubrir?

Claves para identificación
Debido a que tenemos poca información explíctia accesible, debemos de establecer un range de posibles agentes extrínsecos basados en una clasificación de claves. Viendo cuidadosamente la evidencia, encontramos un número de indicaciones de los tiempos y circunstancias parecidas del escritor y audiencia original. ¿Cuáles son estas claves y cómo nos ayudan a establecer las fechas anteriores y posteriores para los agentes extrínsecos?
Las fechas anteriores más problables. Tres consideraciones principales ayudan a establece la fecha anterior más problable de la composición final: los últimos eventos del libro, anacronismos, y comentarios del autor.
Primero, la foma final de un libro del Antiguo Testamento no pudo haber sido escrita antes que los últimos eventos mencionados en él. En su mayoría, las narrativas del Antiguo Testamento reportan eventos que ya han orcurrido. Esta consideración ayuda a establecer la posible fecha anterior para muchos libros.
Por ejemplo, el último evento en el libro de Reyes es la liberación de Joaquín (2 Reyes 25:27-30). El libro como un todo debió haber sido escrito después de este evento. De los versículos finales del Cronista (2 Crónicas 36:22-23), podemos ver que Crónicas alcanzó su forma final no antes del Edicto de Ciro en 538 A.C. En cada libro narrativo del Antiguo Testamento, el último evento histórico mencionado da una orientación inicial hacia la fecha anterior más probable de la composición final.
En tanto que este factor merece consideración cuidadosa, no resuelve la pregunta para cada libro. Algunos libros del Antiguo Testamento fueron compuesto mucho después de los eventos que reportan. Por ejemplo, sabemos que Moisés escribió Génesis por lo menos cuatrocientos años después del último evento en ese libro. Como veremos, estas circunstancias son similares para otros libros también.
Recientemente, los evangélicos han tratado de poner a los escritores y a sus audiencias tan cerca como sea posible a los eventos del libro. Esta perspectiva emergió de la creencia de que proximidad en el tiempo hizo la exactitud histórica más probable. Pero esta suposición parece menos que adecuada. La distancia historica frecuentemente permite a un escritor ver los hechos de la historia con más precisión. Más aún, la proximidad del tiempo no es la base de la fiabilidad histórica en las narrativas del Antiguo Testamento; son históricamente inerrantes porque el Espíritu Santo de Verdad las inspiró. La distancia histórica no fue problema para Él. Años, décadas, o siglos pueden haber transcurrido entre los eventos y las historias que los reportan sin comprometer la fiabilidad histórica.
Segundo, los escritores del Antiguo Testamento nos dan claves para sus tiempos por medio de anacronismos -situar una expresión o concepto de sus propios días en un ambiente anterior de la historia. Las descripciones anacronistas de los personajes, lugares o eventos revelan los tiempos del escritor.
Por ejemplo, en 1 Cronicas 29:7 se reporta que las cabezas de las tribus contribuyeron con "diez mil dracmas (´drknym) de oro" para la construcción del templo. Esta referencia a "dracmas", es claramente anacronista, ya que no existían los dracmas en los días de David. Entonces este término debe de reflejar la circulación de dinero que se utilizaba en los propios días del Cronista. Si aceptamos este término como original al libro, forma una clave importante para poner fecha a la composición final de Crónicas. El Cronista escribió después de que la ciruclación del dinero había comenzado a usarse.
Los anacronismos frecuentemente nos indican una fecha anterior de una narrativa del Antiguo Testamento. Uniéndolos a otras claves, nos ayudan a limitar las posibilidades.
Tercero, los comentarios de los autores algunas veces sugierren la fecha anterior más posible. Los escritores revelan sus tiempos por medio de sus explicaciones y observaciones. Por ejemplo, antes del ritual en el que Booz recibe una sandalia del pariente más cercano de Noemí (Rut 4:8), el autor proporciona una explicación de parentezco: "Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel. (Rut 4:7). Aparentemente, por el tiempo de la composición final, esta costumbre había sido olvidada. Así que el escritor explicó por qué ocurría la práctica "ya desde hacía tiempo". Una cantidad significativa de tiempo había pasado entre los eventos del libro y su composición final. Este entendimiento es confirmado por la genealogía al final del libro, que va más allá de los días de Rut (Rut 1:18-22).

Última fecha razonable. Los textos del Antiguo Testamento también presenta claves que nos ayudan a establecer la última fecha razonable para la composición final. Este límite en los agentes extrínsecos es más difícil de determina, pero por lo menos tres sugerencias están a la disposción: referencias externas, ausencia de eventos importantes, y la ideología del libro.
Primero, en algunos casos podemos apelar a la referencia inmediata anterior al libro en otro material. Muchas veces los libros del Antiguo Testamento se refieren el uno al otro, permitiéndonos hacer algunos límites en el rango de agentes extrínsecos. Por ejemplo, asumimos que Samuel y Reyes fueron escritos antes de Crónicas, porque el Cronista los usó extensamente. Podemos asegurar que Deuteronomio fue escrito antes de los días de Nehemías porque él se refiere a él (Nehemías 1:8-9). Este criterio ayuda algunas veces, pero debemos de recordar que una cita puede reflejar una fuente común o una referencia a un libro antes que alcanzara su forma final. La evidencia de una referencia externa debe usarse siempre en unión con otras claves.
Segundo, la ausencia de eventos importantes en las historia de Israel también proporciona claves para última fecha más probable de composición final. Cuando un evento tenía importancia significativa para la nación de Israel y el escritor no lo incluía en su historia, su omisión podía indicar que el evento todavía no había ocurrido.
Es muy probable, por ejemplo, que el escritor de Reyes escribió antes del Edicto de Ciro, porque no incluyó este evento crucial en su historia. El final abrupto del libro también sugiere que Ciro todavía no había dado el edicto. De la misma manera, la genealogía de Rut termina con David (Rut 4:18.22). No sigue hasta Salomón, Roboam, y los otros descendientes de David. Por lo tanto, podría parecer que el libro fue compuesto durante la vida de David.
Sin embargo, esta directriz también debe de ser usada con precaución. Los escritores del Antiguo Testamento no estaban bajo obligación alguna para registrar todo lo que ocurría hasta sus días. Un escritor pudo haber omitido eventos por muchas razones.
Tercero, frecuentemente la mejor manera de establecer la fecha posterior de la composición final es examinar la ideología del libro. Con parámetros amplios en su lugar podemos hacernos varias preguntas que nos ayuden. ¿Cuál es el enfoque teológico del libro? ¿Qué escenario en la historia de Israel parece ajustarse mejor para su mensaje? En tanto entendemos mejor los asuntos prominentes de un libro, somos más capaces de sugerir que tiempo probable para su composición.
Algunos intérpretes han argumentado, por ejemplo, que el libro de Crónicas se enfoca en el reino y en el templo con un énfasis programático. Proporciona modelos detallados del papel de un rey como sustentador de la adoración de Israel. Al grado que esta evaluación es correcta, proporciona evidencia para situar al Cronista antes de la desaparición de Zorobabel, en tanto que la unión de rey y templo todavía era una posibilidad inminente para la comunidad post-exílica.
De una manera similar, el libro de Jueces apoya la necesidad de un rey al señalar los frecasos de los jueces y Levitas. Sin necesidad de decir, este argumento funcionó mejor antes que los fracasos de los monarcas llegaran a ser tan evidentes para Israel. Esta consideración levanta la posibilidad de que el libro fue escrito antes que los problemas en la casa de David arreciaran.
Las claves ideológicas no son indiscutibles. Los textos pueden hablar a una variedad de situaciones. Más aún, nuestra valoración del mensaje de un libro depende en gran parte en la situación extrínseca que suponemos para ese libro. Sin embargo, uniéndose a otras sugerencias, estas claves nos ayudan a establecer algunos parámetros para la fecha de la composición final.
Para muchos libros del Antiguo Testamento, debemos de estar satisfechos con poca certeza de la última fecha de composición final. Sin embargo, en la mayoría de los casos podemos identificar algunos límites razonables basados en claves en el texto (ver figura 42).
Establecer un rango de agentes extrínsecos en esta manera ofrece por lo menos dos ventajas. Primero, un rango de posiblidades nos mantiene pensando en lo que realmente sabemos acerca del autor y la audiencia de un libro. El Espíritu Santo ha negado el conocimiento preciso de quién escribió la mayoría de las narrativas del Antiguo Testamento. Podemos llegar a orientaciones generales en base a claves que Él nos ha dado, pero ne muchos casos el Espíritu aparentemente no quizo quiso que nosotros tuvieramos conocimiento específico del autor y la audiencia. Debemos aceptar humildemente lo que Él nos ha dado.
Segundo, operando con perspectivas extrínsecas extendidas nos guarda de limitar el significado de un texto a una hipótesis estrecha. Si ligamos nuestras interpretaciones demasiado cerca de un grupo de agentes extrínsecos, nos arriesgamos a obscurecer aspectos del significado.
Identificar escritores y audiencias es una dimensión vital de interpretar las narrativas del Antiguo Testamento. Tenemos problemas de desarrollos, transmisión, y escasez de información. Sin embargo, al explorar claves accesibles, podemos determinar fechas anterior y posterior más probables de la composición final del libro. Investigar las narrativas del Antiguo Testamento dentro de este rango nos ayuda a entender su significado original de una manera más completa.

Discerniendo las Intenciones del Escritor
Si alguien da dinero secretamente a los pobres, le llamamos el don de caridad. Si alguien contribuye para ser reconocido públicamente, consideramos el don de hipocresía. Si los niños tiran una pelota de beisbol a una ventana a propósito, la deben de pagar; pero si es un accidente, podemos dejarles ir con una advertencia. Nuestra percepción de motivación afecta grandemente cómo evaluamos una acción.
De la misma manera, el significado de las historias del Antiguo Testamento dependen en alto grado a las motivaciones de los escritores. Pero entender el propósito de un escritor es una de las facetas más complicadas de la interpretación. Muchos estudios han tratado extensamente con esta materia. En este capítulo vamos a restringirnos a dos asuntos: problemas asociados con establecer las intenciones de un escritor y claves para las intenciones del escritor. ¿Qué dificultades debemos de superar para entender los propósitos de un escritor? ¿Qué avenidas debemos de seguir para establecer sus intenciones?

Problemas con las Intenciones
Cuando vemos los propósitos de los escritores del Antiguo Testamento, enfrentamos dificultades de diferente apariencia. Pero tres asuntos son particularmente significativos: la complejidad de sus intenciones, la distancia histórica entre nosotros, y el estilo sutil de los escritores del Antiguo Testamento.
Complejidad. La dificultad de entender el propósito de un escritor llega a ser evidente cuando consideramos la complejidad de intensiones. Contrario a la manera en que frecuentemente los tratamos, los autores del Antiguo Testamento no simplemente pensaron en una o dos ideas en tanto que escribían. Ellos tenían muchos objetivos en una variedad de niveles.
En un nivel básico, los escritores del Antiguo Testamento se enfocaron en la mecánica de la composición. Ellos seleccionaron ciertras letras, palabras, frases, y enunciados. Intencionalmente utilizaron caracterizaciones, descripción de escenas y argumentos estructurales. Estas y otras estrategias fundamentales de escritura fueron parte de las intenciones del escritor.
Sin embargo, en nuestro estudio, estamos interesados principalmente con las intenciones ideológicas de los escritores del Antiguo Testamento -el grupo de creencias que ellos querían que aceptaran sus lectores. pero aún dentro de estos límites, nos encontramos con complejidades.
Primero, los escritores del Antiguo Testamento operaba con jerarquí de objetivos ideológicos, poniendo más importancia en algunos interéses que en otros. Por ejemplo, en el registro de la salida de Abram a la tierra prometida (Génesis 12:1-9), Moisés estaba más preocupado con el llamado de Dios que con el hecho de que "Lot fue con él" y que "era Abram de setenta y cinco años cuando salió de Harán. La mención de Lot nos prepara para los episodios que siguen; la edad de Abram añade un detalle vívido. Pero sentimos un mayor énfasis en el llamado de Dios y de la respuesta fiel de Abram. Al evaluar las intensiones de un autor, debemos buscar la importancia relativa de los elementos en su mensaje.
Segundo, cada parte de un texto tiene una contribución única que hacer al propósito ideológico global. Los escritores construyeron escenas, episodios, secciones más largas, y libros completos para lograr sus fines de una manera cumulativa. Como resultado debemos de buscar los objetivos detrás de las unidades pequeñas y grandes. Tristemente, los intérpretes frecuentemente ignoran uno u otro lado. Algunas veces identificamos el propósito de una pequeña porción e ignoramos el contexto más grande. Otras veces agarramos todo el cuadro e ignoramos las intenciones detrás de las pequeñas unidades.
Por ejemplo, los intérpretes comúnmente se enfocan exclusivamente en la conducta ejemplar de Débora (Jueces 4:1-5:31). Pero ¿qué intenciones tenía el escritor? ¿Quería que sus lectores creyeran que Débora ejemplo o que el oficio de juez fallara? Él intentaba ambos. Desde su punto de vista Débora no tenía defecto alguno. Pero aún los jueces más grnades no podían dar a Israel el liderazgo suficiente. Ambos motivos eran vitales para el propósito del escritor.
Tercero, los escritores del Antiguo Testamento frecuentemente intentaban dirigirse a diversos segmentos de sus audiencias. Las audiencias originales de los libros del Antiguo Testamento consistían de muchos tipos de gente: jóvenes y viejos, ricos y pobres, hombres y mujeres, de la nobleza y gente común, creyentes y no creyentes, Israelitas y transeúntes, para nombrar algunos. Como resultado las intenciones del escritor frecuentemente eran multifacéticas. Al buscar dirigirse a las fuerzas, debilidades, intereses y responsabilidades de la gente en su audiencia, ellos mismos tenían que interesarse en muchos y variados problemas.
Por ejemplo, el escritor de Reyes comentó que Salomón "puso a Sadoc por sacerdote en lugar de Abiatar" (1 Reyes 2:35). La diversidad en su audiencia causó que él tuviera por lo menos tres intensiones ideológicas: sus palabras animaban a los seguidores de Sadoc, advirtiendo a otras familias sacerdotales en contra de usurpar el lugar de los seguidores de Sadoc, e instruir a los adoradores a aceptar solamente a los de Sadoc como legítimos sumos sacerdotes.
Cada escritor del Antiguo Testamento tenía que ver con algún grado de diversidad. Varios segmentos de la audiencia se mueven hacia primer plano de sus intereses de vez en cuando. En estos casos una multiplicidad de necesidades son tocadas de inmediato.
Cuarto, a la luz de estos tipos de complejidades, debemos asumir que los escritores del Antiguo Testamento tuvieron varios grados de conocimiento psicológico de sus propósitos. Como lo observa Polletta:

Toda escritura artística es alguna suma o producto de lo que Coleridge llamó "impulso espontáneo y propósito voluntario", pero las cantidades precisas de la combinación, y aún el maquillaje distintivo de cada facultad, variará casi sin límite de escritor a escritor... Detrás de cualquier propósito voluntario pudiera estar la fuerza de la perspectiva mental del autor, su visión, su manera de percibir y ordenar la experiencia y la realidad, el propósito voluntario puede ser un impulso de esas partes de la mente que, para usar la propia definición de Freud de "inconsciente" están "fuera de conocimiento".

Algunas motivaciones de los escritores del Antiguo Testamento estaban a la vanguardia de sus mentes. Pero muchos aspectos de lo que estaban haciendo permaneció en el mejor de los casos en el fonde de sus mentes. En este sentido los escritores del Antiguo Testamento frecuentemente dijeron más de los que comprendieron.
Una simple ilustración hará esto más claro. Considera el enunciado "Yo estoy pensando en ti". ¿Estaba yo consciente del rango total de intenciones que involucran el escribir este enunciado? Claro que no. En tanto la escribía tenía una idea vaga de pensar en ti. Pero yo estaba totalmente inconsciente de mover mis dedos, escribir las palabras correctamente, y usar una estructura sintáctica particular. Estas elecciones vinieron a mi sin reflexión consciente. Más aún, yo no estaba pensando en quién eres tú, lo que te he escrito, lo que escribiré, y otros aspectos sin fin del significado de mi enunciado. Estas y otras determinaciones vienen a mi conocimiento en tanto que miro nuevamente mi enunciado. Reflexionando puedo ver muchas cosas más de lo que ví mientras escribía.
De manera similar, en tanto que los escritores del Antiguo Testamento componían sus historias, también no tenían conocimiento de todo lo que lograban. Cuando recordamos que estos autores fueron inspirados por el Espíritu Santo, vemos con mayor claridad que su entendimiento era limitado. Siempre debemos "tener en cuenta la intención del autor divino, así como la intención de autor humano". Muchos elementos del texto fueron más allá de lo que los escritores del Antiguo Testamento pensaron conscientemente en tanto escribían. ¿Estaba completamente consciente Moisés de la configuración compleja que propusimos para Génesis 2:4-3:24 en tanto componía la historia? No estamos tan seguros, pero parece improbable. Las interconexiones en este texto son tan complicadas que probablemente no fueron planeadas totalmente por Moisés. Su entendimiento consciente del texto no era exhaustivo. Su experiencia al escribir no fue como la experiencia de los músicos al tocar los instrumentos. Algunos elementos fueron selecciones estudiadas, pero otras no fueron tan deliberadas. Moisés dijo más de lo que era capaz de guardar en la vanguardia de su mente.
Nunca podemos estar absolutamente seguros de cuánto entendieron sus textos los escritores del Antiguo Testamento, así que no debemos limitarnos a sus intenciones conscientes. También debemos de explorar asuntos que los escritores no pudieron haber estado completamente conscientes.

Distancia Histórica. Otro problema grande que enfrentamos es la distancia histórica entre nosotros y los autores del Antiguo Testamento. Cuando sea que querramos valorar sus motivaciones, nos metemos con innumerables barreras históricas.
Primero, como hemos visto, no sabemos con precisión quién escribió la mayoría de los libros. Para libros com Josué, Jueces, y Samuel, el rango de posibles agentes extrínsecos se extiende a más de un siglo. Es difícil reconstruir las intenciones de un escritor cuando solamente podemos tener algunos cientos de años de su fecha real.
Segundo, un abismo de más de dos mil años de diferencias culturales aparece entre nosotros. En su mayoría, estamos poco familiarizados con los antecedentes y las circunstancias de los escritores del Antiguo Testamento. ¿Cuánto sabemos de la educación de Moisés en Egipto? ¿Cuán familiarizados estamos con el ambiente político de la situación post-exílica del Cronista? Tenemos dificultades reconstruyendo los propósitos del escritor porque no estamos familiarizados con los estilos de vida, estándares, y expectaciones que compartían con sus audiencias. Una cuidadosa investigación a la cultura del escritor puede elimitar algunas barreras históricas. Pero por cada muralla escalada, otras miles permanecen altas y fuertes. No estamos valorandos las motivaciones de nuestros vecinos; estamos reconstruyendo más de un milenio.

Estilo sutil. La tercera dificultad principal que enfrentamos es el estilo sutirl de los escritores del Antiguo Testamento. En su mayoría, no manifestaron explícitamente sus objetivos ideológicos. Moisés no escribió por qué compuso Éxodo; el escritor de Ester no declaró su propósito. Generalmente se nos deja inferir las motivaciones de los escritores. Estudiamos sus textos y determinamos las intenciones que mejor explican la forma y el contenido de sus historias. El estilo sutil de los escritores del Antiguo Testamento también dificultan la valoración de sus propósitos.
En tanto exploramos los objetivos de un escritor del Antiguo Testamento, debemos de tener en mente los muchos problemas que enfrentamos. Las complejidades de las intenciones, distancia histórica, y del estilo sutil que dificulta la tarea. Estos retos nos deben de hacer cuidadosos y humildes al interpretar. (ver figura 43).

Calves para las intenciones
Los dectives se gozan en juntar todas las evidencias para resolver un misterio. Si te gusta ser detective, te encantará explorar las intenciones de los escritores del Antiguo Testamento y recolectar las claves ampliamente esparcidas. Un número de indicaciones nos ayudarán a discernir el punto de vista ideológico de un escritor. Podemos buscarlas en el texto y en las circunstancias del escritor.
En el texto en los capítulos anteriores, vimos un número de claves en el texto que ayuda a discernir el propósito de un escritor. Vamos a repasarlas brevemente y después veremos más de cerca varias técnicas especiales que se encuentran en las historias del Antiguo Testamento.
Primero, la caracterización abre el propósito del escritor para nosotros. Los escritores del Antiguo Testamento querían que sus audiencias aprobaran, desaprobaran, y tuvieran reacciones combinadas hacia sus personajes. Al tomar nota de las presentaciones de los personajes en las historias, revelamos las intenciones ideológicas del escritor.
Segundo, la descripción de la escena también revela aspectos de la ideología del escritor. Las variaciones en el modo narrativo enfatizan ciertas escenas. Los comentarios autoritarios también ponen en evidencia su punto de vista. La imaginación detallada levanta asuntos importantes para el escritor. Los cambios en tiempo y espacio llaman la atención a las escenas que son más cruciales a la perspectiva del escritor.
Tercero, las estructuras nos ayudan a descubrir los propósitos del escritor. La elevación y la caída de la tensión dramática proporciona una escena de problema y resolución. Confirmando y contrastando paralelos, inclusiones, y arreglos de decusación juxtaponen escenas, episodios, y secciones. En estas estructuras los escritores del Antiguo Testamento revelaron sus propósitos ideológicos.
Cuarto, los escritores del Antiguo Testamento emplearon muchas técnicas especiales para revelar su punto de vista. Hemos mencionado algunos de estos rasgos, pero nos ayudará describirlos ahora con más detalle. Esta lista representa solamente una muestra de los rasgos más importantes de las historias que revelas intenciones ideológicas.

Repetición
Quizá la técnica más común que utilizaron los escritores del Antiguo Testamento fue la repetición. A veces puede ser inadvertida o enfocada en un tema menor. Pero motivos similares apareciendo varias veces en un pasaje generalmente indica que estos intereses fueron prominentes desde la perspectiva del autor.
Por ejemplo, en 1 Crónicas 10:1-14 tenemos dos episodios de resolución seguidos por un reporte explicativo. Las repeticiones nos muestran que la motivación ideológica prominente del Cronista en este pasaje (ver figura 44).
¿Cuál fue el interés principal del Cronista? En cada episodio él mencionó el motivo de la muerte. En el primer episodio (vv. 1-7), el Cronista repitió el tema de la muerte varias veces: los hijos de Saúl murieron (v. 2); Saúl pidió que lo mataran (v. 4); Saúl se mató (v. 4); y su escudero también se mató (v. 5). Entonces todo esto se resume en : "Así murieron Saúl y sus tres hijos" (v. 6). El segundo episodio trata con el entierro de Saúl. Su cuerpo encontró descanso solamente después de una severa deshonra. En el tercer episodio, el Cronista comentó sobre la razón para esta penosa muerte. Saúl murió "por su rebelión con que prevaricó contra Jehová" (v. 13).
¿Cómo nos ayudan estas repeticiones a entender el propósito del Cronista? Éstas demuestran que no estaba principalmente preocupado con la guerra, ni con el problema que los Filisteos causaron a Israel. Estos eran relativamente aspectos menores de su historia. Más bien, estaba principalmente interesado en la muerte de Saúl y de sus hijos.
La repetición del motivo de la muerte da una clave de que el Cronista quería que sus lectores se enfocaran en el significado de la vergonzosa muerte de Saúl. De acuerdo a esto, él concluyó: "por esta causa Jehová lo mató y traspasó el reino de David hijo de Isaí" (v. 14b énfasis agregado). El Cronista intentó enseñar cómo la deshonrosa muerte de Saúl demostraba el rechazo absoluto de Dios para con Saúl y la exaltación de la línea de David.

Alusión
La alusión podría ser definida como una referencia en un pasaje de otro. Esta técnica es similar a la repetición pero generalmente involucra episodios separados que tienen algunas otras conexiones. Al divisar alusiones, descubrimos dimensiones importantes de las intensiones del escritor.
Por ejemplo, en la h historia del Levita y su concubina (Jueces 19:1-30) encontramos una escena que nos recuerda de otra historia bien conocida:

Pero cuando estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres perversos, rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueñode la casa, diciendo: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos. Y salió a ellos el dueño de la casa y les dijo: No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este mal; ya que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad. He aquí mi hija virgen, y la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas y hace con ellas como os parezca, y no hagáis a este hombre cosa tan infame (Jueces 19:22-24).

Esta horrible escena hace alusión a un evento similar en la historia de Sodoma y Gomorra:

Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado (Génesis 19:4-8).

Las similitudes son asombrosas; en ambas escenas los hombres perversos están afuera y llaman al varón invitado, pero en anfitrión ofrece mujeres en su lugar. Aunque el lenguaje es similar en ciertos puntos: No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este mal (Jueces 19:23); Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad (Génesis 19:7)
¿Por qué el escritor de Jueces hace alusión a Sodoma y Gomorra en esta escena? En efecto, lo hizo para demostrar que Israel se había vuelto tan corrupto como las ciudades notorias en los días de Abraham, totalmente malos y mereciendo el juicio de Dios (Jueces 19:30). Por medio de esta alusión él sustenta su punto de vista que Israel necesitaba un rey. Sin un rey el pueblo de Dios no era mejor que las ciudades de Sodoma y Gomorra.

Ironía Dramática
El término "ironía" tiene muchos usos diferentes. Podemos hablar de ironía verbal, en la que "el significado implícito propuesto por el emisor difiere de lo que ostensiblemente afirma". Un escritor o personaje en su historia dice justamente lo opuesto a lo que él o ella quieren decir. Otra forma de ironía es lítote, o subestimación. Frecuentemente los escritores usan este mecanismo para crear dentro de su audiencia la escena que "una cosa significa mucho más de lo que dice".
Sin embargo, en este punto, estamos más interesados en ironía dramática, una situación en la que : "la audiencia comparte con el autor el conocimiento de qué personaje es ignorante". Esta técnica fue una manera efectiva en la que los escritores del Antiguo Testamento revelaron sus perspectivas ideológicas. La ironía dramática ocurre tanto explícita como implícitamente. A veces los escritores del Antiguo Testamento claramente expusieron información que dio a la audiencia discernimiento más allá de los personajes. De esta manera el escritor creó tensión en la audiencia en tanto que lidiaban con la ignorancia del personaje.

Ironía explícita. La ironía explícita está en el corazón del libro de Job. En los primeros capítulos, los lectores se enteran de un concurso celestial entre Dios y Satanás (Job 1:1-12). Sin embargo, Job y sus amigos no saben de estos eventos. A través de los diálogos del libro, Job quiere saber por qué sufre, pero no se le otorga ningún acceso celestial. De hecho, Dios reprende a Job (Job 38-41), diciéndole que él no tiene derecho a ese conocimiento.
Al oir la audiencia original las soluciones simples de los amigos y la lucha de Job por sabiduría, adquieren un conocimiento escondido de los personajes. Su conocimiento los alerta a la condición de aquel que sufre y a las dificultades de aquellos que tratan de ayudarlo en ignorancia. Esta ironía dramática explícita forma una dimensión vital de entendimiento a las intenciones ideológicas del autor.

Ironía implícita. Los escritores del Antiguo Testamento también presentaron sus perspectivas por medio de ironía dramática implícita. Las mayoría de las historias del Antiguo Testamento no fueron del todo nuevas para las audiencias originales. Algunos lectores habían experimentado los eventos por sí mismos y conocían otra información pertinente. Más que esto, la audiencia original tuvo la oportunidad de escuchar una historia más de una vez. Cuando regresaban al texto una segunda o tercera vez, lo hacían con un conocimiento de resultados que los personajes no poseían. Por esto, la ironía ocurría aún cuando el escritor no ofrecía específicamente información especial al lector.
Por ejemplo, en la división de la tierra entre Abram y Lot (Génesis 13:1-18), Lot escogió la tierra que era "como el huerto de Jehová" situándose cerca de Sodoma y Gomorra. Sin embargo, después de mencionar estas ciudades, Moisés comentó: "Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera" (v. 13). Este breve comentario no dice nada explícitamente de lo eventos que siguen, pero para una audiencia que sabía de la destrucción de Sodoma y Gomorra, planteó una profunda ironía dramática. Aunque Lot estaba yendo a una tierra próspera, la audiencia sabía que se estaba moviendo hacia un lugar de juicio. Apoyándose en este conocimiento, Moisés reveló su propio punto de vista. Lejos de perder la bendición de la buena tierra para Lot, Abraham estaba ahora en camino para convertirse en el que intercede por Lot (Génesis 18:22-33).

Discurso directo
La importancia del discurso directo en las narrativas del Antiguo Testamento ha sido notado por muchos intérpretes en años recientes. Como hemos visto, el discurso funcionó significativamente en la caracterización, la descripción de escenas, y la estructura. Sin embargo, además de esto, el discurso directo es uno de las maneras más claras en que los escritores del Antiguo Testamento presentaron su propio punto de vista ideológico.
Cuando examinamos el lenguaje directo de los personajes humanos, debemos de tener precaución. Como hemos visto, los escritores del Antiguo Testamento frecuentemente presentaron las debilidades de sus personajes, dando su defectuosa o falsa evaluación de un evento. Por ejemplo, cuando Mical reprocha a David para danzar delante del arca, ella dice: " ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera!" (2 Samuel 6:20).
Aún así, los personajes frecuentemente reflejan el propio punto de vista del escritor. David respondió: "Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. (2 Samuel 6:21). Indudablemente, David habló por el escritor. La audiencia tenía que evaluar elevento como lo hizo David.
Podemos mencionar técnicas innumerables para descubrir claves que nos guien a los puntos de vista ideológicos del escritor. Pero con estos aspectos del texto en mente, los intérpretes pueden dar pasos grandes hacia el entendimiento del por qué las historias del Antiguo Testamento fueron escritas.

Las circunstancias del escritor. Además de las claves dentro del texto, las intenciones ideológicas de un autor se aclaran más al prestar atención a las circunstancias del autor - el contexto histórico en el que un pasaje fue escrito. El texto mismo limita las posibilidades, pero para determinar con más precisión lo que significaba un texto, debemos de saber algo acerca de las circunstancias que lo rodeaban.
Por conveniencia, hablaremos de sólo dos factores principales en la situación histórica del escritor: intervenciones divinas y la cultura del escritor.
Primero, los escritores del Antiguo Testamento fueron grandemente influenciados por las intervenciones divinas en sus días. Ellos redactaron sus registros para dar a los lectores originales perspectivas en lo que Dios estaba haciendo en sus tiempos. Ostensiblemente, escribían acerca de eventos antiguos, pero sus registros también estaban diseñados para explicar los actos de Dios en la audiencia del mundo contemporáneo. Para entender las intenciones ideológicas de un escritor, debemos de considerar cómo Dios había incursionado en el curso de la historia en los días del escritor.
Por ejemplo, vamos a asumir que el libro de Génesis fue escrito más tarde en el éxodo de Egipto. ¿Qué estaba haciendo Dios en ese tiempo? Había sacado a los Israelitas de la esclavitud, les causó andar en el desierto, y había puesto a la segunda generación al límite de Canaán.
A la luz de esto podemos ver cómo un pasaje como la liberación de Abram de Egipto (Génesis 12:10-20) habló a la audiencia original. Moisés escribió esta historia para reflejar la experiencia a la audiencia de éxodo para que ellos pudieran entender lo que Dios estaba haciendo por ellos. Dios estaba actuando en sus días de la misma manera en que había actuado antes con Abram.
De la misma manera, el escritor de Reyes vivió en un tiempo cuando Dios había exiliado a la gente de la tierra. Este acto divino influyó grandemente en las intenciones ideológicas del escritor. Por ejemplo, cerca del final del reinado de Ezequías, el escritor de Reyes reportó una visita de unos enviados de Babilonia. (2 Reyes 20:12). Ezequías tontamente dio a conocer su riqueza a los enviados, e Isaías se lo reprochó:

"Oye palabra de Jehová: He aquí vienen días en que todo lo que está en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dijo Jehová. Y de tus hijos que saldrán de ti, que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia (2 Reyes 20:16-18).

¿Por qué el escritor de Reyes incluyó esta mancha en la reputación de Ezequías? Lo hizo para explicar que aún el reino de Ezequías causó que Dios enviara a la nación de Babilonia.
Al valorar las intenciones del autor, debemos de prestar cuidadosa atención a los eventos redentivos-históricos que rodean la escritura del libro. Los escritores del Antiguo Testamento fueron profundamente influenciados por lo que Dios estaba haciendo en sus días.
Segundo, la cultura del escritor también influyó en su ideología. Los escritores del Antiguo Testamento no solamente estaban interesados en las instrucciones divinas sino que también lo estaban en la dimensión humana de sus tiempos. Estos aspectos de la vida no fueron enteramente distintosde las intervenciones divinas. Pero las condiciones cotidianas en la política, la religión y la economía contribuyeron a su punto de vista.
Por ejemplo, en Génesis 48:1-22 tenemos un registro de José visitando a su padre que estaba pronto para morir. José trajo sus hijos a Jacob. Jacob recibió una instrucción de Dios de tratar a los hijos de José como si fueran suyos. Jacob bendijo a los dos, pero cruzó sus manos para que el más joven Efraín recibiera su mano derecha. El registro cierra con las palabras de Jacob para José: "He aquí yo muero; pero Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres. Y yo te he dado a ti una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco" (Génesis 48:21-22)
¿Por qué Moisés describe en detalle estos asuntos? ¿Era solamente un registro sentimental familiar? ¿Estaba solamente preocupado con el pasado? No. Moisés intentaba instruir a la gente de sus días acerca de sus circunstancias. La cantidad de espacio dada a las relaciones tribales en Éxodo, Números, Deuteronomio, Josué, y Jueces indica que las tribus tenían muchas preguntas acerca de sus lugares en la estructura nacional. Génesis 48:1-22 anticipa estos problemas. ¿Por qué tenían que ser tratados Efraín y Manasés iguales que a las otras tribus? ¿Por qué la tribu de José recibía una porción rica, doble? Estas preguntas culturales contemporáneas fueron contestadas por este pasaje: el lugar de las tribus de Jose fueron establecidos por la bendición de Jacob.
Muchos problemas confrontamos al ir reconstruyendo las intenciones ideológicas de los escritores del Antiguo Testamento, pero las claves están accesibles en los textos mismos y en las condiciones de los días del escritor. Al ir poniendo juntas estas claves, seremos capaces de discernir los propósitos originales para las historias del Antiguo Testamento. (ver figura 45).


Conclusión
En este capítulo hemos visto brevemente dos consideraciones básicas. Con el fin de entender por qué las historias del Antiguo Testamento fueron escritas, debemos de identificar la fecha razonable más remota y la más reciente para la composición final de cada libro. Dentro de este marco podemos comenzar a investigar los propósitos del escritor examinando sus textos y sus circunstancias. Al ir avanzando en nuestra investigación extrínseca de las narrativas del Antiguo Testamento, estas directrices básicas serán indispensables.


Preguntas de repaso

  1. Distingue entre el desarrollo, la composición final y la transmisión de las narrativas del Antiguo Testamento. ¿Cómo complican estos rasgos de los libros del Antiguo Testamento nuestro intento de identificar a los escritores y las audiencias de las narrativas del Antiguo Testamento?
  2. ¿Qué claves están disponibles para reconstruir el rango de fechas probables de la composición final?
  3. ¿Qué problemas enfrentamos al tratar de entender el propósito de los escritores del Antiguo Testamento?
  4. ¿Qué claves nos ayudan a establecer los propósitos de los escritores del Antiguo Testamento hacia sus audiencias?


Ejercicios de Estudio

  1. Busca la discusión de paternidad literaria de Génesis en dos introducciones al Antiguo Testamento. ¿Qué principios guían a los escritores al determinar quién escribió Génesis?
  2. Examina el libro de Rut. ¿Qué claves puedes descubrir para ponerle fecha a su composición final? Enfócate principalmente en las genealogías en el último capítulo.
  3. Lee Génesis 1:1-2:3. Haz una lista de cinco maneras específicas en que este pasaje fue designado en particualr para Israel en los días de Moisés. ¿Qué temas Mosáicos están presentes en este pasaje?